Dzyuba y Azmoun hunden al Benfica
El Zenit dio un baño táctico al equipo portugués, que no supo parar los contraataques de la dupla atacante de los rusos. Raúl de Tomás maquilló el marcador.
Jorge Otero
As
El Benfica se hundió ante un Zenit que dio un recital táctico en su estadio. El conjunto portugués no fue capaz de conectar a sus futbolistas más habilidosos y pagó caros sus despistes defensivos. El Zenit aprovechó la desesperación de los visitantes y, en dos contraataques, sentenció el encuentro. El equipo lisboeta, colista del grupo G, sigue sin puntuar.
El encuentro comenzó eléctrico. Azmoun y Seferovic trataron de sorprender con sendos chispazos. El primero, con una internada por la derecha en la que explotó la lentitud del veterano Jardel pero acabó encontrándose con Vlachodimos. El segundo, con un cabezazo tras un saque de falta que se marchó cerca del palo derecho de Lunev. No obstante, esos chispazos se quedaron en eso, chispazos. Los primeros 20 minutos del encuentro discurrieron sin un dominador claro, con ambos equipos madurando su fútbol sin arriesgar demasiado. Solo Douglas Santos puso algo de emoción con un disparo que se fue acariciando el larguero tras una buena jugada de estrategia en un córner.
Los rusos buscaban a Dyzuba y Azmoun, sus referencias de cara al gol. Sin embargo, fue Fejsa el que, para su desgracia, se topó con Ozdoev cuando recibía el balón de Vlachodimos. El cinco del Benfica se durmió y un toque de Ozdoev le dejó un balón franco a Dzyuba en medio del área. El ruso, como demostró en el pasado mundial, definió a la perfección para poner el primer tanto en el marcador. El conjunto lisboeta, nervioso, se sacudió, pero apenas llegó a la meta de Lunev con algún disparo lejano. El Zenit, por el contrario, se tranquilizó con el gol e incluso pudo aumentar su renta en varias ocasiones antes del descanso.
Con el primer suspiro de la segunda mitad vino la primera oportunidad del Zenit: disparo de Azmoun y gran intervención de Vlachodimos para despejar el balón a córner. El equipo de Sergei Semak salió a rematar el partido lo antes posible y apenas dejó respirar al Benfica, que no pasó del centro del campo hasta el minuto 50.
El Zenit redujo una marcha y el Benfica creció con el paso de los minutos. Bruno Lage revolucionó pronto el esquema: Vinícius entró por Pizzi y Caio por Fejsa. Delantero por interior y extremo por pivote, toda una declaración ofensiva del técnico visitante que dinamizó a las águilas. Cuando mejor se estaba encontrando el Benfica, Walter Barrios filtró un pase para el recién salido Karavaev, que en una contra rápida se plantó en la línea de fondo y centró hacia atrás para que Rúben Dias introdujera el balón en su propia portería.
El Benfica se lanzó al ataque ante un Zenit muy bien colocado que no concedió y aprovechó los espacios. Los rusos sentenciaron en un rápido saque de falta desde el centro del campo que dejó pasar Dzyuba para Azmoun, que batió a Valchodimos con una definición impecable. Raúl de Tomás, el mejor del equipo portugués en el último tramo del partido, acortó distancias con un latigazo. El delantero español dio esperanzas a un Benfica que lo intentó hasta el último segundo, pero fue incapaz de remontar.
Jorge Otero
As
El Benfica se hundió ante un Zenit que dio un recital táctico en su estadio. El conjunto portugués no fue capaz de conectar a sus futbolistas más habilidosos y pagó caros sus despistes defensivos. El Zenit aprovechó la desesperación de los visitantes y, en dos contraataques, sentenció el encuentro. El equipo lisboeta, colista del grupo G, sigue sin puntuar.
El encuentro comenzó eléctrico. Azmoun y Seferovic trataron de sorprender con sendos chispazos. El primero, con una internada por la derecha en la que explotó la lentitud del veterano Jardel pero acabó encontrándose con Vlachodimos. El segundo, con un cabezazo tras un saque de falta que se marchó cerca del palo derecho de Lunev. No obstante, esos chispazos se quedaron en eso, chispazos. Los primeros 20 minutos del encuentro discurrieron sin un dominador claro, con ambos equipos madurando su fútbol sin arriesgar demasiado. Solo Douglas Santos puso algo de emoción con un disparo que se fue acariciando el larguero tras una buena jugada de estrategia en un córner.
Los rusos buscaban a Dyzuba y Azmoun, sus referencias de cara al gol. Sin embargo, fue Fejsa el que, para su desgracia, se topó con Ozdoev cuando recibía el balón de Vlachodimos. El cinco del Benfica se durmió y un toque de Ozdoev le dejó un balón franco a Dzyuba en medio del área. El ruso, como demostró en el pasado mundial, definió a la perfección para poner el primer tanto en el marcador. El conjunto lisboeta, nervioso, se sacudió, pero apenas llegó a la meta de Lunev con algún disparo lejano. El Zenit, por el contrario, se tranquilizó con el gol e incluso pudo aumentar su renta en varias ocasiones antes del descanso.
Con el primer suspiro de la segunda mitad vino la primera oportunidad del Zenit: disparo de Azmoun y gran intervención de Vlachodimos para despejar el balón a córner. El equipo de Sergei Semak salió a rematar el partido lo antes posible y apenas dejó respirar al Benfica, que no pasó del centro del campo hasta el minuto 50.
El Zenit redujo una marcha y el Benfica creció con el paso de los minutos. Bruno Lage revolucionó pronto el esquema: Vinícius entró por Pizzi y Caio por Fejsa. Delantero por interior y extremo por pivote, toda una declaración ofensiva del técnico visitante que dinamizó a las águilas. Cuando mejor se estaba encontrando el Benfica, Walter Barrios filtró un pase para el recién salido Karavaev, que en una contra rápida se plantó en la línea de fondo y centró hacia atrás para que Rúben Dias introdujera el balón en su propia portería.
El Benfica se lanzó al ataque ante un Zenit muy bien colocado que no concedió y aprovechó los espacios. Los rusos sentenciaron en un rápido saque de falta desde el centro del campo que dejó pasar Dzyuba para Azmoun, que batió a Valchodimos con una definición impecable. Raúl de Tomás, el mejor del equipo portugués en el último tramo del partido, acortó distancias con un latigazo. El delantero español dio esperanzas a un Benfica que lo intentó hasta el último segundo, pero fue incapaz de remontar.