Qué es Point of Care, el “arma invisible” del Flamengo que sorprende al mundo del fútbol
El Mengao causa sensación en Brasil, y no solo por su gran presente futbolístico, que lo tiene como finalista de la Copa Libertadores y cómodo líder en el Brasileirao. También genera admiración en materia de prevención y recuperación de sus jugadores. Los detalles
Infobae
Flamengo es el equipo sensación de Brasil: finalista de la Copa Libertadores y cómodo líder del Brasileirao. No es para menos, si se tiene en cuenta el alto presupuesto invertido en un plantel plagado de estrellas y con un entrenador de roce internacional.
Sin embargo, esta vez es noticia y no por su gran presente futbolístico, sino por un novedoso método aplicado a la medicina deportiva que causa sensación y sorpresa en todo el mundo. Se trata del Point of Care, que consiste en obtener una pequeña muestra de sangre, luego de los encuentros o entrenamientos, que pueden prevenir o tratar lesiones.
La muestra sirve para medir los índices biométricos, de estrés, metabólicos y niveles hormonales, entre otros puntos. Además, se evalúa el desgaste físico de los futbolistas y el tiempo que le demandará cada lesión o tratamiento.
“Cada atleta reacciona de una manera. Algunos nos sorprendieron. Los recuperamos en un período más corto que el promedio. Estos cuatro casos fueron emblemáticos. El objetivo siempre es acelerar al máximo sin poner al jugador en riesgo”, explicó Marcio Tannure, el profesional a cargo del departamento médico que causa sensación en Brasil.
El médico se refiere a los casos de Giorgian De Arrascaeta, Filipe Luís, Rafinha y Diego, quienes retornaron de sus lesiones en tiempo récord gracias a la implementación del nuevo sistema.
“No puedo decir que sea único, pero es nuevo en Brasil y en el deporte. Con los marcadores bioquímicos, podemos ver si los atletas se están regenerando adecuadamente, si están en un proceso inflamatorio mayor al deseado. Con esto, podemos equilibrar, definir estrategias. Cada detalle importa, como la evaluación biomecánica. Controlamos la evolución y sabemos si está dentro, por encima o por debajo de lo esperado, entonces hacemos las intervenciones. Es muy importante para obtener buenos resultados”, continuó Tannure, en diálogo con Globo Esporte.
El sitio deportivo de Brasil detalla cada uno de los casos, explicados por Marcio Tannure
Giorgian de Arrascaeta: se rompió el ligamento colateral medial y el menisco medial de la rodilla izquierda. Se sometió a una artroscopia, y aunque el tiempo de recuperación que le demandaba la lesión era de cuatro a seis semanas, el uruguayo retornó en 19 días.
“Su lesión lleva de cuatro a seis semanas, pero pudimos anticipar una semana, diez días. En fútbol eso es mucho, más aún en una fase decisiva. Pensábamos que podíamos estar contra Gremio, pero no sabíamos en qué condiciones. Fue una sorpresa, porque lo hizo en las mejores condiciones”.
Filipe Luís: aunque se rompió el ligamento colateral lateral de la rodilla izquierda, el departamento médico optó por no operarlo. La recuperación le demandaría seis semanas, sin embargo volvió en solo 18 días.
"En su caso, algunos médicos optarían por la cirugía, lo que cambiaría el escenario. Filipe es un tipo consciente, ha tenido muchas lesiones profesionales. Bromeamos que es nuestro médico, porque le gusta participar, entender. Llega a casa y va a buscar información. Siempre damos acceso a los exámenes, es su derecho. Le damos autonomía. Estaba muy asustado e inseguro, por mucho que creyéramos que tendría la oportunidad de jugar. Teníamos más optimismo sobre él que en Rafinha y De Arrascaeta".
Rafinha: la fractura en la cara le demandaba una recuperación de al menos 15 días, pero regresó 9 días después de la operación. “En su caso, había menos miedo sobre la recuperación de la lesión y más sobre su bienestar con el casco, porque sentiría dolor”.
Diego: el caso más llamativo porque sufrió una fractura en el tobillo izquierdo. Su regreso estaba previsto no antes de los cinco o seis meses. Sin embargo, retornó a las canchas a los 91 días.
