River y Flamengo, a un paso de la final de la Copa Libertadores
Después de los partidos de ida de las semifinales de la Copa Libertadores, el Millonario y el Mengão tienen pie y medio en la final de Santiago de Chile.
Marta Marañón Alarcia
As
River y Flamengo, a un paso de la final de la Copa Libertadores
Primer asalto superado. Sólo queda un paso más para la final de la Copa Libertadores y, después de los partidos de ida de semifinales, se empieza a intuir quiénes serán los equipos que luchen por la gloria el próximo 23 de noviembre en Santiago de Chile.
River parece que tiene la serie encaminada tras el 2-0 de la ida y Flamengo, por su parte, sacó un empate a uno del Arena do Grêmio que sabe a poco, pero confía en sentenciar la eliminatoria en Maracaná.
Los de Jorge Jesús son junto al Millonario el equipo que mejor juega del continente, lo que les postula como máximos favoritos a llevarse el trofeo. Pero Grêmio y Boca no han dicho la última palabra todavía. Los de Alfaro, con Salvio ya recuperado de su lesión y con la Bombonera siendo una auténtica caldera, creen en sus posibilidades a pesar de lo complicado que lo tienen viendo el nivel al que están los de Gallardo. El Tricolor ya le dio la vuelta a la eliminatoria con Palmeiras, que parecía claramente favorito, y espera asaltar el feudo del Fla.
La presión, protagonista de las semifinales
Si hay algo que ha destacado en los dos partidos es la presión. Tanto River como Flamengo asfixiaron a Boca y Grêmio, respectivamente, y les dejaron prácticamente sin opciones. Los dos equipos son prácticamente imparables a la contra. Juegan con el mismo esquema, saliendo desde atrás con el portero iniciando la jugada. Todos y cada uno de los jugadores que están sobre el terreno de juego son protagonistas. Centro del campo importante y bandas abiertas para salir en velocidad y hacer daño por los costados.
En el caso del conjunto de Gallardo, Nacho Fernández es la pieza del engranaje millonario que hace que todo funcione. Se adapta a cualquier situación y desestabiliza al rival con un sólo movimiento. En el Mengão, esa función la realiza De Arrascaeta. El uruguayo se asocia con Filipe Luis, que inicia el ataque, y él se encarga de darle sentido al juego para que Bruno Henrique y Gabigol pongan la guinda al pastel.
Todavía quedan 90 minutos y en la Copa Libertadores pocas veces pasa lo que está escrito en el guion, pero parece que cada vez falta menos para que River y Flamengo se vean las caras en Santiago.
Marta Marañón Alarcia
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River y Flamengo, a un paso de la final de la Copa Libertadores
Primer asalto superado. Sólo queda un paso más para la final de la Copa Libertadores y, después de los partidos de ida de semifinales, se empieza a intuir quiénes serán los equipos que luchen por la gloria el próximo 23 de noviembre en Santiago de Chile.
River parece que tiene la serie encaminada tras el 2-0 de la ida y Flamengo, por su parte, sacó un empate a uno del Arena do Grêmio que sabe a poco, pero confía en sentenciar la eliminatoria en Maracaná.
Los de Jorge Jesús son junto al Millonario el equipo que mejor juega del continente, lo que les postula como máximos favoritos a llevarse el trofeo. Pero Grêmio y Boca no han dicho la última palabra todavía. Los de Alfaro, con Salvio ya recuperado de su lesión y con la Bombonera siendo una auténtica caldera, creen en sus posibilidades a pesar de lo complicado que lo tienen viendo el nivel al que están los de Gallardo. El Tricolor ya le dio la vuelta a la eliminatoria con Palmeiras, que parecía claramente favorito, y espera asaltar el feudo del Fla.
La presión, protagonista de las semifinales
Si hay algo que ha destacado en los dos partidos es la presión. Tanto River como Flamengo asfixiaron a Boca y Grêmio, respectivamente, y les dejaron prácticamente sin opciones. Los dos equipos son prácticamente imparables a la contra. Juegan con el mismo esquema, saliendo desde atrás con el portero iniciando la jugada. Todos y cada uno de los jugadores que están sobre el terreno de juego son protagonistas. Centro del campo importante y bandas abiertas para salir en velocidad y hacer daño por los costados.
En el caso del conjunto de Gallardo, Nacho Fernández es la pieza del engranaje millonario que hace que todo funcione. Se adapta a cualquier situación y desestabiliza al rival con un sólo movimiento. En el Mengão, esa función la realiza De Arrascaeta. El uruguayo se asocia con Filipe Luis, que inicia el ataque, y él se encarga de darle sentido al juego para que Bruno Henrique y Gabigol pongan la guinda al pastel.
Todavía quedan 90 minutos y en la Copa Libertadores pocas veces pasa lo que está escrito en el guion, pero parece que cada vez falta menos para que River y Flamengo se vean las caras en Santiago.