Muhammad, récord mundial para tumbar a McLaughlin
Dalilah Muhammad batió el primer récord individual de los Mundiales de Doha. Ya lo había hecho una vez en 2019. Conocía el camino. Recorrió los 400 metros vallas en 52.16
Juanma Bellón
As
El estadio Khalifa de Doha estaba abarrotado de qataríes para ver a su ídolo Mutaz Essa Barshim, cuando de repente en el marcador apareció WR. No era en el foso de altura, sino en el anillo. Dalilah Muhammad batía el primer récord individual de los Mundiales de Doha. Ya lo había hecho una vez en 2019. Conocía el camino. La estadounidense recorrió los 400 metros vallas en 52.16 y tumbó los 52.20 que había marcado en los Trials de Estados Unidos de Des Moines (Iowa), allá por julio. Se dudaba si podría aguantar la forma, pero lo hizo. Ganó a la joven prodigio Sydney McLaughlin, de 20 años, que se quedó en 52.23, la tercera marca de la historia. Una carrera épica.
Salieron como proyectiles las dos estadounidenses, tal vez McLaughlin más rápida, con la referencia de Muhammad. La joven, estrella en redes sociales, había ganado las últimas veces la partida a esta neoyorquina de 29 años. pero la decisiva se la llevó Muhammad, con una carrera mucho más compensada, en la que entró primera a la última recta y aguantó el ataque de Sydney. "Sentí que se que me acercaba en la novena valla y ruve que darlo todo", decía la campeona.
“Esto es fantástico, ha sido una carrera buenísima”, explicaba Muhammad, que trae el primer récord de los Mundiales de Doha. Fue una carrera sensacional. "Esto significa mucho para mí, es difícil de describir. Sólo quería el título, pero batir el récord mundial es fantástico".
McLaughlin, que ya ha aparecido en carteles en Times Square, se quedaba asombrada con haber firmado 52.23 y no ganar. "Sé qué salí muy rápido, pero no a tanta velocidad. Soy joven y cada día en una gran competición es una experiencia", contaba. Y se consolaba: "Al menos hay dos medallas para Estados Unidos". Otro alivio: en cualquier final mundial habría ganado el oro con esa marca. Lo que pasa es que Muhammad voló.
Juanma Bellón
As
El estadio Khalifa de Doha estaba abarrotado de qataríes para ver a su ídolo Mutaz Essa Barshim, cuando de repente en el marcador apareció WR. No era en el foso de altura, sino en el anillo. Dalilah Muhammad batía el primer récord individual de los Mundiales de Doha. Ya lo había hecho una vez en 2019. Conocía el camino. La estadounidense recorrió los 400 metros vallas en 52.16 y tumbó los 52.20 que había marcado en los Trials de Estados Unidos de Des Moines (Iowa), allá por julio. Se dudaba si podría aguantar la forma, pero lo hizo. Ganó a la joven prodigio Sydney McLaughlin, de 20 años, que se quedó en 52.23, la tercera marca de la historia. Una carrera épica.
Salieron como proyectiles las dos estadounidenses, tal vez McLaughlin más rápida, con la referencia de Muhammad. La joven, estrella en redes sociales, había ganado las últimas veces la partida a esta neoyorquina de 29 años. pero la decisiva se la llevó Muhammad, con una carrera mucho más compensada, en la que entró primera a la última recta y aguantó el ataque de Sydney. "Sentí que se que me acercaba en la novena valla y ruve que darlo todo", decía la campeona.
“Esto es fantástico, ha sido una carrera buenísima”, explicaba Muhammad, que trae el primer récord de los Mundiales de Doha. Fue una carrera sensacional. "Esto significa mucho para mí, es difícil de describir. Sólo quería el título, pero batir el récord mundial es fantástico".
McLaughlin, que ya ha aparecido en carteles en Times Square, se quedaba asombrada con haber firmado 52.23 y no ganar. "Sé qué salí muy rápido, pero no a tanta velocidad. Soy joven y cada día en una gran competición es una experiencia", contaba. Y se consolaba: "Al menos hay dos medallas para Estados Unidos". Otro alivio: en cualquier final mundial habría ganado el oro con esa marca. Lo que pasa es que Muhammad voló.