Asambleas populares en Bolivia exigieron la renuncia de Morales y la convocatoria de nuevas elecciones generales
Por su parte, el mandatario pidió a los movilizados que cesen los bloqueos hasta que la OEA culmine su auditoría de las elecciones del 20 de octubre, y Luis Fernando Camacho lo responsabilizó por la muerte de dos manifestantes y anunció que las protestas seguirán hasta que se retire de la Presidencia
Infobae
Multitudinarias asambleas populares en las ciudades bolivianas de La Paz y Santa Cruz (este) rechazaron este jueves la auditoría de las presidenciales iniciada por la OEA y exigieron nuevos comicios, tras la polémica reelección del mandatario Evo Morales, mientras la violencia social no cesa.
Esas asambleas, en las que participaron miles de personas, coincidieron además en seguir protestando con huelgas y bloqueos hasta que sus demandas sean atendidas.
El comité de Santa Cruz pidió también la renuncia inmediata del presidente Morales y de su vicepresidente, Álvaro García.
Las asambleas de Santa Cruz y La Paz llamaron a “otras elecciones sin Evo Morales”, y la primera pidió que los nuevos comicios se celebren el próximo 15 de diciembre.
En varias regiones del país, como en Santa Cruz, La Paz y Cochabamba (centro), se han registrado desde la semana pasada choques callejeros violentos entre oficialistas y opositores que dejaron dos muertos de bala y más de 140 heridos, según la estatal Defensoría del Pueblo.
La noche del jueves, jóvenes opositores mantuvieron un asedio sobre la plaza de Armas en La Paz, donde se hallan las oficinas de Presidencia, pero policías antimotines los repelieron con gases lacrimógenos.
Entre filas opositoras incluso habían trabajadores mineros que hicieron detonar dinamita de pequeñas dimensiones, causando susto entre la ciudadanía.
Morales insistió este jueves en que la oposición puso en marcha un “golpe de Estado” que “ha fracasado”, pero luego propuso una tregua hasta que concluya la revisión técnica de la Organización de Estados Americanos (OEA), en un planteo que fue rechazado.
Auditoria de la OEA
La auditoría técnica vinculante de la OEA demandará “un tiempo aproximado de dos semanas”, informó en La Paz el canciller boliviano Diego Pary, acompañado del jefe de la misión de la OEA, Arturo Espinoza, quien expresó que el grupo hará “un trabajo eminentemente técnico y profesional”.
La revisión del escrutinio por un equipo de 30 técnicos fue acordada entre el gobierno boliviano y el secretario general de la OEA, Luis Almagro, pero la oposición la rechaza y manifiesta su desconfianza sobre la imparcialidad del organismo internacional.
La misión de la OEA revisará cuatro aspectos de los comicios: verificación de cómputos (actas y papeletas), verificación del proceso informático, el componente estadístico y las proyecciones, y la cadena de custodia de la votación.
Una interrogante es qué hará la oposición cuando la misión de la OEA entregue su informe, que será vinculante.
Mensaje de Luis Fernando Camacho
“No aceptamos la auditoría en los actuales términos pactados unilateralmente” entre la OEA y el gobierno, dijo el opositor Carlos Mesa, segundo en los comicios de acuerdo al escrutinio oficial.
El recuento de votos que hizo el Tribunal Supremo Electoral (TSE) quedó en el ojo de la tormenta al haber utilizado dos sistemas tecnológicos que causaron sospechas por haber mostrado contradicciones, según críticos y opositores.
El primer sistema de conteo rápido sugería que habría una segunda vuelta entre Morales y Mesa, pero el segundo -el cómputo oficial definitivo- dio a Morales como ganador en primera vuelta con el 47,08 votos, frente a Mesa con el 36,51%.
De acuerdo a la ley, la diferencia de 10 puntos le permite a Morales, el primer presidente indígena de Bolivia, seguir gobernando hasta 2025.
Previamente, Mesa declaró que “esta movilización debe continuar” hasta doblegar a Morales, pero pidió a sus seguidores que tomen resguardos tras las muertes, el miércoles en la noche, de dos manifestantes opositores que bloqueaban una calle en el poblado oriental de Montero, cercano a Santa Cruz.
Es "imprescindible una investigación inmediata sobre las responsabilidades de quienes son los autores de estas dos muertes, pero no creemos, en absoluto en el Ministerio Público masista" (por el MAS, el partido gobernante), dijo Mesa, un centrista de 66 años que gobernó Bolivia en 2003-2005.
