Gobierno chileno estimó cientos de millones de dólares en daños por manifestaciones
Santiago de Chile, EFE
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, informó este lunes que los daños causados en las protestas, incendios y saqueos ocurridos en el país en los últimos cuatro días costarán «cientos de millones de dólares» en reparaciones.
«Estamos trabajando en un plan de reconstrucción, porque el daño que ha causado estos días de violencia y delincuencia es muy grande y se mide en cientos de millones de dólares», dijo el mandatario en una declaración a la prensa desde el Palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo.
En ese sentido, afirmó que habrá que reconstruir el transporte público y el suburbano de varias ciudades, como Santiago o Valparaíso, dañados durante los disturbios que ya se expandieron a casi todo el país, que se encuentra prácticamente bajo el control militar y en estado de emergencia.
Esta situación excepcional rige tras cuatro días de disturbios de forma total o parcialmente en casi todas las regiones del país, con toque de queda nocturno en Santiago, la región de Valparaíso, la provincia de Concepción (sur), y las ciudades de Antofagasta, La Serena y Coquimbo (norte); Rancagua y Talca (centro) y Valdivia (sur).
«Queremos reparar no solo el daño físico, sino también el daño moral que estos hechos de vandalismo han provocado en el cuerpo y el alma de nuestro país», explicó.
Piñera apuntó a la necesidad de avanzar a «mayor ritmo voluntad» para conseguir «la amistad cívica, los acuerdos, el diálogo, la colaboración y en encontrar mejores y más rápidas soluciones» para los problemas que afectan actualmente a los chilenos.
Hacia este objetivo, el presidente anunció que el Ejecutivo está trabajando para poder potenciar una mejora en las pensiones, bajar el precio de los medicamentos, reducir las listas de espera en la sanidad pública, mejorar la calidad en la atención de salud e implementar un seguro catastrófico para controlar el gasto en medicamentos para las familias chilenas.
«Mañana me reuniré con presidentes de partidos, tanto de Gobierno como de oposición, para poder explorar y ojalá avanzar hacia un acuerdo social que nos permita a todos unidos acercarnos con rapidez, eficacia y responsabilidad hacia mejores soluciones a los problemas que afectan a los chilenos», agregó el mandatario.
Piñera condenó de nuevo la violencia en las calles de Chile, que en la víspera había calificado como una «guerra» contra los violentos que protagonizaban desmanes y destrozos en las diferentes ciudades del país.
Este lunes confesó sentirse indignado al ver «el daño y el dolor» causado por los días de disturbios y puntualizó que «la violencia no puede prevalecer».
Grupos violentos han radicalizado una protesta social que tuvo el alza del precio del Metro de Santiago como detonante y que derivó en violentas manifestaciones que se han cobrado ya al menos once vidas y que han sembrado de terror las calles de cada vez más lugares del país, con barricadas, incendios y saqueos.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, informó este lunes que los daños causados en las protestas, incendios y saqueos ocurridos en el país en los últimos cuatro días costarán «cientos de millones de dólares» en reparaciones.
«Estamos trabajando en un plan de reconstrucción, porque el daño que ha causado estos días de violencia y delincuencia es muy grande y se mide en cientos de millones de dólares», dijo el mandatario en una declaración a la prensa desde el Palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo.
En ese sentido, afirmó que habrá que reconstruir el transporte público y el suburbano de varias ciudades, como Santiago o Valparaíso, dañados durante los disturbios que ya se expandieron a casi todo el país, que se encuentra prácticamente bajo el control militar y en estado de emergencia.
Esta situación excepcional rige tras cuatro días de disturbios de forma total o parcialmente en casi todas las regiones del país, con toque de queda nocturno en Santiago, la región de Valparaíso, la provincia de Concepción (sur), y las ciudades de Antofagasta, La Serena y Coquimbo (norte); Rancagua y Talca (centro) y Valdivia (sur).
«Queremos reparar no solo el daño físico, sino también el daño moral que estos hechos de vandalismo han provocado en el cuerpo y el alma de nuestro país», explicó.
Piñera apuntó a la necesidad de avanzar a «mayor ritmo voluntad» para conseguir «la amistad cívica, los acuerdos, el diálogo, la colaboración y en encontrar mejores y más rápidas soluciones» para los problemas que afectan actualmente a los chilenos.
Hacia este objetivo, el presidente anunció que el Ejecutivo está trabajando para poder potenciar una mejora en las pensiones, bajar el precio de los medicamentos, reducir las listas de espera en la sanidad pública, mejorar la calidad en la atención de salud e implementar un seguro catastrófico para controlar el gasto en medicamentos para las familias chilenas.
«Mañana me reuniré con presidentes de partidos, tanto de Gobierno como de oposición, para poder explorar y ojalá avanzar hacia un acuerdo social que nos permita a todos unidos acercarnos con rapidez, eficacia y responsabilidad hacia mejores soluciones a los problemas que afectan a los chilenos», agregó el mandatario.
Piñera condenó de nuevo la violencia en las calles de Chile, que en la víspera había calificado como una «guerra» contra los violentos que protagonizaban desmanes y destrozos en las diferentes ciudades del país.
Este lunes confesó sentirse indignado al ver «el daño y el dolor» causado por los días de disturbios y puntualizó que «la violencia no puede prevalecer».
Grupos violentos han radicalizado una protesta social que tuvo el alza del precio del Metro de Santiago como detonante y que derivó en violentas manifestaciones que se han cobrado ya al menos once vidas y que han sembrado de terror las calles de cada vez más lugares del país, con barricadas, incendios y saqueos.