João Félix sólo tocó tres balones en los últimos 25 metros

El portugués fue sustituido después de no aparecer apenas en la zona de finalización. Permaneció alejado y sin intervenir en las posiciones donde su talento hace daño.

Jorge García
As
En el minuto 60 del partido de Zorrilla João Félix desfiló hacia el banquillo. El portugués dejaba el campo para que Correa entrara con 0-0 en el marcador. El ex del Benfica dejó el césped cabizbajo, sabiendo que su paso por el partido había sido del todo intrascendente. Dio la sensación de que el partido se había jugado en un lenguaje fútbolístico completamente diferente al suyo. Los datos lo explican. Con el tridente en el campo, João Félix volvió a arrancar desde el costado izquierdo del ataque, pero con mucha libertad. Simeone había explicado en la previa que lo que le dejó más contento del partido de João Félix en Moscú fue que se “tirara al suelo a recuperar un balón”. El portugués captó en mensaje y no quiso descuidarse en defensa, pero por el contrario no apareció en ataque.


Sus intervenciones le atestiguan. Solamente entró en contacto con el balón tres veces en los últimos 25 metros, en la zona donde su calidad debe ponerse de manifiesto para desequilibrar los partidos, donde su talento puede ser decisivo. Dos toques en el área y uno a pocos metros de la corona del área. Todo lo demás, lejísimos de la zona de la verdad. Simeone piensa que hacerlo arrancar desde el perfil izquierdo le puede facilitar las cosas al joven jugador, en lugar de hacerlo como segunda punta. De esa manera le abre las opciones de pase y le quiere evitar que tenga que recibir de espaldas más de la cuenta.

En Zorrilla, Félix evidenció problemas para perfilarse entre líneas y recibir. Sus compañeros no le encontraron. El jugador llegó a moverse por todo el frente, pero no era capaz de entrar en juego. Sin embargo, no desatendió sus obligaciones defensivas, como evidencia también el mapa de calor del jugador. Se observa una clara referencia de su posición en campo propio, en el sector izquierdo.

Durante varios minutos del primer tiempo el Valladolid logró el control de la posesión, pero antes del descanso el Atlético ya casi la había igualado. Por supuesto, el portugués dejó el campo sin intentar un remate a portería, pero lo peor fue que no hubo ni siquiera esa sensación de que cuando el balón pasaba por él pudiera suceder algo. Fue el João Félix más tímido y desorientado de lo que va de temporada. En Moscú mostró y pudo interpretar una versión alegre de su fútbol. A sus 19 años, sigue su fase de adaptación.

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