Misicuni: aguas se desperdician por falta de redes de distribución

Siete municipios del eje metropolitano deberían beneficiarse del proyecto, pero ninguno de ellos tiene aducciones ni redes de agua potable listas.

María Mena M./ Cochabamba
Página Siete
Misicuni, el sueño y ansiado proyecto que promete dotar agua potable y de riego al eje metropolitano de Cochabamba, no deja de ser un anhelo. La represa ya se embalsó, pero sus aguas se desperdician y no se usan para el consumo humano debido a que ninguno de los siete municipios involucrados en el proyecto tiene terminadas las aducciones para la distribución del líquido.


“Ni los municipios ni el Gobierno han hecho una buena planificación. Ya hay agua, pero no hay las aducciones. Estamos desperdiciando agua al río Rocha que está totalmente contaminado”, dijo el asambleísta Eduardo Sarmiento.

La Empresa Misicuni comenzó a distribuir el líquido en septiembre de 2017. Hasta abril de 2019 la represa alcanzó un embalse de 128 millones de metros cúbicos; mientras que su capacidad máxima es de 180 millones, nivel que alcanza en época de lluvias.

Los siete municipios del eje metropolitano que deben ser beneficiados son: Cercado, Quillacollo, Sacaba, Vinto, Colcapirhua, Sipe Sipe y Tiquipaya.

Pero, ninguno de ellos tiene sus aducciones listas -para transportar agua desde Misicuni- ni tiene las redes internas para la distribución a sus habitantes. Sólo Sacaba hizo la renovación de sus redes de agua y alcantarillado en el casco viejo.

“Podemos decir que Sacaba sería el único municipio que estaría preparado para recibir el agua de Misicuni”, destacó el presidente de la Empresa Misicuni, Jorge Alvarado.

La moderna planta de tratamiento está en Jove Rancho.
Las aducciones

Actualmente, el Gobierno en coordinación con la Gobernación de Cochabamba y los municipios del eje metropolitano, trabaja en la construcción de tres aducciones para transportar el agua desde Misicuni hacia las regiones involucradas.

La primera va de la planta de tratamiento de agua de Misicuni Jove Rancho a Tiquipaya, Cercado y Sacaba; la segunda a Colcapirhua y la zona sur de la ciudad de Cochabamba; y la tercera a Quillacollo, Vinto y Sipe Sipe.

De acuerdo con Sarmiento, ninguna fue concluida. La tercera no tiene financiamiento, el proyecto aún está a diseño final.

La aducción que lleva agua al sur de Cochabamba -la zona más encarecida del municipio- se divide en tres tramos, tiene una inversión que supera los 24 millones de dólares y debe estar concluida y en operación en 2020.

“Los ductos principales por donde llegará el agua a los siete municipios todavía están en proceso de construcción”, afirmó Alvarado.

Explicó que el primer ducto está en plena ejecución; mientras que el primer tramo del segundo ducto tiene un avance de casi 80%. El segundo tramo tiene 35% de ejecución.

“Está previsto que concluyan hasta mediados del siguiente año y a partir de allí vamos a empezar a enviar agua”, destacó.

Sin embargo, una vez que estén concluidos los ductos, Misicuni no garantiza la distribución de agua potable desde su planta de tratamiento de Jove Rancho a aquellos municipios que no tenga una Entidad Prestadora de Servicios de Agua Potable y Alcantarillado Sanitario (EPSA), como exige la Ley 2066.

Sólo los municipios de Cercado, Quillacollo y Sacaba tienen su EPSA; en cambio, Colcapirhua, Tiquipaya, Vinto y Sipe Sipe se abastecen del líquido, principalmente, mediante pozos a través de cooperativas y proyectos de agua. No cuentan con una empresa que haga el tratamiento y distribución del recurso.

“Necesariamente tienen que crear su EPSA para que puedan hacer la distribución domiciliaria”, dijo Alvarado.

A su parecer, si bien el agua potable no está siendo aprovechada como debería, Misicuni no deja de ser un beneficio y un alivio para el sector agrícola, ya que el recurso está siendo utilizado al 100% por los regantes cochabambinos, precisó.



Aguas de Misicuni desembocan en el río Rocha

Debido a que las aguas de Misicuni no son aprovechadas como se debería, hay una excesiva acumulación en el embalse. Ante el riesgo de que la presa rebalse es que la empresa asume la decisión de soltar sus aguas, cada cierto tiempo, para que desemboquen en el río Rocha, considerado el afluente más contaminado de Cochabamba.

“Para evitar problemas, como parte operativa de la empresa, nosotros tenemos que desaguar. Hay tanta cantidad de agua que con las próximas lluvias pueden ocasionar rebalse”, afirmó el presidente de la Empresa Misicuni, Jorge Alvarado.

