Tensión en Bolivia: el lento avance del conteo de votos mantiene el triunfo de Evo Morales y aumentan los reclamos de la oposición
El registro rápido de actas se mantiene al 95% y el avance del escrutinio definitivo, más lento, añade incertidumbre al país. Los comités cívicos denunciaron un fraude electoral y convocaron a una huelga por tiempo indeterminado en todo el país
Infobae
Los resultados electorales parciales en Bolivia se muestran casi inamovibles este martes, luego del avance publicado la noche del lunes que mostró una ventaja de Evo Morales suficiente para proclamarlo ganador de los comicios, frente a los reclamos de la oposición que denuncia un fraude.
El conteo rápido del Órgano Electoral, al 95.63% de actas verificadas, muestra una distancia de 10,11 puntos entre el presidente (46,85%) y el opositor Carlos Mesa (36,74%). Los votos emitidos en territorio boliviano llevarían a una segunda vuelta, pero los votos del extranjero estiraron la ventaja del líder izquierdista por encima de la barrera de 10 puntos, necesaria para evitar un balotaje. Hasta el momento, según el conteo rápido, Mesa queda a solo 6 mil votos de la meta, entre un electorado de 7 millones de bolivianos.
En simultáneo, también avanza el cómputo general de las actas, que avanza más lento y, al 81,6% de actas escrutadas, muestra una ventaja de Morales 4,3 puntos. La distancia se alargaría en el último tramo por el procesamiento de los votos rurales, pero la oposición denuncia que el margen estadístico no permite revertir la tendencia y asegura que se trataría de un fraude.
Sindicatos, organizaciones empresariales y ciudadanos llevan adelante nuevas protestas para este martes, realizadas frente a los centros de conteo de votos. Las manifestaciones se prevén mayores y más organizadas que en la víspera, donde no faltó agitación: en Sucre (sureste) y en Potosí (suroeste), enardecidas muchedumbres incendiaron los tribunales electorales departamentales.
En La Paz se registraron choques con la policía, mientras la oficina del partido gobernante, el Movimiento Al Socialismo (MAS) fue destruida en Oruro (sur). Los incidentes también alcanzaron ciudades del centro, sur y norte del país. En Riberalta, departamento Beni (noreste), los manifestantes destruyeron una estatua del fallecido caudillo venezolano Hugo Chávez, aliado de Morales.
Fernando Camacho, presidente del poderoso Comité Pro-Santa Cruz (rica región del este del país), un colectivo que agrupa desde empresarios hasta asociaciones de vecinos, llamó a “bloquear el país”.
“Hemos decidido parar indefinidamente hasta que se respete la democracia”, afirmó Camacho. La medida, que se pone en marcha las 0:00 de este miércoles, surge tras las denuncias de un “fraude electoral” y a la convocatoria llegaron también representantes cívicos de Potosí, La Paz y Tarija, además de otros candidatos opositores como Oscar Ortiz y Chi Hyun Chung.
La influyente plataforma civil Conade, que reúne comités cívicos de todo el país, anunció también “resistencia civil” ante la posible victoria de Morales. Su líder, Waldo Albarracín, que recibió un golpe en la cabeza en una trifulca callejera con oficialistas, denunció que “se consuma un fraude monumental”.
Ante el clima de violencia, la Iglesia católica llamó a "la paz y serenidad" y urgió al TSE "cumplir con su deber de árbitro imparcial".
La ventaja de Morales fue cuestionada por la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA), que observa las presidenciales y legislativas del domingo.
Por su parte, Estados Unidos acusó al Tribunal Supremo Electoral (TSE) de tratar de “subvertir la democracia en Bolivia” y lo instó a “restaurar la credibilidad” del escrutinio. La Unión Europea, en tanto, exigió “respetar la voluntad del pueblo boliviano”. También España, Argentina, Brasil y Colombia expresaron inquietudes sobre la marcha del conteo de votos en Bolivia, que vivió una jornada violenta el lunes, en la que manifestantes quemaron urnas y sedes electorales.
