Avanzan las nuevas elecciones y la pacificación de Bolivia sin Evo Morales
Aunque la tensión política y social se ha mantenido en los espacios de negociación, en las cámaras legislativas y en algunas carreteras, se espera que con los convenios y la promulgación de dos normas alentadas por los facilitadores el país vuelva esta semana a la normalidad
Tuffí Aré Vásquez
Desde Santa Cruz de la Sierra, Bolivia
Un acuerdo entre el gobierno transitorio de Bolivia, legisladores oficialistas y opositores, los sectores más moderados del MAS y los principales movimientos sociales que apoyaron a Evo Morales, ha permitido la promulgación este domingo de la Ley de Régimen Excepcional y Transitorio para la realización de nuevas elecciones. Además, se ha avanzado mediante el diálogo en determinaciones que establecen la pacificación del país desde este lunes, después de 34 dÍas de convulsión social provocado por un fraude electoral, la renuncia del anterior Presidente y la sucesión constitucional por la senadora Jeanine Añez.
A dos semanas de la dimisión de Morales, que prometió desde su asilo en México volver pronto y pacificar Bolivia, el grave y prolongado conflicto ha encontrado este fin de semana una luz al final del túnel, con la ayuda de mediadores de la Iglesia, de la ONU y de la Unión Europea, que facilitaron el diálogo para acordar la Ley de convocatoria a nuevas elecciones y una segunda norma de garantías para desactivar las protestas sociales. Aunque la tensión política y social se ha mantenido en los espacios de negociación, en las cámaras legislativas y en algunas carreteras, se espera que con los convenios y la promulgación de dos normas alentadas por los facilitadores Bolivia vuelva esta semana a la normalidad.
Las iniciativas de diálogo mostraron sus primeros resultados este fin de semana, con la aprobación en las cámaras de senadores y de diputados de la ley de convocatoria a comicios, en el plazo de 120 días después de la elección de vocales del Tribunal Supremo Electoral y de los departamentales, que debe ocurrir en el transcurso de otros 20 días a partir de este domingo, en el que la Presidenta transitoria, Jeanine Añez, promulgó la norma. Aunque los debates de los congresistas del MAS y de la oposición a Morales han estado marcados por fuertes cruces verbales y las acusaciones de fraude y de violencia, la ley ya está sellada. Sin embargo, queda pendiente formalizar en una segunda norma medidas que conduzcan a la desmovilización de bloqueadores y que den garantías a los dirigentes políticos y de organizaciones sindicales.
Las iniciativas de diálogo
Precisamente y en forma paralela a las deliberaciones legislativas, desde el viernes en la noche y hasta el domingo en la madrugada, la presidenta transitoria Jeanine Añez encabezó con su gabinete de ministros un tenso diálogo con 73 dirigentes de los llamados movimientos sociales, que fueron afines a Evo Morales, y que han liderado parte de las movilizaciones callejeras.
Añez acordó en un primer acercamiento el viernes en la noche ofrecer garantías a líderes de organizaciones sociales para sesionar el sábado en la tarde en el mismo Palacio de Gobierno, en una amplia mesa de pacificación del país. El encuentro se ha desarrollado simultáneamente a la sesión de los diputados que aprobó la ley que convoca a nuevas elecciones, con algunos resultados acordados en la madrugada del domingo, que se deben consolidar en una “ley de garantías” a ser aprobada en las próximas horas por las dos cámaras legislativas. Mientras se combina un cuarto intermedio con las negociaciones, en las principales ciudades afectadas por los bloqueos, se dispuso una flexibilización de las movilizaciones de protesta. La Paz fue la urbe donde más se ha sentido la baja de la tensión social, ya que comenzó a normalizarse el abastecimiento de alimentos y de combustibles.
Avances, entre la desconfianza
Mientras el país celebraba el sábado que los senadores y los diputados de la oposición y el oficialismo aprueben en forma unánime la Ley de convocatoria a elecciones, estallaron nuevas tensiones políticas por la presentación inmediata a la Cámara de Senadores de un anteproyecto de norma de “garantías”constitucionales para los involucrados en el conflicto y las movilizaciones callejeras.
El punto que disparó la desconfianza fue uno de los 12 artículos del proyecto de norma que establece que el ex presidente Evo Morales y el ex vicepresidente Alvaro García Linera no pueden ser enjuiciados por la vía ordinaria, lo que ha sido inteprertado por políticos y analistas como la llave para que ambas ex autoridades gocen de inmunidad y el “as” que tenía guardado el MAS bajo la manga.
