Cuáles son los hábitos de los ricos que les permiten construir sus fortunas
Durante cinco años Tom Corley estudió las costumbres de las personas que tienen dinero, sobre todo de aquellas que no nacieron en la clase alta pero se convirtieron en millonarios. Su libro Rich Habits, un éxito que cumplió 10 años, dio lugar a una suerte de guía práctica
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Tom Corley podría haber sido un anodino contador dedicado a completar las declaraciones de impuestos de personas y negocios de Nueva Jersey, donde funciona su firma Cerefice & Co. Sin embargo, hace 10 años un libro torció su destino: se tituló Rich Habits y lo escribió él mismo. “El éxito es elusivo”, escribió. “¿Por qué? ¿Por qué los ricos son tan ricos?”. A partir de esas preguntas comenzó una investigación que lo sacó de su oficina, y lo llevó al mundo, y varios libros más tarde (Rich Kids; Change Your Habits, Change Your Life y Rich Habits, Poor Habits) mantiene actualidad. Porque, tanto entonces como ahora, el 85% de los millonarios en los Estados Unidos no nacieron ricos, sino que fue algo que ellos hicieron para convertirse en tales.
No un acto, como un golpe de la suerte. Al contrario: algo que hicieron regularmente. Los ricos tienen, comprobó el autor, hábitos de ricos.
“Corley pasó cinco años estudiando a los millonarios”, lo presentó Business Insider. “Descubrió que la gente que se hizo rica practicaba muchos hábitos en común, como leer constantemente, hacer ejercicio, dormir al menos siete horas y hacerse tiempo para pensar a diario”. En total unos 300 hábitos separan a los ricos de la clase media y los pobres, encontró.
Su investigación completa incluyó entrevistas a 233 personas adineradas (214 varones y 14 mujeres) y 128 personas pobres (114 varones y 14 mujeres) a lo largo de tres años. No se centró en multimillonarios, sino en lo que consideraba más importante a la hora de establecer una hipótesis sobre cómo alguien que no nace millonario (177 de los 233 entrevistados, de los cuales el 41% provenía de hogares pobres y el 59% de la clase media) logra serlo. Así el patrimonio promedio de sus elegidos era de USD 3,2 millones en el momento del estudio.
A partir de 20 preguntas amplias con casi 150 preguntas derivadas sobre sus actividades cotidianas, Corley obtuvo más de 50.000 respuestas que le permitieron acceder a una enorme cantidad de datos, que organizó en 346 secciones de datos. “Reuní información de ambos grupos sobre sus carreras o empleo”, explicó, “hábitos de gastos, desempeño académico, educación, percepciones sobre la riqueza y la pobreza, salud, herencia, juegos de azar, propiedad de la vivienda, administración del tiempo, creencias, vacaciones, voluntariados, redes de contacto y voto”. Luego pasó un año y medio analizando todo.
“¿Qué características tienen que los hace tan exitosos? Pocas personas llegan a averiguarlo. Desafortunadamente, ‘Cómo tener éxito financiero en la vida’ no es una asignatura que se enseñe en las escuelas. Estamos todos en el mismo bote, tratando de averiguarlo, mediante ensayo y error, por nuestros medios”, escribió en Rich Habits.
A nadie le molesta tener inteligencia, talento y encanto, pero según las indagaciones de Corley no son factores que pesen a la hora de diferenciar ricos y pobres. “Las diferencias están en las costumbres cotidianas, estas actividades inconscientes, que son como una segunda piel, que ocupan el 40% de nuestras horas despiertos. Es decir, dos de cada cinco minutos, todos los días. Los hábitos son atajos neuronales que se almacenan en los ganglios basales”. Eso permite que el cerebro ahorre energía, como una suerte de piloto automático para la toma de decisiones.
Sus conclusiones sobre los hábitos diarios de la gente con dinero le permitieron crear su “Programa de hábitos de ricos”, que diseñó como una guía que desde 2009 se ha actualizado y tiene una página web. “La riqueza no es un subproducto de la suerte, la educación, el trabajo duro o la herencia. El éxito financiero es un proceso a prueba de tontos”, advirtió.
