La vicepresidente de Colombia denunció que los encapuchados que hicieron desmanes en las protestas estudiantiles fueron enviados por Venezuela
Marta Lucía Ramírez afirmó que en su país es urgente una regulación a la protesta social
Jorge Cantillo
desde Bogotá, Colombia
La vicepresidenta de Colombia, Marta Lucía Ramírez, afirmó que “buena parte” de los manifestantes que se tornaron violentos en las últimas jornadas de protestas estudiantiles que durante la semana pasada movilizaron miles de universitarios en Bogotá, no son estudiantes colombianos, sino que vienen de Venezuela.
Se refirió la vicepresidenta específicamente al ataque que sufrió el edificio del Icetex -Instituto Colombiano de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior- durante los tres días de protestas que empezaron el pasado 25 de septiembre y que reunieron estudiantes de universidades públicas y privadas, quienes se manifestaron en contra de un presunto desfalco al presupuesto de la Universidad Distrital de Bogotá por 11 mil millones de pesos (USD 3.185.050).
“El Icetex, tan absurdamente golpeado y atacado por una horda que no son estudiantes con seguridad, yo tengo que decir, buena parte de esos encapuchados tienen que ser de los encapuchados que nos han mandado desde Venezuela, porque esos no son los estudiantes colombianos y salen a destruir el Icetex, que es una entidad que está haciendo todo el esfuerzo por reducir al mínimo el costo de la financiación de la educación”, manifestó Ramírez.
La vicepresidenta aprovechó para condenar nuevamente la dictadura de Nicolás Maduro y afirmar que el gobierno que el presidente Iván Duque y ella encabezan no volverán al silencio cómplice con la tiranía que gobierna el vecino país. “Nuestro gobierno no tiene silencio cómplice para oxigenar a la dictadura de Venezuela. En Venezuela se da abrigo a grupos terroristas y narcotraficantes de Colombia y del mundo entero; eso es una gran amenaza para nuestro país”.
Luego se refirió nuevamente al tema de las protestas en Colombia y dijo que era urgente reglamentar el derecho a la protesta social para evitar que se produzcan desmanes y nuevos enfrentamientos con la fuerza pública como los ocurridos la semana pasada. “Nosotros sabemos que la protesta es un derecho esencial en una democracia, disentir, reclamar, rechazar lo que el ciudadano considera que está mal en el Estado, pero una cosa es la protesta y otra las vías de hecho. Es urgente reglamentar la protesta social porque la anarquía que vimos nos está notificando que esto va a seguir”, reiteró la vicepresidenta durante un evento que conmemoraba los 170 años del Partido Conservador.
El movimiento estudiantil colombiano organizó un paro nacional a finales de 2018 que mantuvo movilizaciones masivas en todo el país durante más de dos meses. Dichas protestas terminaron en un acuerdo entre el estudiantado y el presidente Iván Duque de aumentar el presupuesto destinado para la educación pública y abrir la discusión sobre un nuevo modelo en la educación superior.
Los hechos de corrupción conocidos alrededor de la Universidad Distrital de Bogotá, que desataron la nueva oleada de protestas, tienen al ex director del Instituto de Extensión (Idexud) de la universidad, William Muñoz Prieto, en el ojo del huracán. Él está señalado de haber malversado los recursos públicos de la universidad para usarlos en beneficio personal y de terceros.
Las protestas de la semana pasada fueron en su mayoría pacíficas. Sin embargo, durante la jornada se produjeron fuertes choques entre manifestantes y el Esmad -polícia antimotines- que dejaron daños materiales y varios heridos.
Para el próximo 10 de octubre está anunciada una nueva jornada de protestas estudiantiles, esta vez a nivel nacional, la cual tiene como objetivo presionar el cumplimiento de los compromisos que el gobierno se hizo con el estudiantado después de levantado el paro nacional que tuvo lugar a fines del año pasado.
Jorge Cantillo
desde Bogotá, Colombia
La vicepresidenta de Colombia, Marta Lucía Ramírez, afirmó que “buena parte” de los manifestantes que se tornaron violentos en las últimas jornadas de protestas estudiantiles que durante la semana pasada movilizaron miles de universitarios en Bogotá, no son estudiantes colombianos, sino que vienen de Venezuela.
Se refirió la vicepresidenta específicamente al ataque que sufrió el edificio del Icetex -Instituto Colombiano de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior- durante los tres días de protestas que empezaron el pasado 25 de septiembre y que reunieron estudiantes de universidades públicas y privadas, quienes se manifestaron en contra de un presunto desfalco al presupuesto de la Universidad Distrital de Bogotá por 11 mil millones de pesos (USD 3.185.050).
“El Icetex, tan absurdamente golpeado y atacado por una horda que no son estudiantes con seguridad, yo tengo que decir, buena parte de esos encapuchados tienen que ser de los encapuchados que nos han mandado desde Venezuela, porque esos no son los estudiantes colombianos y salen a destruir el Icetex, que es una entidad que está haciendo todo el esfuerzo por reducir al mínimo el costo de la financiación de la educación”, manifestó Ramírez.
La vicepresidenta aprovechó para condenar nuevamente la dictadura de Nicolás Maduro y afirmar que el gobierno que el presidente Iván Duque y ella encabezan no volverán al silencio cómplice con la tiranía que gobierna el vecino país. “Nuestro gobierno no tiene silencio cómplice para oxigenar a la dictadura de Venezuela. En Venezuela se da abrigo a grupos terroristas y narcotraficantes de Colombia y del mundo entero; eso es una gran amenaza para nuestro país”.
Luego se refirió nuevamente al tema de las protestas en Colombia y dijo que era urgente reglamentar el derecho a la protesta social para evitar que se produzcan desmanes y nuevos enfrentamientos con la fuerza pública como los ocurridos la semana pasada. “Nosotros sabemos que la protesta es un derecho esencial en una democracia, disentir, reclamar, rechazar lo que el ciudadano considera que está mal en el Estado, pero una cosa es la protesta y otra las vías de hecho. Es urgente reglamentar la protesta social porque la anarquía que vimos nos está notificando que esto va a seguir”, reiteró la vicepresidenta durante un evento que conmemoraba los 170 años del Partido Conservador.
El movimiento estudiantil colombiano organizó un paro nacional a finales de 2018 que mantuvo movilizaciones masivas en todo el país durante más de dos meses. Dichas protestas terminaron en un acuerdo entre el estudiantado y el presidente Iván Duque de aumentar el presupuesto destinado para la educación pública y abrir la discusión sobre un nuevo modelo en la educación superior.
Los hechos de corrupción conocidos alrededor de la Universidad Distrital de Bogotá, que desataron la nueva oleada de protestas, tienen al ex director del Instituto de Extensión (Idexud) de la universidad, William Muñoz Prieto, en el ojo del huracán. Él está señalado de haber malversado los recursos públicos de la universidad para usarlos en beneficio personal y de terceros.
Las protestas de la semana pasada fueron en su mayoría pacíficas. Sin embargo, durante la jornada se produjeron fuertes choques entre manifestantes y el Esmad -polícia antimotines- que dejaron daños materiales y varios heridos.
Para el próximo 10 de octubre está anunciada una nueva jornada de protestas estudiantiles, esta vez a nivel nacional, la cual tiene como objetivo presionar el cumplimiento de los compromisos que el gobierno se hizo con el estudiantado después de levantado el paro nacional que tuvo lugar a fines del año pasado.