El triunfo de las dudas
La Roja ganó 3-2, pero los ripios y las dudas siguen. Meneses, Mora y Vidal dieron vuelta una desventaja inicial que pudo agudizar la crisis.
Pablo Vera
As
Era un partido que debía servir para disipar las dudas y aminorar los cuestionamientos, pero costó más de la cuenta. La Roja de Reinaldo Rueda tambaleó ante un rival débil y pese al triunfo 3-2, los ripios ofensivos se mantienen y la sensación sigue siendo agridulce, como en gran parte del proceso del colombiano.
En los primeros minutos la Roja fue dueña casi absoluta del balón, aunque la fórmula de sorprender con balonazos en profundidad estuvo muy lejos de resultar por la falta de precisión. Si bien el primer aviso de Chile fue a los 2' mediante un cabezazo elevado de Francisco Sierralta, las llegadas no abundarían.
Hubo que esperar hasta los 12 minutos para ver una opción clara. Un gran pase entre líneas de Vidal acabó con un zurdazo de César Pinares que se fue por poco. A los 18' la superioridad de la Roja se hizo más evidente con una triple opción de gol: Pulgar le dio al palo tras tiro libre de Pinares, luego Mora remató y provocó tapada del portero y finalmente el 'Rey Arturo' elevó su remate. Sin embargo, la poca efectividad frente al arco volvió a tomar protagonismo.
Chile monopolizó el balón en gran parte del primer tiempo, pero eso no sirvió de nada. Conté, en la primera llegada, puso el sorpresivo 1-0. El golpe fue evidente y un remate de Vidal junto a otro tiro desviado de Felipe Mora fueron las tibias respuestas de una Roja sin reacción.
En el inicio del complemento el panorama estuvo muy lejos de mejorar. Rueda apostó por cambiar a los dos laterales (Isla y Parot por Opazo y Albornoz), pero los problemas se repitieron. Poca precisión y escasa conexión entre el mediocampo y el ataque, más fallos sucesivos en el último pase, ensombrecieron aún más los primeros 15 minutos de la segunda etapa.
Recién a los 63' llegó el desahogo. Un remate de Pulgar provocó la estirada de Keita y en el rebote, Jean Meneses puso el empate.
Tras el gol, el DT siguió buscando fórmulas desde el banco con el ingreso de Pavez, Vegas y Rubio, pero fue Felipe Mora, quien no había tenido mayores opciones de gol durante el partido, el que aprovechó un centro de Opazo a los 70' para concretar la remontada. El respiro fue profundo, aunque más por los números del marcador que por el andamiaje del equipo.
La Roja se relajó y sólo tres minutos después del segundo gol, un centro de Rubio dio en la mano de Jeanvier. Vidal no perdonó desde los doce pasos y comenzó a concretar una victoria muy necesaria.
A 10' del final, Camará decoró el resultado y en los descuentos Bravo evitó el empate al tapar un mano a mano. Dos jugadas que sirven para poner en perspectiva el triunfo de la Roja. Se ganó, pero las dudas están muy lejos de disiparse.
Pablo Vera
As
Era un partido que debía servir para disipar las dudas y aminorar los cuestionamientos, pero costó más de la cuenta. La Roja de Reinaldo Rueda tambaleó ante un rival débil y pese al triunfo 3-2, los ripios ofensivos se mantienen y la sensación sigue siendo agridulce, como en gran parte del proceso del colombiano.
En los primeros minutos la Roja fue dueña casi absoluta del balón, aunque la fórmula de sorprender con balonazos en profundidad estuvo muy lejos de resultar por la falta de precisión. Si bien el primer aviso de Chile fue a los 2' mediante un cabezazo elevado de Francisco Sierralta, las llegadas no abundarían.
Hubo que esperar hasta los 12 minutos para ver una opción clara. Un gran pase entre líneas de Vidal acabó con un zurdazo de César Pinares que se fue por poco. A los 18' la superioridad de la Roja se hizo más evidente con una triple opción de gol: Pulgar le dio al palo tras tiro libre de Pinares, luego Mora remató y provocó tapada del portero y finalmente el 'Rey Arturo' elevó su remate. Sin embargo, la poca efectividad frente al arco volvió a tomar protagonismo.
Chile monopolizó el balón en gran parte del primer tiempo, pero eso no sirvió de nada. Conté, en la primera llegada, puso el sorpresivo 1-0. El golpe fue evidente y un remate de Vidal junto a otro tiro desviado de Felipe Mora fueron las tibias respuestas de una Roja sin reacción.
En el inicio del complemento el panorama estuvo muy lejos de mejorar. Rueda apostó por cambiar a los dos laterales (Isla y Parot por Opazo y Albornoz), pero los problemas se repitieron. Poca precisión y escasa conexión entre el mediocampo y el ataque, más fallos sucesivos en el último pase, ensombrecieron aún más los primeros 15 minutos de la segunda etapa.
Recién a los 63' llegó el desahogo. Un remate de Pulgar provocó la estirada de Keita y en el rebote, Jean Meneses puso el empate.
Tras el gol, el DT siguió buscando fórmulas desde el banco con el ingreso de Pavez, Vegas y Rubio, pero fue Felipe Mora, quien no había tenido mayores opciones de gol durante el partido, el que aprovechó un centro de Opazo a los 70' para concretar la remontada. El respiro fue profundo, aunque más por los números del marcador que por el andamiaje del equipo.
La Roja se relajó y sólo tres minutos después del segundo gol, un centro de Rubio dio en la mano de Jeanvier. Vidal no perdonó desde los doce pasos y comenzó a concretar una victoria muy necesaria.
A 10' del final, Camará decoró el resultado y en los descuentos Bravo evitó el empate al tapar un mano a mano. Dos jugadas que sirven para poner en perspectiva el triunfo de la Roja. Se ganó, pero las dudas están muy lejos de disiparse.