“En su caso, lo más grave fueron las lesiones en el ligamento, porque si hubiera sido solo la fractura, hubiera vuelto aún más rápido. El tiempo promedio para casos como el suyo es de cinco a seis meses. Muchas personas dijeron que ya no jugaban este año, pero sólo le tomó tres meses”.
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Flamengo es el equipo sensación de Brasil: finalista de la Copa Libertadores y cómodo líder del Brasileirao. No es para menos, si se tiene en cuenta el alto presupuesto invertido en un plantel plagado de estrellas y con un entrenador de roce internacional.
Sin embargo, esta vez es noticia y no por su gran presente futbolístico, sino por un novedoso método aplicado a la medicina deportiva que causa sensación y sorpresa en todo el mundo. Se trata del Point of Care, que consiste en obtener una pequeña muestra de sangre, luego de los encuentros o entrenamientos, que pueden prevenir o tratar lesiones.
La muestra sirve para medir los índices biométricos, de estrés, metabólicos y niveles hormonales, entre otros puntos. Además, se evalúa el desgaste físico de los futbolistas y el tiempo que le demandará cada lesión o tratamiento.
“Cada atleta reacciona de una manera. Algunos nos sorprendieron. Los recuperamos en un período más corto que el promedio. Estos cuatro casos fueron emblemáticos. El objetivo siempre es acelerar al máximo sin poner al jugador en riesgo”, explicó Marcio Tannure, el profesional a cargo del departamento médico que causa sensación en Brasil.
El médico se refiere a los casos de Giorgian De Arrascaeta, Filipe Luís, Rafinha y Diego, quienes retornaron de sus lesiones en tiempo récord gracias a la implementación del nuevo sistema.
“No puedo decir que sea único, pero es nuevo en Brasil y en el deporte. Con los marcadores bioquímicos, podemos ver si los atletas se están regenerando adecuadamente, si están en un proceso inflamatorio mayor al deseado. Con esto, podemos equilibrar, definir estrategias. Cada detalle importa, como la evaluación biomecánica. Controlamos la evolución y sabemos si está dentro, por encima o por debajo de lo esperado, entonces hacemos las intervenciones. Es muy importante para obtener buenos resultados”, continuó Tannure, en diálogo con Globo Esporte.
El sitio deportivo de Brasil detalla cada uno de los casos, explicados por Marcio Tannure
Giorgian de Arrascaeta: se rompió el ligamento colateral medial y el menisco medial de la rodilla izquierda. Se sometió a una artroscopia, y aunque el tiempo de recuperación que le demandaba la lesión era de cuatro a seis semanas, el uruguayo retornó en 19 días.
“Su lesión lleva de cuatro a seis semanas, pero pudimos anticipar una semana, diez días. En fútbol eso es mucho, más aún en una fase decisiva. Pensábamos que podíamos estar contra Gremio, pero no sabíamos en qué condiciones. Fue una sorpresa, porque lo hizo en las mejores condiciones”.
Filipe Luís: aunque se rompió el ligamento colateral lateral de la rodilla izquierda, el departamento médico optó por no operarlo. La recuperación le demandaría seis semanas, sin embargo volvió en solo 18 días.
"En su caso, algunos médicos optarían por la cirugía, lo que cambiaría el escenario. Filipe es un tipo consciente, ha tenido muchas lesiones profesionales. Bromeamos que es nuestro médico, porque le gusta participar, entender. Llega a casa y va a buscar información. Siempre damos acceso a los exámenes, es su derecho. Le damos autonomía. Estaba muy asustado e inseguro, por mucho que creyéramos que tendría la oportunidad de jugar. Teníamos más optimismo sobre él que en Rafinha y De Arrascaeta".
Rafinha: la fractura en la cara le demandaba una recuperación de al menos 15 días, pero regresó 9 días después de la operación. “En su caso, había menos miedo sobre la recuperación de la lesión y más sobre su bienestar con el casco, porque sentiría dolor”.
Diego: el caso más llamativo porque sufrió una fractura en el tobillo izquierdo. Su regreso estaba previsto no antes de los cinco o seis meses. Sin embargo, retornó a las canchas a los 91 días.
“En su caso, lo más grave fueron las lesiones en el ligamento, porque si hubiera sido solo la fractura, hubiera vuelto aún más rápido. El tiempo promedio para casos como el suyo es de cinco a seis meses. Muchas personas dijeron que ya no jugaban este año, pero sólo le tomó tres meses”.