Zidane ya ve el camino

Repitió un once por primera vez este curso y le dio resultado. Valverde y Rodrygo, sus grandes aportaciones para levantar el rendimiento blanco.

Manu de Juan
As
Zidane se estaba distinguiendo esta temporada por su falta de definición a la hora de establecer un once de gala, un equipo titular con el que salir a jugar una final mañana mismo, si es necesario. En los doce primeros partidos del curso había probado con doce alineaciones iniciales diferentes, nada menos. La columna vertebral (Courtois, Ramos, Casemiro, Kroos, Benzema...) estaba bastante clara, pero varios puestos presentaban algunas dudas que, con el paso de los partidos, se van despejando.


Los dos últimos envites blancos se han saldado con victorias, ante el Galatasaray en Estambul (0-1) y ante el Leganés en el Bernabéu (5-0). En los dos partidos, el buen juego blanco fue una constante, aunque en el primero faltó mucho acierto (27 tiros, 14 a puerta, sólo un gol) y en el segundo sobró (12 disparos, 10 a puerta). El factor común a ambos duelos es el mismo once titular, compuesto por Courtois; Carvajal, Varane, Ramos, Marcelo; Valverde, Casemiro, Kroos; Rodrygo, Benzema y Hazard. A día de hoy, es el once de gala de Zidane para este Madrid 2019-20.

El puesto de Courtois nunca estuvo en duda, aunque el tiempo fuera por aquel problema de gastroenteritis aguda le ha venido bien para ganar confianza y alejar las dudas generadas en el Bernabéu. Ante el Leganés tuvo que escuchar algún pito al inicio, pero acabó el partido aplaudido por la gran mayoría de los presentes y cuajó una actuación muy decente: hizo tres paradas, la primera de ellas muy importante para evitar que Óscar anotase el 3-1 que habría dado impulso al Leganés para pelear por el partido; en la segunda parte negó de nuevo al Lega la posibilidad de marcharse del Bernabéu con el gol de la honra.

En la defensa, tres de los cuatro puestos, los de Carvajal, Varane y Ramos, también están bien claros; sólo el lateral izquierdo admitía dudas, pero Zidane las ha despejado rápidamente. Ante el Galatasaray se la jugaba en Champions y tiró de uno de sus capitanes y contra el Leganés repitió. Poco parece importarle que el club haya invertido 48 millones en una alternativa como Mendy, que apenas acumula 270 minutos este curso (aunque ha estado prácticamente un mes lesionado). En su intento por insuflar vida a este Madrid, Zidane cuenta con Marcelo, que también viene mejorando sus prestaciones, aunque también mantiene ciertas desatenciones atrás que, en el pasado, han costado puntos y goles.

En el mediocampo, parece consumarse del todo el relevo generacional: sale Modric y entra Valverde. A sus 34 años, el croata parece que queda para momentos concretos, para partidos a favor de obra o para situaciones en las que la experiencia sea un evidente punto a favor. Para todo lo demás, el uruguayo es el hombre elegido. A Zidane siempre le gustó, no lo escondió el curso pasado, en los pocos partidos que dirigió al Madrid tras relevar a Solari, y esta temporada lo está reafirmando. El despliegue físico y táctico de Valverde es lo que más valora Zidane; no en vano, su presencia junto a Casemiro refuerza la línea medular y previene las situaciones de inferioridad al contragolpe que tanto daño le han hecho al Madrid últimamente.

"Si juega es por algo. Siempre ha demostrado que es importante, pensamos en su futuro. Pero ya es el presente. Lo está haciendo bien. A mí lo que me impresiona es que es fuerte, rápido, pero también es muy contundente. Cuando tiene que ir a por un balón, va a por todas. En defensa y en ataque", dijo Zidane en la rueda de Prensa posterior a la manita sobre el Leganés en relación a Valverde, nuevo integrante del tridente medular blanco. El uruguayo ha entrado en él y tiene poca pinta de que vaya a salir, sobre todo considerando que, además, es lo más cercano a un sustituto de Casemiro que hay en la plantilla blanca.

Y en el ataque, dos puestos también estaban garantizados, los de Benzema y Hazard. El primero, por motivos evidentes; a Zidane siempre le ha encantado su compatriora, hasta en los tiempos en los que su rendimiento no justificaba que jugase, lo seguía haciendo de forma constante. Pero es que además ahora Benzema se está ganando cada minuto que tiene con goles, asistencias y con un estado de gracia general del que el Madrid depende muchísimo. Ante el Leganés hizo un tanto y dio en bandeja otros dos. En total lleva siete goles este curso, todos en LaLiga. Sumar más en partidos de alto nivel (PSG, Atlético, etc) es su tarea pendiente.

Luego está Hazard, un fichaje de 100 millones de euros que sigue sin dar todo lo esperado, pero que está en camino de conseguirlo. Ante el Leganés provocó el penalti que acabó en el 3-0, participó en la jugada del primer gol y sobre él fueron siete de las 12 faltas que realizó el equipo de Luis Cembranos. El tercer puesto del tridente de ataque era para Bale, que arrancó el curso con buen tono en ataque, mucho compromiso defensivo y sensación general de que podía haber redención para él, pero todo eso se ha venido abajo con su viaje a Londres (con permiso del club, pero con el resto del equipo entrenándose en Valdebebas) y con su nueva lesión, un edema en el sóleo izquierdo del cual el Madrid no ha informado por petición expresa del jugador, que no quiere que se emitan partes médicos relacionados con él.

Ante la baja de Bale, se ha abierto el cásting en la derecha y ese cásting lo está ganando claramente Rodrygo. El brasileño, con sólo 18 años y apenas unos meses en España, le ha ganado claramente la partida a Vinicius. Lleva dos goles en sólo 133 minutos en LaLiga, una aportación que no es menor considerando las dificultades de este equipo para anotar. Trabajó con un preparador personal durante todo el verano para llegar a punto a la pretemporada y también decidió tomar clases de español desde que se hizo oficial su fichaje, patente a la vista de cómo se expresa ante los medios de comunicación, ya desde el día de su presentación.

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