El Liverpool remonta, sigue invicto y acorrala a Pochettino
Los Spurs se adelantaron en el 1' con un gol de Kane, pero Henderson y Salah dieron la vuelta al marcador. El Liverpool le saca 6 puntos al City. El Tottenham, 11º.
Alberto Muñoz
As
Tocó sufrir, luchar y poner a prueba a Gazzaniga en casi 15 ocasiones, pero el Liverpool consiguió una victoria tan merecida como trabajada ante el Tottenham de Pochettino. Buena actitud de los spurs, que supieron blindarse atrás aunque apenas dispararon dos veces a puerta, pero la tormenta desatada por los de Klopp, liderados maravillosamente por Mané, no merecía otra cosa que no fueran los tres puntos. Salah, tras un penalti provocado por el senegalés, certificó un remontada trabajada desde el minuto uno.
Y es que no hubo ni factor Anfield, ni miedo al invicto líder ni respeto al campeón de Europa. Apenas 47 segundos tardaron la suerte y el Tottenham de Pochettino en cargar al Liverpool de dudas. Bastaron una buena conducción de Sissoko, un disparo inocente de Son que se envenenó y dio al larguero porque rebotó en Lovren y un remate certero de Kane en el rechace, que estuvo más listo y atento que todos para hacerse con el balón dividido.
Bofetada muy tempranera para un líder que ya pinchó la jornada pasada y que, lejos de convencer con su goleada en Champions, da la impresión de que poco a poco va deshinchándose. La bajada de nivel era inevitable, pero lo que antes parecía una ventaja sólida con respecto al City, sobre todo por el nivel de juego de ambos, ahora se reduce más a los puntos que a las sensaciones. Victoria hoy, sí, pero toque de atención para los de Klopp.
Sobre todo porque la ansiedad entre los suyos, y más en su propio estadio, fue creciendo a medida que se agrandaba la figura de Gazzaniga. Partidazo del argentino, que hoy supo suplir a la perfección la baja de un campeón del mundo como Hugo Lloris. No fue hasta el minuto 52 cuando, tras un error de Rose, Henderson pudo aprovechar un centro lateral para picar un buen remate contra el suelo y volver a ver puerta en Anfield, algo que no hacía desde diciembre de 2015.
Los spurs, que habían sabido contener a los reds con contundencia física y orden atrás hasta ese momento, reaccionaron con una jugada eléctrica de Son, que llegó a estrellar el balón en la madera. Aun así, en los subcampeones de Europa se adivinaba un cierto nerviosismo, sabedores de que todo lo malo que pudiesen haber hecho durante este último mes podía borrarse con una victoria en el estadio del líder.
Pero fueron incapaces de conseguir amarrar ni siquiera un punto después de que Aurier, uno de los que estaban un decibelio por encima de lo recomendado, cometiese un penalti sobre Mané en el 75 que Salah aprovechó para remontar el partido. Duro partido para el Liverpool, que consigue mantener su ventaja de 6 puntos sobre el Manchester City, al que se enfrentará dentro de dos semanas, y que en apenas tres días recibirá al Arsenal para disputar la Copa de la Liga.
Alberto Muñoz
As
Tocó sufrir, luchar y poner a prueba a Gazzaniga en casi 15 ocasiones, pero el Liverpool consiguió una victoria tan merecida como trabajada ante el Tottenham de Pochettino. Buena actitud de los spurs, que supieron blindarse atrás aunque apenas dispararon dos veces a puerta, pero la tormenta desatada por los de Klopp, liderados maravillosamente por Mané, no merecía otra cosa que no fueran los tres puntos. Salah, tras un penalti provocado por el senegalés, certificó un remontada trabajada desde el minuto uno.
Y es que no hubo ni factor Anfield, ni miedo al invicto líder ni respeto al campeón de Europa. Apenas 47 segundos tardaron la suerte y el Tottenham de Pochettino en cargar al Liverpool de dudas. Bastaron una buena conducción de Sissoko, un disparo inocente de Son que se envenenó y dio al larguero porque rebotó en Lovren y un remate certero de Kane en el rechace, que estuvo más listo y atento que todos para hacerse con el balón dividido.
Bofetada muy tempranera para un líder que ya pinchó la jornada pasada y que, lejos de convencer con su goleada en Champions, da la impresión de que poco a poco va deshinchándose. La bajada de nivel era inevitable, pero lo que antes parecía una ventaja sólida con respecto al City, sobre todo por el nivel de juego de ambos, ahora se reduce más a los puntos que a las sensaciones. Victoria hoy, sí, pero toque de atención para los de Klopp.
Sobre todo porque la ansiedad entre los suyos, y más en su propio estadio, fue creciendo a medida que se agrandaba la figura de Gazzaniga. Partidazo del argentino, que hoy supo suplir a la perfección la baja de un campeón del mundo como Hugo Lloris. No fue hasta el minuto 52 cuando, tras un error de Rose, Henderson pudo aprovechar un centro lateral para picar un buen remate contra el suelo y volver a ver puerta en Anfield, algo que no hacía desde diciembre de 2015.
Los spurs, que habían sabido contener a los reds con contundencia física y orden atrás hasta ese momento, reaccionaron con una jugada eléctrica de Son, que llegó a estrellar el balón en la madera. Aun así, en los subcampeones de Europa se adivinaba un cierto nerviosismo, sabedores de que todo lo malo que pudiesen haber hecho durante este último mes podía borrarse con una victoria en el estadio del líder.
Pero fueron incapaces de conseguir amarrar ni siquiera un punto después de que Aurier, uno de los que estaban un decibelio por encima de lo recomendado, cometiese un penalti sobre Mané en el 75 que Salah aprovechó para remontar el partido. Duro partido para el Liverpool, que consigue mantener su ventaja de 6 puntos sobre el Manchester City, al que se enfrentará dentro de dos semanas, y que en apenas tres días recibirá al Arsenal para disputar la Copa de la Liga.