La norma entró a discusión al Senado la misma tarde del sábado, pero se trabó con la decisión de los asambleístas opositores a Morales y de algunos del ala moderada del MAS de posponer el debate hasta que haya un nuevo acuerdo político que reformule su alcance. Esta segunda ley era el resultado de los acuerdos promovidos por los mediadores internacionales del diálogo para conseguir la pacificación total de Bolivia, pero quedó por el momento en suspenso.
La desconfianza y la tensión por el artículo de “amnistía” no quedó solo en la Asamblea Legislativa. En horas de la noche del sábado llegó a la cumbre de “pacificación” que realizaba la presidenta Jeanine Añez y su gabinete con 73 dirigentes de movimientos sociales. A pedido de los participantes, los senadores acudieron a la sesión a dar una explicación.
De tal modo, el proyecto fue leído en ese espacio en presencia de los facilitadores bolivianos del diálogo. De inmediato la presidenta del Senado, Eva Copa, propuso que se llegue ahí mismo a un consenso para derivar el proyecto el mismo domingo a sesión para que sea aprobado por los asambleístas.
Los dirigentes de los movimientos sociales, que habían presentado en esa sesión de diálogo con el Gobierno un pliego petitorio de 11 puntos, acordaron que el proyecto de ley reúne las garantías constitucionales que exigen, por lo que apoyaron su contenido.
Los pedidos van desde la liberación de dirigentes de las protestas, hasta la otorgación de salvonductos para el asilo de ex autoridades, así como la indemnización de los familiares de las víctimas de las movilizaciones y las condiciones en que deben ser enjuiciadas los exfuncionarios.
Se acordó que la norma sea aprobada el domingo por los senadores a diputados, pero todavía no se ha concretado y es cosiderada clave para la pacificación.
Otra de las exigencias que están en plena negociación es la abrogación del decreto que moviliza a militares en las calles. El Gobierno ha condicionado la determinación a que vuelva la calma a Bolivia. Uno de los acuerdos en los que avanzaron es la conformación de una comisión conformada por el Gobierno, los movimientos sociales y la Fiscalía para revisar todos los casos de los detenidos en el conflicto.
Este domingo algunos ministros se trasladaron a la ciudad de Cochabamba a continuar con el diálogo, mientras se espera que los legisladores aprueben la ley de garantías, lo que daría lugar a la inmediata pacificación.
Tuffí Aré Vásquez
Desde Santa Cruz de la Sierra, Bolivia
Un acuerdo entre el gobierno transitorio de Bolivia, legisladores oficialistas y opositores, los sectores más moderados del MAS y los principales movimientos sociales que apoyaron a Evo Morales, ha permitido la promulgación este domingo de la Ley de Régimen Excepcional y Transitorio para la realización de nuevas elecciones. Además, se ha avanzado mediante el diálogo en determinaciones que establecen la pacificación del país desde este lunes, después de 34 dÍas de convulsión social provocado por un fraude electoral, la renuncia del anterior Presidente y la sucesión constitucional por la senadora Jeanine Añez.
A dos semanas de la dimisión de Morales, que prometió desde su asilo en México volver pronto y pacificar Bolivia, el grave y prolongado conflicto ha encontrado este fin de semana una luz al final del túnel, con la ayuda de mediadores de la Iglesia, de la ONU y de la Unión Europea, que facilitaron el diálogo para acordar la Ley de convocatoria a nuevas elecciones y una segunda norma de garantías para desactivar las protestas sociales. Aunque la tensión política y social se ha mantenido en los espacios de negociación, en las cámaras legislativas y en algunas carreteras, se espera que con los convenios y la promulgación de dos normas alentadas por los facilitadores Bolivia vuelva esta semana a la normalidad.
Las iniciativas de diálogo mostraron sus primeros resultados este fin de semana, con la aprobación en las cámaras de senadores y de diputados de la ley de convocatoria a comicios, en el plazo de 120 días después de la elección de vocales del Tribunal Supremo Electoral y de los departamentales, que debe ocurrir en el transcurso de otros 20 días a partir de este domingo, en el que la Presidenta transitoria, Jeanine Añez, promulgó la norma. Aunque los debates de los congresistas del MAS y de la oposición a Morales han estado marcados por fuertes cruces verbales y las acusaciones de fraude y de violencia, la ley ya está sellada. Sin embargo, queda pendiente formalizar en una segunda norma medidas que conduzcan a la desmovilización de bloqueadores y que den garantías a los dirigentes políticos y de organizaciones sindicales.