Destacó que esa medida es habitual en todas las represas del mundo a fin de evitar daños a la estructura de la misma presa.

Alvarado dijo que como empresa tienen dos alternativas para liberar el líquido acumulado. La primera es que desemboque en el cauce del río Misicuni que es un afluente del río Beni, cuyas aguas llegan al Amazonas. La otra opción, y que ha generado polémica, es echar parte del embalse al río Rocha.

La primera opción no tiene provecho porque no tendría ningún uso, aseguró Alvarado; mientras que la segunda alternativa es aprovechada por los regantes y, además, remoza la imagen del Rocha porque su caudal crece en beneficio de la flora y por ende, del medioambiente.

“Sigue teniendo beneficio al descargarse al Rocha. No se desperdicia nada porque por décadas los agricultores utilizan el agua del río Rocha. Así contaminada utilizan para regar sus productos”, afirmó Alvarado.

El titular de Misicuni no brindó datos del volumen que se libera al Rocha ni la frecuencia con la que se lo hace. “Puede ser algunos días o algunas horas. Eso no está cronometrado”, dijo.

Sin embargo, el asambleísta Eduardo Sarmiento precisó que sólo en 2018 Misicuni “desperdició” 40 millones de metros cúbicos al desembocarlo en el Rocha. Aunque este año “hubo una mejor coordinación” con los regantes, para Sarmiento aún existe un derroche del 40 a 50% que podría ser aprovechado.

Para el asambleísta, el proyecto Misicuni aún no está concluido. La primera fase ya está lista; mientras que la segunda y tercera siguen en ejecución.

Manifestó que de la segunda fase las obras del vertedero aún no concluyeron. “Es por eso que se está desperdiciando agua”, lamentó.

“Misicuni tenía que llevar agua a todo el eje metropolitano de Cochabamba, pero sólo está llegando a la zona norte. Entonces, el proyecto aún no está concluido”, sostuvo.





Cercado: redes con más de 50 años de uso

El desperdicio de las aguas de Misicuni no sólo se da por el desfogue al río Rocha, sino también porque las conexiones de redes del municipio de Cercado, para la distribución del líquido potabilizado, están obsoletas.

Misicuni entrega a Cercado 620 litros por segundo desde 2017, pero debido a la antigüedad de sus redes, con más de 50 años de vida, el líquido se filtra ocasionando una pérdida del 50% que debería ir al consumo humano.

A ello se suma que las tuberías no son capaces de resistir la presión de las aguas de Misicuni ocasionando que revienten y haya más desperdicio.

Es habitual observar calles y avenidas del centro cochabambino con filtraciones de agua que a la larga dañan la capa asfáltica.

Para solucionar este problema recurrente, el Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Cochabamba (Semapa) licitó un proyecto que busca la renovación del sistema de redes de agua potable del casco viejo, confirmó su gerente Deybi Vidal.

La inversión para este proyecto supera los 30 millones de bolivianos y debe concluir en tres años.

“Es para todo el centro histórico. En anteriores gestiones se tenía planificado cambiar la red en 90 manzanas, pero hemos ampliado a 120”, afirmó Vidal.

El titular de Semapa destacó que gracias a Misicuni se mejoró la frecuencia de distribución. Ahora, varias zonas cuentan con servicio las 24 horas del día y los siete días de la semana.

Un cuarto de siglo

Misicuni fue pensado desde hace ya un cuarto de siglo. Los primeros diseños del proyecto fueron presentados en 1975. Hasta hoy no ha sido concluido.



1975 Se realizó el estudio de prefactibilidad del proyecto Misicuni por una empresa francesa. En 1987 se elaboró el diseño final del Proyecto Múltiple Misicuni por una compañía suiza. Las obras comenzaron años después.

2009 Empezaron las obras de la presa, pero tuvo una serie de retrasos y paralizaciones. El proyecto tuvo tres principales componentes o fases que incluyen un túnel, la presa más alta el país y la hidroeléctrica.



2016 La presa acumuló agua gracias a las lluvias. El embalse alcanzó un nivel suficiente para abastecer al eje metropolitano por dos años, si es que no lloviese durante ese tiempo.



2017 La Empresa Misicuni inició la distribución de agua potable a Cercado mejorando el servicio, sobre todo, a la zona norte. En el sur aún hay barrios y villas que se proveen de cisternas.

2020 Para ese año se prevé que concluirá la segunda aducción que hará posible la dotación de agua potable al sur de la ciudad de Cochabamba. Esa es la zona de mayor crecimiento urbano del municipio.



2022 Semapa prevé que ese año el casco viejo de Cochabamba tenga un sistema de agua potable renovado. El centro es conocido como el sector más caótico y conflictivo de la urbe.

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