“No vamos a reconocer esos resultados que son parte de un fraude consumado de manera vergonzosa y que está colocando a la sociedad boliviana en una situación de tensión innecesaria”, declaró Mesa la noche del lunes. Historiador, periodista y ex presidente (2003-2005) de 66 años, llamó a una “movilización ciudadana” hasta que se difunda el resultado definitivo.
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Los resultados electorales parciales en Bolivia se muestran casi inamovibles este martes, luego del avance publicado la noche del lunes que mostró una ventaja de Evo Morales suficiente para proclamarlo ganador de los comicios, frente a los reclamos de la oposición que denuncia un fraude.
El conteo rápido del Órgano Electoral, al 95.63% de actas verificadas, muestra una distancia de 10,11 puntos entre el presidente (46,85%) y el opositor Carlos Mesa (36,74%). Los votos emitidos en territorio boliviano llevarían a una segunda vuelta, pero los votos del extranjero estiraron la ventaja del líder izquierdista por encima de la barrera de 10 puntos, necesaria para evitar un balotaje. Hasta el momento, según el conteo rápido, Mesa queda a solo 6 mil votos de la meta, entre un electorado de 7 millones de bolivianos.
En simultáneo, también avanza el cómputo general de las actas, que avanza más lento y, al 81,6% de actas escrutadas, muestra una ventaja de Morales 4,3 puntos. La distancia se alargaría en el último tramo por el procesamiento de los votos rurales, pero la oposición denuncia que el margen estadístico no permite revertir la tendencia y asegura que se trataría de un fraude.
Sindicatos, organizaciones empresariales y ciudadanos llevan adelante nuevas protestas para este martes, realizadas frente a los centros de conteo de votos. Las manifestaciones se prevén mayores y más organizadas que en la víspera, donde no faltó agitación: en Sucre (sureste) y en Potosí (suroeste), enardecidas muchedumbres incendiaron los tribunales electorales departamentales.
En La Paz se registraron choques con la policía, mientras la oficina del partido gobernante, el Movimiento Al Socialismo (MAS) fue destruida en Oruro (sur). Los incidentes también alcanzaron ciudades del centro, sur y norte del país. En Riberalta, departamento Beni (noreste), los manifestantes destruyeron una estatua del fallecido caudillo venezolano Hugo Chávez, aliado de Morales.
Fernando Camacho, presidente del poderoso Comité Pro-Santa Cruz (rica región del este del país), un colectivo que agrupa desde empresarios hasta asociaciones de vecinos, llamó a “bloquear el país”.
“Hemos decidido parar indefinidamente hasta que se respete la democracia”, afirmó Camacho. La medida, que se pone en marcha las 0:00 de este miércoles, surge tras las denuncias de un “fraude electoral” y a la convocatoria llegaron también representantes cívicos de Potosí, La Paz y Tarija, además de otros candidatos opositores como Oscar Ortiz y Chi Hyun Chung.
La influyente plataforma civil Conade, que reúne comités cívicos de todo el país, anunció también “resistencia civil” ante la posible victoria de Morales. Su líder, Waldo Albarracín, que recibió un golpe en la cabeza en una trifulca callejera con oficialistas, denunció que “se consuma un fraude monumental”.
Ante el clima de violencia, la Iglesia católica llamó a "la paz y serenidad" y urgió al TSE "cumplir con su deber de árbitro imparcial".
La ventaja de Morales fue cuestionada por la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA), que observa las presidenciales y legislativas del domingo.
Por su parte, Estados Unidos acusó al Tribunal Supremo Electoral (TSE) de tratar de “subvertir la democracia en Bolivia” y lo instó a “restaurar la credibilidad” del escrutinio. La Unión Europea, en tanto, exigió “respetar la voluntad del pueblo boliviano”. También España, Argentina, Brasil y Colombia expresaron inquietudes sobre la marcha del conteo de votos en Bolivia, que vivió una jornada violenta el lunes, en la que manifestantes quemaron urnas y sedes electorales.
“No vamos a reconocer esos resultados que son parte de un fraude consumado de manera vergonzosa y que está colocando a la sociedad boliviana en una situación de tensión innecesaria”, declaró Mesa la noche del lunes. Historiador, periodista y ex presidente (2003-2005) de 66 años, llamó a una “movilización ciudadana” hasta que se difunda el resultado definitivo.