Las iniciativas de diálogo
Precisamente y en forma paralela a las deliberaciones legislativas, desde el viernes en la noche y hasta el domingo en la madrugada, la presidenta transitoria Jeanine Añez encabezó con su gabinete de ministros un tenso diálogo con 73 dirigentes de los llamados movimientos sociales, que fueron afines a Evo Morales, y que han liderado parte de las movilizaciones callejeras.
Añez acordó en un primer acercamiento el viernes en la noche ofrecer garantías a líderes de organizaciones sociales para sesionar el sábado en la tarde en el mismo Palacio de Gobierno, en una amplia mesa de pacificación del país. El encuentro se ha desarrollado simultáneamente a la sesión de los diputados que aprobó la ley que convoca a nuevas elecciones, con algunos resultados acordados en la madrugada del domingo, que se deben consolidar en una “ley de garantías” a ser aprobada en las próximas horas por las dos cámaras legislativas. Mientras se combina un cuarto intermedio con las negociaciones, en las principales ciudades afectadas por los bloqueos, se dispuso una flexibilización de las movilizaciones de protesta. La Paz fue la urbe donde más se ha sentido la baja de la tensión social, ya que comenzó a normalizarse el abastecimiento de alimentos y de combustibles.
Avances, entre la desconfianza
Mientras el país celebraba el sábado que los senadores y los diputados de la oposición y el oficialismo aprueben en forma unánime la Ley de convocatoria a elecciones, estallaron nuevas tensiones políticas por la presentación inmediata a la Cámara de Senadores de un anteproyecto de norma de “garantías”constitucionales para los involucrados en el conflicto y las movilizaciones callejeras.
El punto que disparó la desconfianza fue uno de los 12 artículos del proyecto de norma que establece que el ex presidente Evo Morales y el ex vicepresidente Alvaro García Linera no pueden ser enjuiciados por la vía ordinaria, lo que ha sido inteprertado por políticos y analistas como la llave para que ambas ex autoridades gocen de inmunidad y el “as” que tenía guardado el MAS bajo la manga.
La norma entró a discusión al Senado la misma tarde del sábado, pero se trabó con la decisión de los asambleístas opositores a Morales y de algunos del ala moderada del MAS de posponer el debate hasta que haya un nuevo acuerdo político que reformule su alcance. Esta segunda ley era el resultado de los acuerdos promovidos por los mediadores internacionales del diálogo para conseguir la pacificación total de Bolivia, pero quedó por el momento en suspenso.
La desconfianza y la tensión por el artículo de “amnistía” no quedó solo en la Asamblea Legislativa. En horas de la noche del sábado llegó a la cumbre de “pacificación” que realizaba la presidenta Jeanine Añez y su gabinete con 73 dirigentes de movimientos sociales. A pedido de los participantes, los senadores acudieron a la sesión a dar una explicación.
De tal modo, el proyecto fue leído en ese espacio en presencia de los facilitadores bolivianos del diálogo. De inmediato la presidenta del Senado, Eva Copa, propuso que se llegue ahí mismo a un consenso para derivar el proyecto el mismo domingo a sesión para que sea aprobado por los asambleístas.
Los dirigentes de los movimientos sociales, que habían presentado en esa sesión de diálogo con el Gobierno un pliego petitorio de 11 puntos, acordaron que el proyecto de ley reúne las garantías constitucionales que exigen, por lo que apoyaron su contenido.
Los pedidos van desde la liberación de dirigentes de las protestas, hasta la otorgación de salvonductos para el asilo de ex autoridades, así como la indemnización de los familiares de las víctimas de las movilizaciones y las condiciones en que deben ser enjuiciadas los exfuncionarios.
Se acordó que la norma sea aprobada el domingo por los senadores a diputados, pero todavía no se ha concretado y es cosiderada clave para la pacificación.
Otra de las exigencias que están en plena negociación es la abrogación del decreto que moviliza a militares en las calles. El Gobierno ha condicionado la determinación a que vuelva la calma a Bolivia. Uno de los acuerdos en los que avanzaron es la conformación de una comisión conformada por el Gobierno, los movimientos sociales y la Fiscalía para revisar todos los casos de los detenidos en el conflicto.
Este domingo algunos ministros se trasladaron a la ciudad de Cochabamba a continuar con el diálogo, mientras se espera que los legisladores aprueben la ley de garantías, lo que daría lugar a la inmediata pacificación.