SALZBURGO 2 - NÁPOLES 3 / 'MaraMertens' e Insigne responden a Haland
El Nápoles mantiene el liderato de su grupo ganando al Salzburg a domicilio. Mertens, con un doblete, superó a Maradona (116 goles) e Insigne firmó el tanto del triunfo. Haland no deja de marcar: lleva seis dianas en tres jornadas de Champions.
Mirko Calemme
As
El Nápoles triunfó en el campo del Salzburg tras un enfrentamiento infinito, ante un rival muy serio que demostró porque supo quedarse invicto como local durante 19 partidos europeos consecutivos. El 2-3 mantiene a los sureños en el primer puesto del grupo por delante del Liverpool y deja definitivamente atrás la crisis de resultados que vivieron antes del último parón.
Ancelotti, como en Genk, volvió a renunciar a Lorenzo Insigne, que empezó en el banquillo: en su lugar salió de inicio Lozano, que una vez más estuvo apagado. Muy enchufado, en cambio, estaba como siempre Haaland, que dejó claras sus intenciones con un golazo al primer toque que fue anulado con la ayuda del VAR por un claro fuera de juego.
Los italianos, tras el susto, continuaron al ataque y lograron el 0-1. Lo construyeron justo Callejón y Mertens, que recibieron en estos días un par de pullas desde el presidente De Laurentiis debidas a las negociaciones por su renovación: el español, con la cabeza, firmó su asistencia número 73 en 315 partidos, y el belga fulminó a Stankovic, alcanzando a Maradona con 115 goles napolitanos. Ambos, en Nápoles desde 2013, ya son leyendas del club.
El equipo de Jesse Marsch, descarado, intenso, y con cuatro delanteros, reaccionó con vehemencia: Meret tuvo que volver a mostrar su enorme talento con tres paradones para evitar el empate, pero no pudo neutralizar el penalti que causó Malcuit sobre Hwang. Obviamente, lo realizó Haaland.
En el comienzo de la segunda parte los locales parecieron haber terminado la gasolina, tras 45 minutos con una intensidad descomunal: en el 64’, el mismo Malcuit se hizo perdonar con un centro raso que encontró en el corazón del área a Mertens, cuyo potente derechazo valió el 1-2 y el segundo puesto como mejor marcador azzurro de todos los tiempos, superando a Maradona. Le quedan solo cinco para igualar a Marek Hamsik.
Ya que se hablaba de récords, Haaland no quiso quedarse atrás y aprovechando un centro de Junuzovic y la libertad que le regaló Koulibaly, cabeceó en la red el 2-2, alcanzando seis dianas en tres jornadas de Champions, 13 en 19 partidos de este curso. Menos de diez minutos antes, sin embargo, había saltado al campo Insigne en lugar de Lozano. Y el italiano, prácticamente mientras los austriacos celebraban el empate, volvió a adelantar a los suyos tras un pase largo de Koulibaly y un centro del imparable Mertens. Nada más marcar, el delantero corrió hacía el banquillo de Ancelotti, cancelando con un enorme abrazo los rumores sobre su complicada relación.
Quedaban 20 minutos, pero esta vez el Nápoles, con la ayuda de Llorente y Elmas, consiguió dormir el partido y no sufrir más sustos, llevándose una victoria fundamental para su temporada. Que, a partir de esta noche, puede cambiar de cara.
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El Nápoles triunfó en el campo del Salzburg tras un enfrentamiento infinito, ante un rival muy serio que demostró porque supo quedarse invicto como local durante 19 partidos europeos consecutivos. El 2-3 mantiene a los sureños en el primer puesto del grupo por delante del Liverpool y deja definitivamente atrás la crisis de resultados que vivieron antes del último parón.
Ancelotti, como en Genk, volvió a renunciar a Lorenzo Insigne, que empezó en el banquillo: en su lugar salió de inicio Lozano, que una vez más estuvo apagado. Muy enchufado, en cambio, estaba como siempre Haaland, que dejó claras sus intenciones con un golazo al primer toque que fue anulado con la ayuda del VAR por un claro fuera de juego.
Los italianos, tras el susto, continuaron al ataque y lograron el 0-1. Lo construyeron justo Callejón y Mertens, que recibieron en estos días un par de pullas desde el presidente De Laurentiis debidas a las negociaciones por su renovación: el español, con la cabeza, firmó su asistencia número 73 en 315 partidos, y el belga fulminó a Stankovic, alcanzando a Maradona con 115 goles napolitanos. Ambos, en Nápoles desde 2013, ya son leyendas del club.
El equipo de Jesse Marsch, descarado, intenso, y con cuatro delanteros, reaccionó con vehemencia: Meret tuvo que volver a mostrar su enorme talento con tres paradones para evitar el empate, pero no pudo neutralizar el penalti que causó Malcuit sobre Hwang. Obviamente, lo realizó Haaland.
En el comienzo de la segunda parte los locales parecieron haber terminado la gasolina, tras 45 minutos con una intensidad descomunal: en el 64’, el mismo Malcuit se hizo perdonar con un centro raso que encontró en el corazón del área a Mertens, cuyo potente derechazo valió el 1-2 y el segundo puesto como mejor marcador azzurro de todos los tiempos, superando a Maradona. Le quedan solo cinco para igualar a Marek Hamsik.
Ya que se hablaba de récords, Haaland no quiso quedarse atrás y aprovechando un centro de Junuzovic y la libertad que le regaló Koulibaly, cabeceó en la red el 2-2, alcanzando seis dianas en tres jornadas de Champions, 13 en 19 partidos de este curso. Menos de diez minutos antes, sin embargo, había saltado al campo Insigne en lugar de Lozano. Y el italiano, prácticamente mientras los austriacos celebraban el empate, volvió a adelantar a los suyos tras un pase largo de Koulibaly y un centro del imparable Mertens. Nada más marcar, el delantero corrió hacía el banquillo de Ancelotti, cancelando con un enorme abrazo los rumores sobre su complicada relación.
Quedaban 20 minutos, pero esta vez el Nápoles, con la ayuda de Llorente y Elmas, consiguió dormir el partido y no sufrir más sustos, llevándose una victoria fundamental para su temporada. Que, a partir de esta noche, puede cambiar de cara.