El libro, que abunda en la narración de casos, presenta también algunos de los Rich Habits que promete su título. Entre ellos, estos son algunos de los más importantes:
Los millonarios leen constantemente
“El 88% de la gente rica dedica 30 minutos o más de cada día a educarse o mejorarse mediante la lectura”, escribió Corley. “La mayoría no lee para entretenerse, sino para obtener o mantener conocimientos". El hecho de que lean para perfeccionarse “los separa del resto de la competencia”, explicó: “Al incrementar su conocimiento pueden ver más oportunidades, lo cual significa más dinero. En términos comparativos, sólo uno de cada 50 personas con problemas financieros realiza este tipo de lectura diaria de autoformación, y en consecuencia los pobres no crecen profesionalmente”.
Entre los tipos de libros que leen los millonarios se destacaron tres grupos, observó: biografías de personas exitosas (58%), desarrollo personal (55%) e historia (51%). En viaje a sus oficinas un 63% escucha audiolibros y un 94% se informa sobre la actualidad. Sólo el 11% lee para entretenerse. El 86% cree que mejorar mediante la educación es un programa para la vida entera, contra el 5% de los que no tienen recursos.
Tres de cada cuatro hacen ejercicio cada día
Y un tipo en particular: “El 76% de los ricos hace ejercicio aeróbico durante 30 minutos o más cada día”, escribió Corley. Correr, trotar, caminar o andar en bicicleta, por ejemplo, son ejercicios aeróbicos; también usar una cinta, una bicicleta fija o un elíptico en un gimnasio. “El ejercicio aeróbico no sólo es bueno para el cuerpo, sino también para el cerebro”, agregó. El ejercicio “aumenta la producción de la glucosa, que es la gasolina del cerebro", analizó. "Cuando más gasolina le damos al cerebro, más crece y más inteligentes nos volvemos”.
De manera comparativa, el 76% hace ejercicio aeróbico cuatro veces por semana, mientras que sólo el 23% de los pobres hace eso.
Además, el 70% de las personas con recursos consume menos de 300 calorías diarias de comida chatarra, mientras que el 97% de los pobres consume más de 300 calorías de frituras, galletas, refrescos azucarados, dulces, pastelillos, pizza, hot dogs, etc.
Se reúnen con otras personas exitosas
“Uno es igual de exitoso que aquellos con los que se reúne frecuentemente", escribió Corley. “Los ricos siempre están buscando individuos que se orienten a objetivos, sean optimistas y entusiastas y tenga en general una perspectiva mental positiva”. De similar importancia parece ser evitar lo opuesto: “La crítica negativa y destructiva hará que salgamos de la senda en la que buscamos el éxito”.
Casi el 90% de los millonarios dedican al menos 30 minutos diarios a la construcción de relaciones ricas. Si se considera a aquellos que dedican a los contactos cinco o más horas por mes, la comparación entre ricos y pobres es llamativa: el 79% contra el 16%, respectivamente, lo hace.
En particular los que nacieron en la clase media o baja y se convirtieron en ricos “hacen varias cosas todos los días para mantener y desarrollar relaciones poderosas”, subrayó. Entre ellas:
Crear contactos (networking): Participar en organizaciones comerciales, sin fines de lucro o de sectores profesionales.
Llamadas de cortesía: Llamar a relaciones importantes sólo para saludarlas.
Llamadas de cumpleaños: Llamar a la gente que tiene relevancia para saludarla el día de su cumpleaños.
Llamadas por eventos de la vida: Llamar a la gente que tiene relevancia cuando tiene un bebé, se casa, sufre una muerte en la familia, etc. Los eventos de la vida son críticos porque siempre tienen base emocional, y las emociones crean recuerdos poderosos.
Duermen al menos siete horas diarias y se levantan temprano
“El sueño es algo central para tener éxito”, escribió Corley. En su estudio, el 89% de las personas que se volvieron millonarias en el transcurso de su via informaron que duermen al menos siete horas diarias. “En bambalinas, el sueño hace grandes logros”, recordó.
