Fiesta sin goles en el Rico Pérez

Colombia mereció más ante Chile, donde el mejor fue el portero Claudio Bravo. Hubo un penalti a Cuadrado que el colegiado no pitó. Jolgorio y colorido en la grada del estadio del Hércules.

EFE
Las selecciones de Chile y Colombia empataron sin goles en Alicante en un encuentro amistoso en el que el conjunto que dirige Reinaldo Rueda supo aguantar con oficio la ofensiva de su rival, que mereció por juego y ocasiones un resultado favorable.


Claudio Bravo, que neutralizó dos claras opciones de gol en el primer periodo, fue el mejor jugador chileno ante una Colombia que ofreció una buena imagen y a la que solo faltó un poco más de determinación y acierto en ataque para conseguir el triunfo.

Ambos conjuntos afrontaron esta cita, una de las últimas antes del comienzo de la fase de clasificación para el Mundial, con la máxima seriedad y concentración, por lo que el partido, repleto de polémicas y roces entre los jugadores, no pareció un amistoso.

Chile y Colombia iniciaron el partido con sus armas tradicionales. Mientras el combinado de Reinaldo Rueda, liderado por la energía de Arturo Vidal, intentaba marcar un ritmo lento de juego, el conjunto cafetero, más dinámico, buscó llegar al área rival con transiciones rápidas para explotar la velocidad de sus atacantes.

La primera gran ocasión la tuvo Juan Cuadrado, de nuevo en posición de interior, quien tras desbordar a su marcador disparó al cuerpo de Claudio Bravo. El portero del Manchester City volvería a ser providencial para su equipo al atajar un gran disparo de Duvan Zapata a la media vuelta en una acción en la que el delantero se lesionó al golpear el balón.

La lesión de Zapata, unida a la del chileno Gary Medel, quien estrenaba capitanía, enfrió el ritmo del partido, lo que benefició a Chile, que fue estirando líneas, aunque sin llegadas claras a la portería de Ospina más allá de un lanzamiento de Pinares que salió cerca del ángulo.

Un disparo de Muriel a las manos de Bravo y un remate de cabeza desviado de Yerry Mina, tras una acción de pizarra, fueron las últimas opciones de Colombia de batir a Chile, que no dudó en emplearse con contundencia para impedir que su rival pudiera explotar su velocidad.

La segunda parte arrancó con polémica, ya que a los tres minutos Juan Cuadrado cayó en el área chilena en una acción en la que pareció ser claramente derribado por Pulgar, pero el colegiado no apreció penalti ante la indignación de los jugadores, de los aficionados y del banquillo colombiano.

La jugada activó al equipo de Queiroz y a la grada. Mina, de nuevo a balón parado, rozó el gol y Morelos, poco después, buscó sorprender a Bravo con un disparo lejano.

Chile buscó equilibrar el partido con los cambios, pero continuó sin generar nada en ataque y el peso del juego lo siguió llevando Colombia, que por momentos acorraló a su rival en su área.

El encuentro ganó en intensidad en los últimos minutos, en los que se produjeron varios roces entre los jugadores de ambos equipos. Colombia, ya con menos claridad, lo intentó hasta el final ante una Chile que dio por bueno el empate y que no fue capaz de generar ni una ocasión del gol.

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