El tropiezo europeo condiciona la rotación de Zidane
Tras el empate ante el Brujas, el partido de la última jornada en Bélgica puede resultar decisivo para la clasificación del Madrid para octavos.
Mario de la Riva
As
El Real Madrid se encuentra en su situación más comprometida en la fase de grupos desde que se adoptó el formato Champions. El equipo blanco siempre había conseguido ganar al menos uno de sus dos primeros partidos de la liguilla, cuando no los dos. De hecho, venía de doce temporadas consecutivas estrenando con victoria el curso de la máxima competición continental. Además de complicarse la clasificación para los octavos de final, la necesidad de ganar o puntuar en el último partido en Brujas puede condicionar las rotaciones de Zidane.
El reparto de esfuerzos entre su plantilla es una de las señas de identidad del francés como entrenador. En las dos anteriores comparecencias de Zidane en la fase de grupos, el Real Madrid llegó a la última jornada clasificado para los cruces. En ambas ocasiones, con el Borussia Dortmund como rival. En la temporada 2016-2017, los renanos empataron 2-2 en el Bernabéu después de dos goles de Benzema y salvaron el liderato. Un año después, los blancos, que ya tenían la primera posición perdida a favor del Tottenham vencieron al Dortmund por 3-2 en un partido en el que Zidane sí aplicó rotaciones. Kroos se quedó fuera de la convocatoria, Marcelo, Modric y Benzema en el banquillo (ninguno de los tres disputaron minuto alguno) y Carvajal descansó también por sanción.
En el mejor de los casos (un pleno de victorias en el doble enfrentamiento con el Galatasaray y la visita del PSG en el Bernabéu), el Madrid afrontará la última jornada en Brujas con 10 puntos. Una cifra que suele ser suficiente para clasificarse, pero no siempre. En la temporada 2013-2014 el Galatasaray pasó a octavos con siete puntos compartiendo grupo con el Madrid, pero el Nápoles se quedó fuera empatado a doce con Dortmund y Arsenal. De hecho, siempre dependiendo de los resultados, puede plantearse un escenario en el que belgas y madridistas se disputen uno de los billetes en juego.
En todo caso, ese partido potencialmente decisivo contra el Brujas se presenta en una de las etapas con el calendario menos cargado para el Real Madrid. Tras el parón de selecciones de noviembre, el Madrid tiene siete partidos en 30 días, frente a los 22 días que habrán transcurrido en los siete encuentros del tramo actual de campaña. Aunque, además de ese partido contra el Brujas, recibirá al PSG en Champions (26 de noviembre) y se medirá en LaLiga Santander con Valencia (14-15 de diciembre) y Athletic (21-22 de diciembre), el calendario dará un respiro a los blancos en forma de dos miércoles libres. La semana que empieza el 4 de diciembre no hay competición y la del 18 de diciembre se disputa la primera ronda de la Copa del Rey, de la que, en virtud del nuevo formato del torneo del KO, el Madrid está exento por participar en enero en la Supercopa de España. Entremedias de las dos semanas sin compromiso intersemanal, el miércoles 11 de diciembre (21:00), el vital partido contra el Brujas.
Mario de la Riva
As
El Real Madrid se encuentra en su situación más comprometida en la fase de grupos desde que se adoptó el formato Champions. El equipo blanco siempre había conseguido ganar al menos uno de sus dos primeros partidos de la liguilla, cuando no los dos. De hecho, venía de doce temporadas consecutivas estrenando con victoria el curso de la máxima competición continental. Además de complicarse la clasificación para los octavos de final, la necesidad de ganar o puntuar en el último partido en Brujas puede condicionar las rotaciones de Zidane.
El reparto de esfuerzos entre su plantilla es una de las señas de identidad del francés como entrenador. En las dos anteriores comparecencias de Zidane en la fase de grupos, el Real Madrid llegó a la última jornada clasificado para los cruces. En ambas ocasiones, con el Borussia Dortmund como rival. En la temporada 2016-2017, los renanos empataron 2-2 en el Bernabéu después de dos goles de Benzema y salvaron el liderato. Un año después, los blancos, que ya tenían la primera posición perdida a favor del Tottenham vencieron al Dortmund por 3-2 en un partido en el que Zidane sí aplicó rotaciones. Kroos se quedó fuera de la convocatoria, Marcelo, Modric y Benzema en el banquillo (ninguno de los tres disputaron minuto alguno) y Carvajal descansó también por sanción.
En el mejor de los casos (un pleno de victorias en el doble enfrentamiento con el Galatasaray y la visita del PSG en el Bernabéu), el Madrid afrontará la última jornada en Brujas con 10 puntos. Una cifra que suele ser suficiente para clasificarse, pero no siempre. En la temporada 2013-2014 el Galatasaray pasó a octavos con siete puntos compartiendo grupo con el Madrid, pero el Nápoles se quedó fuera empatado a doce con Dortmund y Arsenal. De hecho, siempre dependiendo de los resultados, puede plantearse un escenario en el que belgas y madridistas se disputen uno de los billetes en juego.
En todo caso, ese partido potencialmente decisivo contra el Brujas se presenta en una de las etapas con el calendario menos cargado para el Real Madrid. Tras el parón de selecciones de noviembre, el Madrid tiene siete partidos en 30 días, frente a los 22 días que habrán transcurrido en los siete encuentros del tramo actual de campaña. Aunque, además de ese partido contra el Brujas, recibirá al PSG en Champions (26 de noviembre) y se medirá en LaLiga Santander con Valencia (14-15 de diciembre) y Athletic (21-22 de diciembre), el calendario dará un respiro a los blancos en forma de dos miércoles libres. La semana que empieza el 4 de diciembre no hay competición y la del 18 de diciembre se disputa la primera ronda de la Copa del Rey, de la que, en virtud del nuevo formato del torneo del KO, el Madrid está exento por participar en enero en la Supercopa de España. Entremedias de las dos semanas sin compromiso intersemanal, el miércoles 11 de diciembre (21:00), el vital partido contra el Brujas.