También se levantan temprano, y el 44% de los encuestados aseguró que se levantaba tres horas antes del horario en el que en realidad comenzaría su trabajo, contra el 3% de los pobres. ¿Por qué?
“Es una estrategia para sobrellevar las interrupciones cotidianas inevitables, como el tránsito o tener que ir a buscar a la escuela a un hijo”, dijo como ejemplo. Si antes de empezar la rutina ya resolvieron uno o dos objetivos del día, podrán hacer lugar entre sus ocupaciones a los inconvenientes comunes.
“Estas interrupciones tienen un efecto psicológico sobre nosotros. Pueden filtrarse en nuestro inconsciente y eventualmente forjar la creencia de que no tenemos control sobre nuestras vidas", según Corley. “Levantarse a las cinco de la mañana para abordar las tres cosas principales que queremos lograr en el día nos permite recuperar el control de nuestras vidas. Nos da una sensación de confianza en que uno, en realidad, es quien dirige la propia vida”.
Dedican de 15 a 30 minutos diarios a pensar
“Pensar es clave para el éxito de los ricos", observó. Suelen practicar ese hábito en soledad, durante la mañana y por 15 minutos como mínimo cada día. “Pasan tiempo en discusiones de ideas consigo mismos, sobre mucha cosas”: carrera, finanzas, salud, felicidad.
También practican técnicas de proyección a futuro como el ensueño, que consiste en construir un guión hipotético para un porvenir ideal. “En ese proceso uno define su ser futuro al imaginar que todos sus sueños se realizan y lo escribe entre 500 y 1.000 palabras”. El 61% de las personas que se convirtieron en millonarias por sus propios esfuerzos realizaban esta práctica u otras bases de planeamiento estratégico similares.
Fijan sus propios objetivos
El 80% de los ricos se concentran en lograr un objetivo por vez; sólo el 12% de los pobres hace lo mismo. Con una particularidad: en lugar de ceder a las presiones de los sueños ajenos —lo que esperan los padres, lo que funciona en la sociedad— definen esos objetivos, que luego impulsan de a uno.
“Perseguir los propios sueños y objetivos redunda en la mayor felicidad a largo plazo y la mayor acumulación de riqueza", escribió Corley. “La pasión hace que el trabajo sea divertido. La pasión nos da la energía, la persistencia y la concentración necesarias para sobreponernos a los fracasos, los errores y el rechazo”.
El 70% de los millonarios se propone un objetivo de importancia al comenzar el año (sólo 3% de los que no tienen dinero lo hacen): eso equivale a tener un sueño o un propósito.
“Créase o no, hallar un propósito es fácil", presentó Corley el proceso:
"Haga una lista de todo lo que puede recordar que lo hizo feliz.
Subraye aquellos factores de felicidad que involucren una habilidad, e identifíquela.
Ordene los 10 factores principales subrayados según la alegría que le dieron y póngales puntos (el que lo hizo más feliz obtiene el máximo de 10 puntos)
Luego ordene los 10 factores principales subrayados según su potencial de ingresos y póngales puntos (el más lucrativo obtiene el máximo de 10 puntos)
Sume los puntos de las dos columnas por cada factor: el puntaje más alto representa un propósito potencial principal para su vida."
Tienen mentores y practican el voluntariado
“Encontrar un mentor acelera la acumulación de riqueza”, escribió Corley. “Los mentores exitosos hacen más simplemente influir sobre nuestras vidas de manera positiva. Participan regular y activamente en nuestro éxito al enseñarnos qué hacer y qué no hacer. Comparten con nosotros valiosas lecciones de vida que aprendieron de sus propios mentores o de los golpes que les dio la vida”.
El 93% de los millonarios que tuvieron mentores le atribuyó su éxito a esa persona. “Encontrar un maestro así es una de las mejores maneras, y de las menos dolorosas, de volverse rico. Si conocemos nuestros objetivos, debemos buscar a alguien que ya los haya logrado".
Los ricos dedican cinco horas al mes al voluntariado, y hacen que sus hijos dediquen el doble.
Los ricos dedican cinco horas al mes al voluntariado, y hacen que sus hijos dediquen el doble.
