Cuba renueva su farsa electoral: “elige” a su primer Presidente bajo la nueva Constitución
Miguel Díaz-Canel, actual titular de los Consejos de Estado y de Ministros, será ratificado como primer mandatario por la Asamblea Nacional, pero con la figura de “Presidente de la República”
Infobae
El socialismo, el partido único y la farsa de una elección de la que solo participa la minúscula casta gobernante permanecen, pero algunas estructuras cambian. Cuba estrena este jueves un sistema de poder que pretende simular un reparto en varias manos, para relevar a la generación de la revolución de 1959. Es el fruto de la reforma constitucional aprobada en abril pasado.
La Asamblea Nacional elegirá entre sus actuales 599 diputados al presidente de la República, un cargo que desapareció en 1976, así como al vicepresidente y al jefe del Parlamento. Hasta ahora, la principal figura era el presidente de los Consejos de Estado y Ministros, puesto que ocuparon Fidel Castro (1976—2008) y Raúl Castro (2008—2018), quienes además tenían el cargo de primer secretario del único y gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC).
En abril de 2018 Miguel Díaz-Canel, ahora con 59 años, sucedió a Raúl (88), aunque este, su mentor político, mantendrá el liderazgo del PCC hasta 2021, cuando espera jubilarse próximo a los 90 años. Como el proceso está digitado de antemano, se sabe que Díaz-Canel será elegido para hacer lo mismo que venía haciendo hasta ahora, pero con el título de presidente de la República.
Ingeniero de profesión, Díaz-Canel se formó y escaló gradualmente en las estructuras del PCC hasta ser nombrado primer vicepresidente en 2013, cuando se perfilaba como único heredero aparente de Raúl Castro, quien reveló en el acto de investidura que su pupilo también lo relevará al frente del partido en 2021.
El último presidente de la República de Cuba fue el abogado Osvaldo Dorticós, tras sustituir en 1959 a Manuel Urrutia, el primer mandatario de la naciente Revolución Cubana. Pero este renunció a los pocos meses de llegar al cargo debido a conflictos con el verdadero jefe del proceso, el entonces primer ministro Fidel Castro.
“Es de esperar una renovación generacional”, dijo a AFP el jurista Julio Fernández Estrada. Se rodeará de sus contemporáneos, pero siempre bajo la atenta vigilancia de los líderes históricos.
“Llega al poder una nueva generación de líderes, con un marco institucional de dirección mas colectiva, y un mandato de reforma” de una economía de corte soviético, comentó el académico cubano Arturo López-Levy, de la Holy Names University de California. Pero “la selección del personal ha pasado por los viejos líderes partidistas, que han actuado con importantes poderes de veto”, añadió.
La nómina fue elaborada por una comisión de candidaturas, tras consultas con los diputados, y solo se conocerá en el momento de la elección. En las vísperas “no sabemos quiénes son los candidatos”, apuntó Fernández Estrada.
Díaz-Canel tiene la tarea de poner en funcionamiento la economía de la isla, en un contexto adverso. Washington refuerza el bloqueo que desde 1962 aplica contra la isla por su apoyo militar al régimen de Nicolás Maduro, y su complicidad con las violaciones a los derechos humanos en Venezuela. Ahora sanciona a los barcos que transportan petróleo desde Caracas, lo que ha ocasionado escasez de combustible en Cuba.
“Hay una franja de población, que está entre los 16 y 30 años, que manifiesta en las redes sociales su desacuerdo con la elección indirecta”, prevista en la Constitución aprobada en abril, sostuvo. El nuevo marco normativo fue criticado por el jefe de la diplomacia estadounidense Mike Pompeo, para quien Cuba consolida su sistema socialista sin “garantizar al pueblo cubano libertades fundamentales”.
Primer ministro
El presidente de la República será el jefe de Estado y en diciembre designará a un primer ministro, otra figura que vuelve a la estructura política. Según Fernández Estrada, el éxito de esta dupla “depende de las relaciones personales” entre ambos.
“El país será gobernado por las mismas personas, pero, quizás en algunos asuntos, lo hagan de manera más contemporánea con el presente y menos atada a preconceptos que actúan como limitantes autoimpuestas”, comentó por su parte el politólogo Jorge Gómez Barata.
En la misma sesión, el Parlamento debe renovar su mesa directiva. Esteban Lazo, de 75 años, que ocupa la presidencia desde 2013, podría ser sustituido, siguiendo la tónica actual de funcionarios que no rebasan los 60 años de edad.
Homero Acosta, un jurista de 55 años, actual secretario del Consejo de Estado, será para muchos el elegido, toda vez que dirigió la redacción de la nueva Constitución, con una relevante presencia pública. Aunque su perfil también lo proyecta como primer ministro.
Además de designar al primer ministro, el presidente cubano propondrá próximamente la candidatura del gobernador y vicegobernadores provinciales, otras figuras recuperadas en la Constitución, que serán elegidos por los delegados municipales de cada territorio.
El Consejo de Estado, hasta ahora con 31 miembros incluyendo seis vicepresidentes, se reducirá a 21 y será liderado por el jefe del Parlamento, con un solo vice. Entre los actuales vicepresidentes está el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés (87), el más relevante del núcleo duro de los históricos. De salir, mantendrá su permanencia en el selecto Buró Político del PCC, hasta 2021.
