Dolor y rabia en el funeral de los LeBarón en México
Dawna Ray Langford y sus dos hijos fueron los primeros en ser velados y enterrados por sus familiares
Infobae
Decenas de familiares y amigos cercanos a la familia LeBarón llegaron al rancho de La Mora, ubicado en el pueblo de Bavispe, en Sonora, para iniciar con los funerales a las víctimas de la masacre perpetrada el pasado 4 de noviembre.
Entre lágrimas y abrazos, los integrantes de esa familia de mormones dieron el último adiós a Dawna Ray Langford, de 43 años, y a sus hijos Trevor, de 11, y Rogan, de 2.
Dawna y sus pequeños viajaban el día del ataque atroz en una de las camionetas que fue acribillada por un grupo delincuencial cuando se dirigían a una colonia vecina en el estado de Chihuahua.
Dos ataúdes con los restos de Dawna y sus pequeños fueron colocados en el jardín de la casa familiar, donde realizaron una misa en su honor. Los féretros de pino fueron tallados por la gente de la localidad de La Mora.
La ceremonia inició alrededor de las 11:00 horas y sus cadáveres fueron sepultados en la misma comunidad donde viven, a unos 110 kilómetros de Arizona.
Jóvenes y niños cargaron los ataúdes de las tres víctimas de esa comunidad mormona México-estadounidense.
Rhonita LeBarón, otra de las víctimas de la cruel matanza y sus gemelos Titus y Tiana (de 8 meses), así como sus niños Howard (de 12 años) y Krystal (de 7 años) fueron velados alrededor de las 14:00 horas también en el rancho.
Mañana, Rhonita y sus 4 niños, quienes quedaron en cenizas y huesos, luego de que su auto ardió en llamas, serán trasladados vía aérea a la comunidad de LeBarón, ubicada en Galeana, Chihuahua.
El sábado se realizará una misa especial y como tributo a Christine Langford, la tercera mamá que fue asesinada entre los estados de Sonora y Chihuahua. Su cuerpo también será sepultado en Chihuahua.
Desde la noche del miércoles, decenas de vehículos salieron en caravana desde el vecino estado de Chihuahua al municipio de Bavispe para participar en los sepelios.
Una caravana de al menos 70 autos y camionetas que buscaban llegar al acto fúnebre, fueron escoltados por elementos de la Guardia Nacional.
Los familiares también llegaban de los estados de Utah y Arizona, en Estados Unidos. Por ello, algunas personas tuvieron que abordar avionetas.
El ex legislador, Alex LeBarón, y primo de Rhonita Miller, viajó con la caravana y afirmó que harán lo que sea para apoyar a la familia, que carga con la pérdida de tres mujeres y seis niños.
“Venimos preparados para dormir en el piso, en casas de campaña. Lo que sea necesario para apoyar a la familia que murió en un acto terrorista”, dijo Alex.
De acuerdo con Alex LeBarón, los familiares cargaron con comida y colchonetas durante su viaje para despedirse de sus allegados.
Según autoridades el ataque fue obra de los cárteles de Juárez y Sinaloa, durante una disputa por el territorio.
Los LeBarón y los Langford son mormones y cuentan con ciudadanía tanto de México como de Estados Unidos.
El camino entre la localidad LeBarón (en Chihuahua) a la colonia de La Mora ( en Sonora) es inestable y en auto se hace un recorrido de al menos 7 horas para llegar de un punto a otro.
Infobae
Decenas de familiares y amigos cercanos a la familia LeBarón llegaron al rancho de La Mora, ubicado en el pueblo de Bavispe, en Sonora, para iniciar con los funerales a las víctimas de la masacre perpetrada el pasado 4 de noviembre.
Entre lágrimas y abrazos, los integrantes de esa familia de mormones dieron el último adiós a Dawna Ray Langford, de 43 años, y a sus hijos Trevor, de 11, y Rogan, de 2.
Dawna y sus pequeños viajaban el día del ataque atroz en una de las camionetas que fue acribillada por un grupo delincuencial cuando se dirigían a una colonia vecina en el estado de Chihuahua.
Dos ataúdes con los restos de Dawna y sus pequeños fueron colocados en el jardín de la casa familiar, donde realizaron una misa en su honor. Los féretros de pino fueron tallados por la gente de la localidad de La Mora.
La ceremonia inició alrededor de las 11:00 horas y sus cadáveres fueron sepultados en la misma comunidad donde viven, a unos 110 kilómetros de Arizona.
Jóvenes y niños cargaron los ataúdes de las tres víctimas de esa comunidad mormona México-estadounidense.
Rhonita LeBarón, otra de las víctimas de la cruel matanza y sus gemelos Titus y Tiana (de 8 meses), así como sus niños Howard (de 12 años) y Krystal (de 7 años) fueron velados alrededor de las 14:00 horas también en el rancho.
Mañana, Rhonita y sus 4 niños, quienes quedaron en cenizas y huesos, luego de que su auto ardió en llamas, serán trasladados vía aérea a la comunidad de LeBarón, ubicada en Galeana, Chihuahua.
El sábado se realizará una misa especial y como tributo a Christine Langford, la tercera mamá que fue asesinada entre los estados de Sonora y Chihuahua. Su cuerpo también será sepultado en Chihuahua.
Desde la noche del miércoles, decenas de vehículos salieron en caravana desde el vecino estado de Chihuahua al municipio de Bavispe para participar en los sepelios.
Una caravana de al menos 70 autos y camionetas que buscaban llegar al acto fúnebre, fueron escoltados por elementos de la Guardia Nacional.
Los familiares también llegaban de los estados de Utah y Arizona, en Estados Unidos. Por ello, algunas personas tuvieron que abordar avionetas.
El ex legislador, Alex LeBarón, y primo de Rhonita Miller, viajó con la caravana y afirmó que harán lo que sea para apoyar a la familia, que carga con la pérdida de tres mujeres y seis niños.
“Venimos preparados para dormir en el piso, en casas de campaña. Lo que sea necesario para apoyar a la familia que murió en un acto terrorista”, dijo Alex.
De acuerdo con Alex LeBarón, los familiares cargaron con comida y colchonetas durante su viaje para despedirse de sus allegados.
Según autoridades el ataque fue obra de los cárteles de Juárez y Sinaloa, durante una disputa por el territorio.
Los LeBarón y los Langford son mormones y cuentan con ciudadanía tanto de México como de Estados Unidos.
El camino entre la localidad LeBarón (en Chihuahua) a la colonia de La Mora ( en Sonora) es inestable y en auto se hace un recorrido de al menos 7 horas para llegar de un punto a otro.