Dos semanas después del inicio de las protestas, pidió disculpas el ministro chileno que sugirió “madrugar” para pagar menos por el Metro
Juan Andrés Fontaine sugirió a los usuarios evitar los horarios más concurridos inmediatamente después del anuncio sobre el alza de los precios, lo que desató una ola de indignación y las manifestaciones que aún mantienen en vilo al país
Infobae
El ministro chileno de Economía, Juan Andrés Fontaine, pidió perdón este jueves por las polémicas declaraciones que hizo sobre el aumento del precio del metro en Santiago, en medio de los disturbios y protestas en Chile, y puso su cargo a disposición del presidente Sebastián Piñera.
El 8 de octubre, cuando se anunció el alza de la tarifa del metro en hora punta, Fontaine afirmó: “El que madrugue será ayudado, de manera que alguien que sale más temprano y toma el metro a las siete de la mañana tiene la posibilidad de una tarifa más baja que la de hoy”.
“Humildemente pido perdón”, dijo el ministro en una conferencia de prensa en la que anunció que había puesto su “cargo a disposición del presidente de la República”.
La frase de Fontaine indignó a gran parte de la población en una ciudad en la que tres de sus seis millones de habitantes utilizan cada día ese medio de transporte, que actualmente cuesta 1,15 dólares.
El alza de la tarifa del metro fue la gota que derramó el vaso antes de que estallara el viernes una crisis social de magnitud, que dejó 70 estaciones dañadas y lo inmovilizó en los primeros días, además de saqueos en diversos puntos de la ciudad.
El presidente Piñera anunció el estado de emergencia y ha decretado por cinco días consecutivos toque de queda en varias ciudades del país, incluida la capital, con un saldo de 18 personas muertas, cinco de ellos en hecho relacionados con los militares y la policía.
Sin embargo, las manifestaciones con cacerolazos y protestas en avenidas y plazas del país no cesan y se han masificado.
El ministro informó que hasta el momento 667 locales comerciales han resultado afectados por los saqueos e incendios y que los daños más graves han sido en los grandes supermercados y en las farmacias. Según él, los daños a todos estos establecimientos ponen en riesgo el empleo de unas 30.000 personas.
Asimismo señaló que el miércoles cuatro hoteles de la capital fueron saqueados propinando un golpe al turismo en el país.
Por su parte, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) de Chile reportó el miércoles que su recuento de detenidos en Chile después de seis jornada de protestas ascendió hasta 2.410 después de un día de multitudinarias protestas.
El organismo, una entidad pública pero autónoma, indicó en su último balance, ya en horas de la noche, que del total de detenciones, 898 se produjeron en Santiago, donde ayer se reunieron en Plaza Italia alrededor de 100.000 personas para mostrar su descontento, y 1.512 en el resto del país.
La mayoría de los detenidos son hombres adultos (1.565), además de 442 mujeres y 274 menores, aunque hubo casos que no pudieron ser constatados el sexo y edad de los apresados, según señaló el INDH.
Las protestas han dejado además al menos 18 fallecidos, cuatro de ellos ciudadanos extranjeros y del total de las muertes 5 ocurrieron presuntamente a manos de agentes del Estado.
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El ministro chileno de Economía, Juan Andrés Fontaine, pidió perdón este jueves por las polémicas declaraciones que hizo sobre el aumento del precio del metro en Santiago, en medio de los disturbios y protestas en Chile, y puso su cargo a disposición del presidente Sebastián Piñera.
El 8 de octubre, cuando se anunció el alza de la tarifa del metro en hora punta, Fontaine afirmó: “El que madrugue será ayudado, de manera que alguien que sale más temprano y toma el metro a las siete de la mañana tiene la posibilidad de una tarifa más baja que la de hoy”.
“Humildemente pido perdón”, dijo el ministro en una conferencia de prensa en la que anunció que había puesto su “cargo a disposición del presidente de la República”.
La frase de Fontaine indignó a gran parte de la población en una ciudad en la que tres de sus seis millones de habitantes utilizan cada día ese medio de transporte, que actualmente cuesta 1,15 dólares.
El alza de la tarifa del metro fue la gota que derramó el vaso antes de que estallara el viernes una crisis social de magnitud, que dejó 70 estaciones dañadas y lo inmovilizó en los primeros días, además de saqueos en diversos puntos de la ciudad.
El presidente Piñera anunció el estado de emergencia y ha decretado por cinco días consecutivos toque de queda en varias ciudades del país, incluida la capital, con un saldo de 18 personas muertas, cinco de ellos en hecho relacionados con los militares y la policía.
Sin embargo, las manifestaciones con cacerolazos y protestas en avenidas y plazas del país no cesan y se han masificado.
El ministro informó que hasta el momento 667 locales comerciales han resultado afectados por los saqueos e incendios y que los daños más graves han sido en los grandes supermercados y en las farmacias. Según él, los daños a todos estos establecimientos ponen en riesgo el empleo de unas 30.000 personas.
Asimismo señaló que el miércoles cuatro hoteles de la capital fueron saqueados propinando un golpe al turismo en el país.
Por su parte, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) de Chile reportó el miércoles que su recuento de detenidos en Chile después de seis jornada de protestas ascendió hasta 2.410 después de un día de multitudinarias protestas.
El organismo, una entidad pública pero autónoma, indicó en su último balance, ya en horas de la noche, que del total de detenciones, 898 se produjeron en Santiago, donde ayer se reunieron en Plaza Italia alrededor de 100.000 personas para mostrar su descontento, y 1.512 en el resto del país.
La mayoría de los detenidos son hombres adultos (1.565), además de 442 mujeres y 274 menores, aunque hubo casos que no pudieron ser constatados el sexo y edad de los apresados, según señaló el INDH.
Las protestas han dejado además al menos 18 fallecidos, cuatro de ellos ciudadanos extranjeros y del total de las muertes 5 ocurrieron presuntamente a manos de agentes del Estado.