Un poco de autocrítica, Boca
Juampi Reynoso
As
Lo primero que hay que dejar en claro es que, para quien escribe, Boca no perdió por el arbitraje, la tecnología, el VAR y todo eso que se lee en las redes sociales. River jugó mejor al fútbol, por eso fue más y se llevó el triunfo en la primera semifinal. El partido se quebró por una falta infantil de Emmanuel Mas, quien se arrojó bruscamente dentro del área y cometió penal. A partir de ahí, el plan de Gustavo Alfaro se desmoronó y el Xeneize nunca más hizo pie en el desarrollo del juego, más allá de que los primeros 45 minutos fueron parejos y tuvo alguna que otra chance para igualar los tantos.
Como si todo esto fuese poco, al finalizar el encuentro Ramón Ábila y el entrenador hablaron en conferencia de prensa. Que los jugadores de River se tiraron, que el VAR siempre llama para un solo lado, que ellos practican simulación, etcétera, etcétera. De juego hablaron poco y nada. Parece que los golpes duros de los últimos años no sirvieron de nada, ya que Boca sigue sin hacer autocrítica cuando juega mal y cae derrotado. Decir que las cosas no te salieron como planeabas o que el adversario fue mejor, no es pecado. Es parte del fútbol y está permitido.
El próximo 22 de octubre, la gente llenará la Bombonera y el equipo deberá responderle. Se puede ganar o perder, clasificar o quedar eliminados, pero este plantel tiene la obligación de representar con hidalguía y altura la camiseta azul y oro. En lo posible adentro de la cancha, no en los micrófonos.
As
Lo primero que hay que dejar en claro es que, para quien escribe, Boca no perdió por el arbitraje, la tecnología, el VAR y todo eso que se lee en las redes sociales. River jugó mejor al fútbol, por eso fue más y se llevó el triunfo en la primera semifinal. El partido se quebró por una falta infantil de Emmanuel Mas, quien se arrojó bruscamente dentro del área y cometió penal. A partir de ahí, el plan de Gustavo Alfaro se desmoronó y el Xeneize nunca más hizo pie en el desarrollo del juego, más allá de que los primeros 45 minutos fueron parejos y tuvo alguna que otra chance para igualar los tantos.
Como si todo esto fuese poco, al finalizar el encuentro Ramón Ábila y el entrenador hablaron en conferencia de prensa. Que los jugadores de River se tiraron, que el VAR siempre llama para un solo lado, que ellos practican simulación, etcétera, etcétera. De juego hablaron poco y nada. Parece que los golpes duros de los últimos años no sirvieron de nada, ya que Boca sigue sin hacer autocrítica cuando juega mal y cae derrotado. Decir que las cosas no te salieron como planeabas o que el adversario fue mejor, no es pecado. Es parte del fútbol y está permitido.
El próximo 22 de octubre, la gente llenará la Bombonera y el equipo deberá responderle. Se puede ganar o perder, clasificar o quedar eliminados, pero este plantel tiene la obligación de representar con hidalguía y altura la camiseta azul y oro. En lo posible adentro de la cancha, no en los micrófonos.
