Los ataques en el norte de Siria continúan pese a la tregua pactada entre EE UU y Turquía
Las milicias kurdas acusan a Ankara de incumplir el alto el fuego en la frontera
Natalia Sancha
Tel Tamer (Siria), El País
No hay tregua en el noreste de Siria. Al menos cinco cuerpos calcinados y una docena de heridos llegaron este viernes por la mañana al centro médico de Shahid Legerin, en la localidad de Tel Tamer. En esta suerte de hospital de urgencias, situado a 30 kilómetros del epicentro de los combates en la localidad de Ras el Ain, trabajan sin descanso media docena de cirujanos dese el pasado 9 de octubre, fecha en la que Ankara lanzó una ofensiva aérea y terrestre sobre el norte de Siria junto con fuerzas locales aliadas.
Los kurdos acusaron este viernes a Turquía de violar el alto el fuego de cinco días pactado entre Ankara y Washington el día anterior. "Turquía está violando el acuerdo del cese de hostilidades atacando la ciudad desde anoche", dijo el portavoz de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), Mustafa Bali, en la red social Twitter. "A pesar del acuerdo de parar el combate, ataques aéreos y de artillería continúan alcanzado posiciones de combatientes, asentamientos civiles y el hospital de Ras al Ain", añadió el portavoz. El presidente turco, Recep Tayipp Erdogan, negó que el Ejército turco violara el alto el fuego.
El anuncio de un alto el fuego desató un sinfín de tiroteos de celebración en las principales urbes del norte de Siria. Pero por la mañana volvieron los drones, el fuego de mortero y las balas en Ras el Ain. “Hemos enviado un convoy con cuatro ambulancias a Ras el Ain para llevar medicamentos y evacuar a los más de 40 heridos apilados en el sótano del hospital, pero las fuerzas pro turcas no les han dejado pasar”, explica un exhausto cirujano jefe de Shahi Legerin, de nombre Husein.
De hecho, hace tres días que no reciben heridos del frente y los que han llegado este viernes lo han hecho de los poblados de Mishrafa y Abu Rasen a escasos cinco kilómetros de Ras el Ain. “Algunos llevan 72 horas con un torniquete o con un miembro amputado, esos morirán si no son evacuados”, acota. Son ya cinco trabajadores médicos, tres de ellos mujeres, los que han muerto cuando las ambulancias en las que viajaban fueron bombardeadas por cazas turcos.
“No sabemos cuántos muertos hay, pero siguen esparcidos por las calles”, asegura una miliciana kurda contactada vía WhatsApp en Ras el Ain. “No aceptamos los términos de Erdogan 10 días atrás, no los vamos a aceptar ahora”, cuenta bajo el anonimato un miembro de las Unidades de Protección Populares kurdas (YPG, por sus siglas en kurdo). “Pero necesitamos un receso para sacar a docenas de heridos y muertos”, añade este miliciano.
La tregua nació muerta esta mañana en Tel Tamer, donde tampoco había rastro del acuerdo sellado por las Fuerzas Democráticas Sirias (compendio de fuerzas árabes y kurdas lideradas por las YPG y principales aliados de la coalición internacional en la lucha contra el ISIS en Siria) con Bachar el Asad. Las unidades del Ejército regular sirio no se han desplegado ni en esta localidad ni en la frontera donde se localiza Ras el Ain.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quiere establecer una "zona segura" en la que reasentar a dos millones de refugiados sirios que acoge en su país y que huyeron de la guerra en su país natal iniciada en 2011.
Natalia Sancha
Tel Tamer (Siria), El País
No hay tregua en el noreste de Siria. Al menos cinco cuerpos calcinados y una docena de heridos llegaron este viernes por la mañana al centro médico de Shahid Legerin, en la localidad de Tel Tamer. En esta suerte de hospital de urgencias, situado a 30 kilómetros del epicentro de los combates en la localidad de Ras el Ain, trabajan sin descanso media docena de cirujanos dese el pasado 9 de octubre, fecha en la que Ankara lanzó una ofensiva aérea y terrestre sobre el norte de Siria junto con fuerzas locales aliadas.
Los kurdos acusaron este viernes a Turquía de violar el alto el fuego de cinco días pactado entre Ankara y Washington el día anterior. "Turquía está violando el acuerdo del cese de hostilidades atacando la ciudad desde anoche", dijo el portavoz de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), Mustafa Bali, en la red social Twitter. "A pesar del acuerdo de parar el combate, ataques aéreos y de artillería continúan alcanzado posiciones de combatientes, asentamientos civiles y el hospital de Ras al Ain", añadió el portavoz. El presidente turco, Recep Tayipp Erdogan, negó que el Ejército turco violara el alto el fuego.
El anuncio de un alto el fuego desató un sinfín de tiroteos de celebración en las principales urbes del norte de Siria. Pero por la mañana volvieron los drones, el fuego de mortero y las balas en Ras el Ain. “Hemos enviado un convoy con cuatro ambulancias a Ras el Ain para llevar medicamentos y evacuar a los más de 40 heridos apilados en el sótano del hospital, pero las fuerzas pro turcas no les han dejado pasar”, explica un exhausto cirujano jefe de Shahi Legerin, de nombre Husein.
De hecho, hace tres días que no reciben heridos del frente y los que han llegado este viernes lo han hecho de los poblados de Mishrafa y Abu Rasen a escasos cinco kilómetros de Ras el Ain. “Algunos llevan 72 horas con un torniquete o con un miembro amputado, esos morirán si no son evacuados”, acota. Son ya cinco trabajadores médicos, tres de ellos mujeres, los que han muerto cuando las ambulancias en las que viajaban fueron bombardeadas por cazas turcos.
“No sabemos cuántos muertos hay, pero siguen esparcidos por las calles”, asegura una miliciana kurda contactada vía WhatsApp en Ras el Ain. “No aceptamos los términos de Erdogan 10 días atrás, no los vamos a aceptar ahora”, cuenta bajo el anonimato un miembro de las Unidades de Protección Populares kurdas (YPG, por sus siglas en kurdo). “Pero necesitamos un receso para sacar a docenas de heridos y muertos”, añade este miliciano.
La tregua nació muerta esta mañana en Tel Tamer, donde tampoco había rastro del acuerdo sellado por las Fuerzas Democráticas Sirias (compendio de fuerzas árabes y kurdas lideradas por las YPG y principales aliados de la coalición internacional en la lucha contra el ISIS en Siria) con Bachar el Asad. Las unidades del Ejército regular sirio no se han desplegado ni en esta localidad ni en la frontera donde se localiza Ras el Ain.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quiere establecer una "zona segura" en la que reasentar a dos millones de refugiados sirios que acoge en su país y que huyeron de la guerra en su país natal iniciada en 2011.