También practican el voluntariado: “Casi tres cuartas partes de la gente adinerada es voluntaria durante cinco horas al mes. Entre los que tiene problemas financieros, sólo uno de cada 10 lo hace”.
Además del voluntariado en sí, una ventaja extra es la compañía que se encuentra en los comités de las organizaciones sin fines de lucro: en general, personas exitosas y con recursos. “Desarrollar relaciones personales con esta gente suele dar como resultado relaciones de negocios para el futuro”, agregó. Por eso, también, el 70% de los millonarios hace que sus hijos sean voluntarios 10 horas o más cada mes, algo que sólo sucede con el 3% de los hijos de quienes tienen problemas financieros.
Buscan distintas fuentes de ingreso
Aquellos que nacieron en las clases media o baja y se convirtieron en millonarios no se limitaron a una única fuente de ingresos. “Desarrollaron corrientes múltiples”, escribió Corley. “Tres parece ser el número mágico, según mi estudio: el 65% tenía al menos tres corrientes de ingresos que habían creado antes de llegar al primer millón de dólares”.
Ejemplos de esas fuentes de ingresos adicionales son renta de propiedades, inversiones en la bolsa y propiedad compartida de un negocio secundario.
También los ahorros resultaron un marcador de importancia: los ricos ahorran el 20% de sus ingresos netos.
No participan de juegos de azar
“Todas las semanas, el 77% de los que tienen dificultades financieras juegan a la lotería. Casi nadie que tenga dinero apuesta. La gente rica no confía su patrimonio a la buena suerte: crea su propia buena suerte”, enfatizó el autor de Rich Habits.
Nunca se dan por vencidos
Las personas que obtuvieron éxito financiero comparten tres características, según el estudio de Corley: “Concentración, persistencia y paciencia”. Nunca dejan de perseguir sus objetivos, aunque sufran reveses: “Aquellos que se convirtieron en millonarios son persistentes. Nunca renuncian a su sueño. Prefieren ahogarse mientras el barco se hunde antes que darse por vencidos”, escribió.
Más de la cuarta parte de sus encuestados dijo que fracasó al menos una vez en su negocio, y se levantó y siguió adelante. “Si queremos tener éxito en la vida, tenemos que resistir ante la adversidad aunque parezca interminable”, concluyó.
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Tom Corley podría haber sido un anodino contador dedicado a completar las declaraciones de impuestos de personas y negocios de Nueva Jersey, donde funciona su firma Cerefice & Co. Sin embargo, hace 10 años un libro torció su destino: se tituló Rich Habits y lo escribió él mismo. “El éxito es elusivo”, escribió. “¿Por qué? ¿Por qué los ricos son tan ricos?”. A partir de esas preguntas comenzó una investigación que lo sacó de su oficina, y lo llevó al mundo, y varios libros más tarde (Rich Kids; Change Your Habits, Change Your Life y Rich Habits, Poor Habits) mantiene actualidad. Porque, tanto entonces como ahora, el 85% de los millonarios en los Estados Unidos no nacieron ricos, sino que fue algo que ellos hicieron para convertirse en tales.
No un acto, como un golpe de la suerte. Al contrario: algo que hicieron regularmente. Los ricos tienen, comprobó el autor, hábitos de ricos.
“Corley pasó cinco años estudiando a los millonarios”, lo presentó Business Insider. “Descubrió que la gente que se hizo rica practicaba muchos hábitos en común, como leer constantemente, hacer ejercicio, dormir al menos siete horas y hacerse tiempo para pensar a diario”. En total unos 300 hábitos separan a los ricos de la clase media y los pobres, encontró.
Su investigación completa incluyó entrevistas a 233 personas adineradas (214 varones y 14 mujeres) y 128 personas pobres (114 varones y 14 mujeres) a lo largo de tres años. No se centró en multimillonarios, sino en lo que consideraba más importante a la hora de establecer una hipótesis sobre cómo alguien que no nace millonario (177 de los 233 entrevistados, de los cuales el 41% provenía de hogares pobres y el 59% de la clase media) logra serlo. Así el patrimonio promedio de sus elegidos era de USD 3,2 millones en el momento del estudio.