La ONU hizo esta semana “un llamado clamoroso y urgente a los actores políticos, a los sectores sociales, y a todas y todos los bolivianos a reducir tensiones y rechazar todo acto de violencia en estos difíciles momentos que enfrenta el país”.
Infobae
Multitudinarias asambleas populares en las ciudades bolivianas de La Paz y Santa Cruz (este) rechazaron este jueves la auditoría de las presidenciales iniciada por la OEA y exigieron nuevos comicios, tras la polémica reelección del mandatario Evo Morales, mientras la violencia social no cesa.
Esas asambleas, en las que participaron miles de personas, coincidieron además en seguir protestando con huelgas y bloqueos hasta que sus demandas sean atendidas.
El comité de Santa Cruz pidió también la renuncia inmediata del presidente Morales y de su vicepresidente, Álvaro García.
Las asambleas de Santa Cruz y La Paz llamaron a “otras elecciones sin Evo Morales”, y la primera pidió que los nuevos comicios se celebren el próximo 15 de diciembre.
En varias regiones del país, como en Santa Cruz, La Paz y Cochabamba (centro), se han registrado desde la semana pasada choques callejeros violentos entre oficialistas y opositores que dejaron dos muertos de bala y más de 140 heridos, según la estatal Defensoría del Pueblo.
La noche del jueves, jóvenes opositores mantuvieron un asedio sobre la plaza de Armas en La Paz, donde se hallan las oficinas de Presidencia, pero policías antimotines los repelieron con gases lacrimógenos.
Entre filas opositoras incluso habían trabajadores mineros que hicieron detonar dinamita de pequeñas dimensiones, causando susto entre la ciudadanía.
Morales insistió este jueves en que la oposición puso en marcha un “golpe de Estado” que “ha fracasado”, pero luego propuso una tregua hasta que concluya la revisión técnica de la Organización de Estados Americanos (OEA), en un planteo que fue rechazado.
Auditoria de la OEA
La auditoría técnica vinculante de la OEA demandará “un tiempo aproximado de dos semanas”, informó en La Paz el canciller boliviano Diego Pary, acompañado del jefe de la misión de la OEA, Arturo Espinoza, quien expresó que el grupo hará “un trabajo eminentemente técnico y profesional”.
La revisión del escrutinio por un equipo de 30 técnicos fue acordada entre el gobierno boliviano y el secretario general de la OEA, Luis Almagro, pero la oposición la rechaza y manifiesta su desconfianza sobre la imparcialidad del organismo internacional.
La misión de la OEA revisará cuatro aspectos de los comicios: verificación de cómputos (actas y papeletas), verificación del proceso informático, el componente estadístico y las proyecciones, y la cadena de custodia de la votación.
Una interrogante es qué hará la oposición cuando la misión de la OEA entregue su informe, que será vinculante.
Mensaje de Luis Fernando Camacho
“No aceptamos la auditoría en los actuales términos pactados unilateralmente” entre la OEA y el gobierno, dijo el opositor Carlos Mesa, segundo en los comicios de acuerdo al escrutinio oficial.
El recuento de votos que hizo el Tribunal Supremo Electoral (TSE) quedó en el ojo de la tormenta al haber utilizado dos sistemas tecnológicos que causaron sospechas por haber mostrado contradicciones, según críticos y opositores.
El primer sistema de conteo rápido sugería que habría una segunda vuelta entre Morales y Mesa, pero el segundo -el cómputo oficial definitivo- dio a Morales como ganador en primera vuelta con el 47,08 votos, frente a Mesa con el 36,51%.
De acuerdo a la ley, la diferencia de 10 puntos le permite a Morales, el primer presidente indígena de Bolivia, seguir gobernando hasta 2025.
Previamente, Mesa declaró que “esta movilización debe continuar” hasta doblegar a Morales, pero pidió a sus seguidores que tomen resguardos tras las muertes, el miércoles en la noche, de dos manifestantes opositores que bloqueaban una calle en el poblado oriental de Montero, cercano a Santa Cruz.
Es "imprescindible una investigación inmediata sobre las responsabilidades de quienes son los autores de estas dos muertes, pero no creemos, en absoluto en el Ministerio Público masista" (por el MAS, el partido gobernante), dijo Mesa, un centrista de 66 años que gobernó Bolivia en 2003-2005.
La ONU hizo esta semana “un llamado clamoroso y urgente a los actores políticos, a los sectores sociales, y a todas y todos los bolivianos a reducir tensiones y rechazar todo acto de violencia en estos difíciles momentos que enfrenta el país”.