Áñez dice que Bolivia vivió una revolución y no un golpe; pide apoyo internacional para la transición
Este viernes recibió el saludo protocolar del cuerpo diplomático y los organismos internacionales acreditados en Bolivia. La Presidente dijo que lo que hubo en el país fue una "revolución de las pititas".
La Razón Digital / Baldwin Montero / La Paz
En un discurso pronunciado este viernes ante el cuerpo diplomático y organismos internacionales acreditados en Bolivia, la presidenta Jeanine Áñez aseguró que en los últimos días Bolivia vivió "una revolución" para recuperar la democracia y no un golpe de Estado, como asegura el expresidente Evo Morales.
En este contexto, pidió a la comunidad internacional apoyo en la etapa de transición que le tocó conducir hasta que se elija un nuevo gobierno, proceso que se encuentra en marcha con el tratamiento de un proyecto de ley en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP).
“En las últimas semanas el pueblo boliviano se manifestó pacíficamente exigiendo el retorno pleno de la democracia, el respeto a su voto y a sus derechos ciudadanos. Por eso, en nombre del pueblo boliviano, que se manifestó durante más de 20 días, quiero ser absolutamente enfática y clara: Bolivia no vivió un golpe de Estado, en Bolivia se vivió una revolución pacífica liderada por nuestra ciudadanía, sobre todo por nuestros jóvenes”, afirmó.
Morales, que tras anunciar su renuncia se asiló en México, denunció que sufrió un golpe de Estado ejecutado en complicidad entre el movimiento cívico, políticos de la derecha, la Policía Boliviana y las Fuerzas Armadas, al que posteriormente se sumó la Organización de Estados Americanos (OEA), que presentó con anticipación un informe de auditoría que encontró irregularidades en la elección del 20 de octubre.
Áñez insistió en que se trató de una “revolución de las pititas”, aludiendo la forma en que comenzaron los bloqueos de protesta que denunciaban fraude en los esos comicios. “El expresidente Evo Morales renunció luego de estas masivas protestas pacíficas y luego de que todo el país rechazara el fraude comprobado, cometido en las elecciones del 20 de octubre”, afirmó.
Uruguay: Almagro se ha excedido al reconocer al gobierno “de facto” de Áñez
Aseguró además que asumió el mando respetando la sucesión constitucional en un proceso avalado por el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP). Morales sostiene, sin embargo, que es una presidenta ilegal y “autoproclamada”.
Tras exponer estos argumentos, la presidenta pidió a la comunidad internacional acompañar el proceso de transición en Bolivia para garantizar la solidez del proceso de elección del nuevo Gobierno.
Pedimos a los países amigos y organizaciones internacionales que nos apoyen en esta compleja misión (…) Necesitamos de la comunidad internacional, necesitamos que la comunidad internacional sea garante de este proceso sensitivo, en el que tenemos que armar un equilibrio frágil, pero posible; por ello, exhortamos a la comunidad internacional a que nos apoye
Antes, en representación del cuerpo diplomático, hizo uso de la palabra el nuncio apostólico de la Santa Sede en Bolivia, monseñor Angelo Accatino, quien expresó su respaldo a la Jefe de Estado.
“Como representantes diplomáticos, excelentísima presidenta, la acompañamos en este proceso breve, pero importantísimo, en el marco del más profundo respeto a las opciones que expresarán los ciudadanos en las urnas, con plena y absoluta libertad”, afirmó.
La Razón Digital / Baldwin Montero / La Paz
En un discurso pronunciado este viernes ante el cuerpo diplomático y organismos internacionales acreditados en Bolivia, la presidenta Jeanine Áñez aseguró que en los últimos días Bolivia vivió "una revolución" para recuperar la democracia y no un golpe de Estado, como asegura el expresidente Evo Morales.
En este contexto, pidió a la comunidad internacional apoyo en la etapa de transición que le tocó conducir hasta que se elija un nuevo gobierno, proceso que se encuentra en marcha con el tratamiento de un proyecto de ley en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP).
“En las últimas semanas el pueblo boliviano se manifestó pacíficamente exigiendo el retorno pleno de la democracia, el respeto a su voto y a sus derechos ciudadanos. Por eso, en nombre del pueblo boliviano, que se manifestó durante más de 20 días, quiero ser absolutamente enfática y clara: Bolivia no vivió un golpe de Estado, en Bolivia se vivió una revolución pacífica liderada por nuestra ciudadanía, sobre todo por nuestros jóvenes”, afirmó.
Morales, que tras anunciar su renuncia se asiló en México, denunció que sufrió un golpe de Estado ejecutado en complicidad entre el movimiento cívico, políticos de la derecha, la Policía Boliviana y las Fuerzas Armadas, al que posteriormente se sumó la Organización de Estados Americanos (OEA), que presentó con anticipación un informe de auditoría que encontró irregularidades en la elección del 20 de octubre.
Áñez insistió en que se trató de una “revolución de las pititas”, aludiendo la forma en que comenzaron los bloqueos de protesta que denunciaban fraude en los esos comicios. “El expresidente Evo Morales renunció luego de estas masivas protestas pacíficas y luego de que todo el país rechazara el fraude comprobado, cometido en las elecciones del 20 de octubre”, afirmó.
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Aseguró además que asumió el mando respetando la sucesión constitucional en un proceso avalado por el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP). Morales sostiene, sin embargo, que es una presidenta ilegal y “autoproclamada”.
Tras exponer estos argumentos, la presidenta pidió a la comunidad internacional acompañar el proceso de transición en Bolivia para garantizar la solidez del proceso de elección del nuevo Gobierno.
Pedimos a los países amigos y organizaciones internacionales que nos apoyen en esta compleja misión (…) Necesitamos de la comunidad internacional, necesitamos que la comunidad internacional sea garante de este proceso sensitivo, en el que tenemos que armar un equilibrio frágil, pero posible; por ello, exhortamos a la comunidad internacional a que nos apoye
Antes, en representación del cuerpo diplomático, hizo uso de la palabra el nuncio apostólico de la Santa Sede en Bolivia, monseñor Angelo Accatino, quien expresó su respaldo a la Jefe de Estado.
“Como representantes diplomáticos, excelentísima presidenta, la acompañamos en este proceso breve, pero importantísimo, en el marco del más profundo respeto a las opciones que expresarán los ciudadanos en las urnas, con plena y absoluta libertad”, afirmó.