Tras los disturbios que dejaron 18 muertos en Irak, cerraron un paso fronterizo clave con Irán y el régimen persa pidió “calmar” la situación

Miles de iraníes ya habían comenzado la gran peregrinación anual chiita a la tumba del imán Husein, al sur del vecino país. En tres días de protestas antigubernamentales, se registran también 800 heridos

Infobae
Las autoridades de Irán cerraron este jueves un paso fronterizo con Irak y pidieron a los peregrinos iraníes que retrasen su viaje al país árabe debido a las actuales protestas, en las que ya han muerto al menos 18 personas.


El cruce de Josraví entre ambos países quedó clausurado hasta nuevo aviso a petición del Gobierno iraquí por motivos de seguridad, pero se mantienen abiertos los otros pasos fronterizos.

El director de la Organización de Peregrinación de la provincia iraní de Azerbaiyán Occidental, Mohamadreza Nadirí, explicó a la agencia oficial IRNA que el punto fronterizo de Mehran se utilizará como sustituto al del Josraví. Junto a éste, también están abiertos a los peregrinos iraníes que estos días acuden a Irak los cruces de Chazabeh y Shalamcheh, pero el de Josraví es el más próximo a las ciudades iraquíes de Nayaf y Kerbala.

Estas dos ciudades santas iraquíes son el destino de los peregrinos iraníes durante la festividad del Arbain, que se celebra 40 días después del aniversario del martirio del tercer imán chií Husein, nieto del profeta Mahoma. Por ello, el Ministerio de Exteriores de Irán pidió a los peregrinos iraníes que pospongan sus viajes a Irak hasta que mejore allí la situación y que presten atención a las advertencias de seguridad de las autoridades.

Miles de iraníes ya habían comenzado la gran peregrinación anual chiita a la tumba en Kerbala, 110 km al sur de Bagdad, que finaliza el 17 de octubre. En 2018, aproximadamente 1,8 millones de iraníes hicieron la peregrinación de Arbain.

Según el comunicado de Exteriores, la República Islámica lamenta los disturbios registrados en Irak y espera que el Gobierno iraquí tome las medidas oportunas para “calmar” la situación. Además, el régimen persa advirtió de que estas protestas van en detrimento de la nación iraquí y “permiten a los extranjeros aprovechar la situación”.

Desde la caída del régimen de Sadam Husein en 2003, Irán ha estrechado sus lazos con el Gobierno chiita de Bagdad y ha aumentado su influencia en Irak mediante el apoyo a milicias de esa rama del islam.

El descontento social generado por la corrupción, el desempleo y unos servicios públicos insuficientes ha dado lugar a un movimiento espontáneo, no encabezado por ningún partido ni ningún líder político o religioso, algo inédito en Irak. Este jueves es el tercer día consecutivo de protestas para reclamar mejores servicios básicos en el país, que han derivado en choques entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad, que se han saldado por ahora con 18 muertos y 800 heridos.

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