A partir de 20 preguntas amplias con casi 150 preguntas derivadas sobre sus actividades cotidianas, Corley obtuvo más de 50.000 respuestas que le permitieron acceder a una enorme cantidad de datos, que organizó en 346 secciones de datos. “Reuní información de ambos grupos sobre sus carreras o empleo”, explicó, “hábitos de gastos, desempeño académico, educación, percepciones sobre la riqueza y la pobreza, salud, herencia, juegos de azar, propiedad de la vivienda, administración del tiempo, creencias, vacaciones, voluntariados, redes de contacto y voto”. Luego pasó un año y medio analizando todo.
“¿Qué características tienen que los hace tan exitosos? Pocas personas llegan a averiguarlo. Desafortunadamente, ‘Cómo tener éxito financiero en la vida’ no es una asignatura que se enseñe en las escuelas. Estamos todos en el mismo bote, tratando de averiguarlo, mediante ensayo y error, por nuestros medios”, escribió en Rich Habits.
A nadie le molesta tener inteligencia, talento y encanto, pero según las indagaciones de Corley no son factores que pesen a la hora de diferenciar ricos y pobres. “Las diferencias están en las costumbres cotidianas, estas actividades inconscientes, que son como una segunda piel, que ocupan el 40% de nuestras horas despiertos. Es decir, dos de cada cinco minutos, todos los días. Los hábitos son atajos neuronales que se almacenan en los ganglios basales”. Eso permite que el cerebro ahorre energía, como una suerte de piloto automático para la toma de decisiones.
Sus conclusiones sobre los hábitos diarios de la gente con dinero le permitieron crear su “Programa de hábitos de ricos”, que diseñó como una guía que desde 2009 se ha actualizado y tiene una página web. “La riqueza no es un subproducto de la suerte, la educación, el trabajo duro o la herencia. El éxito financiero es un proceso a prueba de tontos”, advirtió.
El libro, que abunda en la narración de casos, presenta también algunos de los Rich Habits que promete su título. Entre ellos, estos son algunos de los más importantes:
Los millonarios leen constantemente
“El 88% de la gente rica dedica 30 minutos o más de cada día a educarse o mejorarse mediante la lectura”, escribió Corley. “La mayoría no lee para entretenerse, sino para obtener o mantener conocimientos". El hecho de que lean para perfeccionarse “los separa del resto de la competencia”, explicó: “Al incrementar su conocimiento pueden ver más oportunidades, lo cual significa más dinero. En términos comparativos, sólo uno de cada 50 personas con problemas financieros realiza este tipo de lectura diaria de autoformación, y en consecuencia los pobres no crecen profesionalmente”.
Entre los tipos de libros que leen los millonarios se destacaron tres grupos, observó: biografías de personas exitosas (58%), desarrollo personal (55%) e historia (51%). En viaje a sus oficinas un 63% escucha audiolibros y un 94% se informa sobre la actualidad. Sólo el 11% lee para entretenerse. El 86% cree que mejorar mediante la educación es un programa para la vida entera, contra el 5% de los que no tienen recursos.
Tres de cada cuatro hacen ejercicio cada día
Y un tipo en particular: “El 76% de los ricos hace ejercicio aeróbico durante 30 minutos o más cada día”, escribió Corley. Correr, trotar, caminar o andar en bicicleta, por ejemplo, son ejercicios aeróbicos; también usar una cinta, una bicicleta fija o un elíptico en un gimnasio. “El ejercicio aeróbico no sólo es bueno para el cuerpo, sino también para el cerebro”, agregó. El ejercicio “aumenta la producción de la glucosa, que es la gasolina del cerebro", analizó. "Cuando más gasolina le damos al cerebro, más crece y más inteligentes nos volvemos”.
De manera comparativa, el 76% hace ejercicio aeróbico cuatro veces por semana, mientras que sólo el 23% de los pobres hace eso.
Además, el 70% de las personas con recursos consume menos de 300 calorías diarias de comida chatarra, mientras que el 97% de los pobres consume más de 300 calorías de frituras, galletas, refrescos azucarados, dulces, pastelillos, pizza, hot dogs, etc.