“Es de esperar cierto rejuvenecimiento de los líderes, mayor energía para implementar cambios ya decididos, pero todo eso dentro de los limites del slogan ‘somos continuidad’” que Díaz-Canel proclama, dice López Levy.
Infobae
El socialismo, el partido único y la farsa de una elección de la que solo participa la minúscula casta gobernante permanecen, pero algunas estructuras cambian. Cuba estrena este jueves un sistema de poder que pretende simular un reparto en varias manos, para relevar a la generación de la revolución de 1959. Es el fruto de la reforma constitucional aprobada en abril pasado.
La Asamblea Nacional elegirá entre sus actuales 599 diputados al presidente de la República, un cargo que desapareció en 1976, así como al vicepresidente y al jefe del Parlamento. Hasta ahora, la principal figura era el presidente de los Consejos de Estado y Ministros, puesto que ocuparon Fidel Castro (1976—2008) y Raúl Castro (2008—2018), quienes además tenían el cargo de primer secretario del único y gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC).
En abril de 2018 Miguel Díaz-Canel, ahora con 59 años, sucedió a Raúl (88), aunque este, su mentor político, mantendrá el liderazgo del PCC hasta 2021, cuando espera jubilarse próximo a los 90 años. Como el proceso está digitado de antemano, se sabe que Díaz-Canel será elegido para hacer lo mismo que venía haciendo hasta ahora, pero con el título de presidente de la República.
Ingeniero de profesión, Díaz-Canel se formó y escaló gradualmente en las estructuras del PCC hasta ser nombrado primer vicepresidente en 2013, cuando se perfilaba como único heredero aparente de Raúl Castro, quien reveló en el acto de investidura que su pupilo también lo relevará al frente del partido en 2021.
El último presidente de la República de Cuba fue el abogado Osvaldo Dorticós, tras sustituir en 1959 a Manuel Urrutia, el primer mandatario de la naciente Revolución Cubana. Pero este renunció a los pocos meses de llegar al cargo debido a conflictos con el verdadero jefe del proceso, el entonces primer ministro Fidel Castro.
“Es de esperar una renovación generacional”, dijo a AFP el jurista Julio Fernández Estrada. Se rodeará de sus contemporáneos, pero siempre bajo la atenta vigilancia de los líderes históricos.
“Llega al poder una nueva generación de líderes, con un marco institucional de dirección mas colectiva, y un mandato de reforma” de una economía de corte soviético, comentó el académico cubano Arturo López-Levy, de la Holy Names University de California. Pero “la selección del personal ha pasado por los viejos líderes partidistas, que han actuado con importantes poderes de veto”, añadió.
La nómina fue elaborada por una comisión de candidaturas, tras consultas con los diputados, y solo se conocerá en el momento de la elección. En las vísperas “no sabemos quiénes son los candidatos”, apuntó Fernández Estrada.
Díaz-Canel tiene la tarea de poner en funcionamiento la economía de la isla, en un contexto adverso. Washington refuerza el bloqueo que desde 1962 aplica contra la isla por su apoyo militar al régimen de Nicolás Maduro, y su complicidad con las violaciones a los derechos humanos en Venezuela. Ahora sanciona a los barcos que transportan petróleo desde Caracas, lo que ha ocasionado escasez de combustible en Cuba.
“Hay una franja de población, que está entre los 16 y 30 años, que manifiesta en las redes sociales su desacuerdo con la elección indirecta”, prevista en la Constitución aprobada en abril, sostuvo. El nuevo marco normativo fue criticado por el jefe de la diplomacia estadounidense Mike Pompeo, para quien Cuba consolida su sistema socialista sin “garantizar al pueblo cubano libertades fundamentales”.
Primer ministro
El presidente de la República será el jefe de Estado y en diciembre designará a un primer ministro, otra figura que vuelve a la estructura política. Según Fernández Estrada, el éxito de esta dupla “depende de las relaciones personales” entre ambos.
“El país será gobernado por las mismas personas, pero, quizás en algunos asuntos, lo hagan de manera más contemporánea con el presente y menos atada a preconceptos que actúan como limitantes autoimpuestas”, comentó por su parte el politólogo Jorge Gómez Barata.
En la misma sesión, el Parlamento debe renovar su mesa directiva. Esteban Lazo, de 75 años, que ocupa la presidencia desde 2013, podría ser sustituido, siguiendo la tónica actual de funcionarios que no rebasan los 60 años de edad.
Homero Acosta, un jurista de 55 años, actual secretario del Consejo de Estado, será para muchos el elegido, toda vez que dirigió la redacción de la nueva Constitución, con una relevante presencia pública. Aunque su perfil también lo proyecta como primer ministro.
Además de designar al primer ministro, el presidente cubano propondrá próximamente la candidatura del gobernador y vicegobernadores provinciales, otras figuras recuperadas en la Constitución, que serán elegidos por los delegados municipales de cada territorio.
El Consejo de Estado, hasta ahora con 31 miembros incluyendo seis vicepresidentes, se reducirá a 21 y será liderado por el jefe del Parlamento, con un solo vice. Entre los actuales vicepresidentes está el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés (87), el más relevante del núcleo duro de los históricos. De salir, mantendrá su permanencia en el selecto Buró Político del PCC, hasta 2021.
“Es de esperar cierto rejuvenecimiento de los líderes, mayor energía para implementar cambios ya decididos, pero todo eso dentro de los limites del slogan ‘somos continuidad’” que Díaz-Canel proclama, dice López Levy.