Bolivia: la presidente Jeanine Áñez se reunió con líderes sociales y sindicales y acordó una mesa de diálogo para pacificar el país

La reunión inaugural de las conversaciones para la pacificación y reconciliación del país será este sábado a las 16 en el Palacio Quemado. El gobierno se comprometió a garantizar el acceso de los representantes de todos los sectores

Infobae
El gobierno interino de Bolivia y los dirigentes de los movimientos sociales y sindicales se reunieron este viernes para acordar la instalación de una mesa de diálogo en el Palacio Quemado a partir de este sábado a las 16:00 en pos de la pacificación del país.


La mandataria provisional Jeanine Áñez ofreció garantías a todos los líderes de movimientos sociales en el Pacto de Unidad (organizaciones anteriormente afines a Evo Morales) para que lleguen a La Paz, y se pretende trabajar en tiempo y materia para que cesen los bloqueos en el país y el lunes ya no haya manifestaciones opositoras en las calles.

A continuación, el documento firmado por la presidente Jeanine Áñez, el ministro de Gobierno Arturo Murillo y el ministro de Obras Públicas Yerko Núñez:

ACUERDO. VIERNES 22 DE NOVIEMBRE 19:00 PALACIO QUEMADO

A la cabeza de la Central Obrera Boliviana y el Pacto de Unidad (CSUTCB, CIDOB, CONAMAQ, CSCIOB, CNMCIOB-BS, DISTRITOS DE LA CIUDAD DE EL ALTO), se acuerda:

1° Se garantiza la integridad y la presencia de todos los dirigentes nacionales del pacto de unidad, departamental, regional, provincial, centrales, subcentrales, sindicatos, y todas las autoridades electas de la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia, Gobernadores, Asambleistas Departamentales, Alcaldes, Concejales y representantes políticos.

2° Instalar una reunión para la pacificación y reconciliación del País, a las 16:00 del día sábado 23 de noviembre en el Palacio Quemado, a través de sus representantes nacionales.

En declaraciones a la prensa más temprano este viernes, la presidente interina Jeanine Áñez clamó a sus opositores que la “dejen gobernar” por el “tiempo corto” que estará en el poder, ante el bloqueo impuesto en La Paz por simpatizantes de Evo Morales, exiliado en México.

Áñez, quien asumió el 12 de noviembre tras la renuncia del líder indígena, aceptó que pasa por momentos “muy difíciles”, después de que el martes se registraran ocho muertos en la ciudad de El Alto, vecina de La Paz, cuando fuerzas de seguridad reprimieron para proteger un convoy de gasolina de una planta de carburantes.

“La ciudadanía no merece estar cercada (...) Déjennos gobernar por este tiempo que será corto”, agregó la mandataria a los periodistas.

La escasez de gasolina afecta las ciudades de La Paz y El Alto y también tuvo su incidencia en la distribución de alimentos. En las gasolineras y centros de abasto se observan a diario largas filas de personas que buscan proveerse de sus productos.

“Este es un gobierno de estricto carácter provisorio y tiene como propósito la pacificación del país y la convocatoria a elecciones libres y transparentes en el más breve tiempo”, señaló luego la gobernante de 52 años en un discurso ante el cuerpo diplomático.

El gobierno abrió el diálogo con los vecinos de El Alto, leales a Morales, aunque todavía no obtuvo resultados.

La dimisión del presidente, presionado por las protestas iniciadas tras las elecciones del 20 de octubre, que presentaron irregularidades según la OEA, indignó a los partidarios de Morales.

La planta de carburantes de Senkata se encuentra protegida por un fuerte contingente de policías y militares, que han evitado que los civiles tomen el lugar.

La violencia social, desde las elecciones generales del 20 de octubre, dejaron 32 muertos y más de 400 heridos por choques entre civiles y entre éstos y fuerzas del Ejército y la Policía.

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