Trump y López Obrador sostuvieron una llamada sobre la fallida detención del hijo de “El Chapo”, Ovidio Guzmán

“Le agradezco el respeto a nuestra soberanía y su voluntad por mantener una política de buena vecindad", escribió Andrés Manuel López Obrador en su Twitter

Infobae
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, informó que su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, le expresó su solidaridad por los hechos ocurridos en Culiacán, Sinaloa, tras el enfrentamiento desatado por la captura y liberación del hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, Ovidio.


El mandatario mexicano escribió en su cuenta de Twitter que recibió la llamada telefónica de Donald Trump y conversaron sobre los detalles del operativo fallido, durante el cual no se concretó la captura de Ovidio Guzmán.

“Le agradezco el respeto a nuestra soberanía y su voluntad por mantener una política de buena vecindad, sustentada en la cooperación para el desarrollo y el bienestar de nuestros pueblos”, indicó López Obrador esta mañana.

AMLO publicó este mensaje con una fotografía en la que aparece acompañado por el canciller de México, Marcelo Ebrard, quien dijo que esta llamada fue para establecer acciones que detengan el tráfico ilegal de armas hacia el país.

“Le dijo: ‘Quiero comentarle que usando tecnología los dos países cerremos la frontera, congelemos el tráfico de armas que es lo que está causando bajas como las que usted acaba de ver’ y la respuesta del presidente Trump fue que a él le parecía muy bien que se puede hacer mediante tecnología, hoy existe, la tenemos al alcance para lograr ese objetivo”, detalló el canciller mexicano, según Excélsior.

Ebrard apoyó incondicionalmente al gabinete de seguridad después de que la operación por detener al “Chapito” se vio frustrada.

En su cuenta de Twitter escribió: “En este momento hay que cerrar filas, respaldar al Presidente López Obrador sin mezquindades y alentar a nuestro Ejército y Guardia Nacional. La prudencia es inteligencia y camino para la eficacia. México Vencerá”.

The Washington Post informó ayer que después de los impactantes sucesos del jueves, que derivaron en la liberación de Guzmán López, la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) se reunió con las autoridades mexicanas, para discutir las nuevas acciones a tomar para enfrentar las consecuencias de este operativo fallido.

Ovidio enfrenta cargos en Estados Unidos por conspiración para traficar drogas desde 2008. Aunque el gobierno norteamericano no reconoce a los “Chapitos” como cabezas del Cártel de Sinaloa, los tiene en la mira por su papel en el control del narcomenudeo en la zona.

El embajador de Estados Unidos de América en México, Christopher Landau, expresó ayer su solidaridad total con las fuerzas de seguridad de México, y reiteró que su gobierno está dispuesto a luchar contra el crimen organizado transnacional.

“Dediquemos nuestra energía a derrotar a los delincuentes que nos amenazan a todos. Juntos podemos”, sentenció el diplomático hoy en su cuenta de Twitter.

La administración de López Obrador se encuentra en medio de la polémica por liberar al presunto narcotraficante, Ovidio Guzmán, para evitar más violencia en las calles de Culiacán, Sinaloa. Con esta acción, según la opinión pública, el gobierno se dobló ante las exigencias del Cártel de Sinaloa.

La tarde del jueves, las autoridades de la capital sinaloense vivieron una de las derrotas más dolorosas en la historia moderna, al ser sometidos por sicarios del grupo criminal que fue comandado por Joaquín “El Chapo” Guzmán.

Una patrulla militar detuvo a Ovidio Guzmán López, hijo del Chapo Guzmán, pero luego de varias horas abandonó la operación para evitar represalias contra la población de Culiacán, capital del noroccidental estado mexicano de Sinaloa.

Las células del cártel de Sinaloa, controlado por los hijos del Chapo y por Ismael “el Mayo” Zambada, desataron una oleada de violencia con bloqueos en los accesos a la ciudad, autobuses de pasajeros, camiones de carga y automóviles incendiados. También provocaron una fuga de medio centenar de reos de la cárcel de Aguarato y desataron balaceras que forzaron a los ciudadanos a mantenerse encerrados en sus casas, sus trabajos y en negocios.

Las autoridades han dado varias versiones sobre lo ocurrido en las calles de Culiacán. La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana primero informó que, mientras 30 miembros de la Guardia Nacional realizaban un patrullaje de rutina fueron agredidos desde una vivienda, donde había cuatro personas, entre ellas el hijo del Chapo Guzmán y presunto operador del Cártel de Sinaloa, Ovidio Guzmán, alias “El Ratón”.

Al repeler la agresión, las fuerzas federales lograron la aprehensión del Chapito, la cual se frustró por la intervención de varios grupos que los rodearon y realizaron acciones violentas contra la ciudadanía para evitar la detención.

Horas después el presidente Andrés Manuel López Obrador justificó la liberación y dijo en su conferencia matutina: “Se trató de un operativo que realizó el Ejército, a partir de una orden de aprehensión de un presunto delincuente, pero como ya lo expliqué, hubo una reacción muy violenta y se ponía en riesgo la vida de mucha gente”.

El mandatario recalcó: “Tomaron decisiones que yo avalo, que yo respaldo, porque se tornó muy difícil la situación y estaban en riesgo muchos ciudadanos, muchas personas, muchos seres humanos y se decidió proteger la vida de las personas y yo estuve de acuerdo con eso, porque no se trata de masacres. No puede valer más la captura de un delincuente que la vida de las personas".

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