Mourinho 'despierta' al Madrid
Madrid, AS
El nombre de José Mourinho estimula a la plantilla blanca. El nombre del técnico portugués ha revoloteado por encima del banquillo que ocupa Zinedine Zidane en las dos derrotas que han sufrido los blancos en este comienzo de temporada como posible relevo del técnico francés. Tras el severo correctivo sufrido ante el PSG (3-0) y la dura derrota ante el Mallorca (1-0, ésta por la imagen de impotencia de los blancos), siempre ha resonado el nombre del entrenador portugués que dirigió ya a los blancos entre 2010 y 2013, como primer candidato a ser el próximo inquilino del banquillo del conjunto blanco. Pero el deseo de más de uno está chocando con el ímpetu de los jugadores.
A cada varapalo la plantilla ha respondido vaciándose en el césped para que Zidane siga siendo su entrenador… O para que Mourinho tarde en aparecer de nuevo por Valdebebas.
Y eso que apenas quedan siete jugadores de su primera etapa: Ramos, Marcelo, Benzema, Varane, Modric más Nacho y Casemiro, a los que hizo debutar como jugadores de la primera plantilla. El primero, canterano forjado desde las categorías inferiores, mientras que el segundo fue un fichaje al que el propio técnico portugués cazó en un amistoso de Brasil en tierras alemanas. Tanto el croata como Varane fueron fichajes que contaron con el visto bueno de Mou para su incorporación. Ahora conforman el núcleo duro del plantel y parecen no estar muy por la labor de otro cambio de técnico a estas alturas de competición. Sería el cuarto relevo en el banquillo en menos de un año y también les dejaría señalados cara a la afición madridista. Cierto es que tras la derrota ante los parisinos, los blancos dieron una gran imagen ante el Sevilla en el Sánchez Pizjuán ganando por la mínima con un gol de Benzema, al igual que ante el Galatasaray, resuelto de la misma manera que el choque ante los sevillistas: un triunfo por la mínima. El duelo ante el equipo turco era el más complicado hasta el momento por dos motivos: el primero, si los blancos caían a orillas del Bósforo se complicarían su clasificación para la siguiente ronda de la Champions, y el segundo era situarse de nuevo en el borde del precipicio… sin saber si Zidane resistiría esta vez.
Mientras, Mourinho sigue jugando al gato y al ratón. Ahora está aprendiendo alemán (los rumores le sitúan como posible entrenador del Borussia Dortmund: la Bundesliga y la Liga francesa son los únicos campeonatos que le faltan por cubrir en su expediente), mientras sigue trabajando y perfeccionando sus métodos a la vez que ejerce de comentarista en la Premier. Ofertas no le han faltado, pero parece que espera a que el banquillo blanco quede libre. Sigue teniendo contacto directo tanto con Florentino Pérez, presidente blanco, así como con José Ángel Sánchez, director general madridista. El propio presidente del Olympique de Lyon, Jean-Michel Aulas, así lo confirmó a principios del mes de octubre: “Contactamos con Mourinho, pero ya ha escogido equipo…”. Pero la plantilla blanca está mentalizada en que Zidane siga siendo su entrenador…
El nombre de José Mourinho estimula a la plantilla blanca. El nombre del técnico portugués ha revoloteado por encima del banquillo que ocupa Zinedine Zidane en las dos derrotas que han sufrido los blancos en este comienzo de temporada como posible relevo del técnico francés. Tras el severo correctivo sufrido ante el PSG (3-0) y la dura derrota ante el Mallorca (1-0, ésta por la imagen de impotencia de los blancos), siempre ha resonado el nombre del entrenador portugués que dirigió ya a los blancos entre 2010 y 2013, como primer candidato a ser el próximo inquilino del banquillo del conjunto blanco. Pero el deseo de más de uno está chocando con el ímpetu de los jugadores.
A cada varapalo la plantilla ha respondido vaciándose en el césped para que Zidane siga siendo su entrenador… O para que Mourinho tarde en aparecer de nuevo por Valdebebas.
Y eso que apenas quedan siete jugadores de su primera etapa: Ramos, Marcelo, Benzema, Varane, Modric más Nacho y Casemiro, a los que hizo debutar como jugadores de la primera plantilla. El primero, canterano forjado desde las categorías inferiores, mientras que el segundo fue un fichaje al que el propio técnico portugués cazó en un amistoso de Brasil en tierras alemanas. Tanto el croata como Varane fueron fichajes que contaron con el visto bueno de Mou para su incorporación. Ahora conforman el núcleo duro del plantel y parecen no estar muy por la labor de otro cambio de técnico a estas alturas de competición. Sería el cuarto relevo en el banquillo en menos de un año y también les dejaría señalados cara a la afición madridista. Cierto es que tras la derrota ante los parisinos, los blancos dieron una gran imagen ante el Sevilla en el Sánchez Pizjuán ganando por la mínima con un gol de Benzema, al igual que ante el Galatasaray, resuelto de la misma manera que el choque ante los sevillistas: un triunfo por la mínima. El duelo ante el equipo turco era el más complicado hasta el momento por dos motivos: el primero, si los blancos caían a orillas del Bósforo se complicarían su clasificación para la siguiente ronda de la Champions, y el segundo era situarse de nuevo en el borde del precipicio… sin saber si Zidane resistiría esta vez.
Mientras, Mourinho sigue jugando al gato y al ratón. Ahora está aprendiendo alemán (los rumores le sitúan como posible entrenador del Borussia Dortmund: la Bundesliga y la Liga francesa son los únicos campeonatos que le faltan por cubrir en su expediente), mientras sigue trabajando y perfeccionando sus métodos a la vez que ejerce de comentarista en la Premier. Ofertas no le han faltado, pero parece que espera a que el banquillo blanco quede libre. Sigue teniendo contacto directo tanto con Florentino Pérez, presidente blanco, así como con José Ángel Sánchez, director general madridista. El propio presidente del Olympique de Lyon, Jean-Michel Aulas, así lo confirmó a principios del mes de octubre: “Contactamos con Mourinho, pero ya ha escogido equipo…”. Pero la plantilla blanca está mentalizada en que Zidane siga siendo su entrenador…