Se reúnen con otras personas exitosas
“Uno es igual de exitoso que aquellos con los que se reúne frecuentemente", escribió Corley. “Los ricos siempre están buscando individuos que se orienten a objetivos, sean optimistas y entusiastas y tenga en general una perspectiva mental positiva”. De similar importancia parece ser evitar lo opuesto: “La crítica negativa y destructiva hará que salgamos de la senda en la que buscamos el éxito”.
Casi el 90% de los millonarios dedican al menos 30 minutos diarios a la construcción de relaciones ricas. Si se considera a aquellos que dedican a los contactos cinco o más horas por mes, la comparación entre ricos y pobres es llamativa: el 79% contra el 16%, respectivamente, lo hace.
En particular los que nacieron en la clase media o baja y se convirtieron en ricos “hacen varias cosas todos los días para mantener y desarrollar relaciones poderosas”, subrayó. Entre ellas:
Crear contactos (networking): Participar en organizaciones comerciales, sin fines de lucro o de sectores profesionales.
Llamadas de cortesía: Llamar a relaciones importantes sólo para saludarlas.
Llamadas de cumpleaños: Llamar a la gente que tiene relevancia para saludarla el día de su cumpleaños.
Llamadas por eventos de la vida: Llamar a la gente que tiene relevancia cuando tiene un bebé, se casa, sufre una muerte en la familia, etc. Los eventos de la vida son críticos porque siempre tienen base emocional, y las emociones crean recuerdos poderosos.
Duermen al menos siete horas diarias y se levantan temprano
“El sueño es algo central para tener éxito”, escribió Corley. En su estudio, el 89% de las personas que se volvieron millonarias en el transcurso de su via informaron que duermen al menos siete horas diarias. “En bambalinas, el sueño hace grandes logros”, recordó.
También se levantan temprano, y el 44% de los encuestados aseguró que se levantaba tres horas antes del horario en el que en realidad comenzaría su trabajo, contra el 3% de los pobres. ¿Por qué?
“Es una estrategia para sobrellevar las interrupciones cotidianas inevitables, como el tránsito o tener que ir a buscar a la escuela a un hijo”, dijo como ejemplo. Si antes de empezar la rutina ya resolvieron uno o dos objetivos del día, podrán hacer lugar entre sus ocupaciones a los inconvenientes comunes.
“Estas interrupciones tienen un efecto psicológico sobre nosotros. Pueden filtrarse en nuestro inconsciente y eventualmente forjar la creencia de que no tenemos control sobre nuestras vidas", según Corley. “Levantarse a las cinco de la mañana para abordar las tres cosas principales que queremos lograr en el día nos permite recuperar el control de nuestras vidas. Nos da una sensación de confianza en que uno, en realidad, es quien dirige la propia vida”.
Dedican de 15 a 30 minutos diarios a pensar
“Pensar es clave para el éxito de los ricos", observó. Suelen practicar ese hábito en soledad, durante la mañana y por 15 minutos como mínimo cada día. “Pasan tiempo en discusiones de ideas consigo mismos, sobre mucha cosas”: carrera, finanzas, salud, felicidad.
También practican técnicas de proyección a futuro como el ensueño, que consiste en construir un guión hipotético para un porvenir ideal. “En ese proceso uno define su ser futuro al imaginar que todos sus sueños se realizan y lo escribe entre 500 y 1.000 palabras”. El 61% de las personas que se convirtieron en millonarias por sus propios esfuerzos realizaban esta práctica u otras bases de planeamiento estratégico similares.
Fijan sus propios objetivos
El 80% de los ricos se concentran en lograr un objetivo por vez; sólo el 12% de los pobres hace lo mismo. Con una particularidad: en lugar de ceder a las presiones de los sueños ajenos —lo que esperan los padres, lo que funciona en la sociedad— definen esos objetivos, que luego impulsan de a uno.
“Perseguir los propios sueños y objetivos redunda en la mayor felicidad a largo plazo y la mayor acumulación de riqueza", escribió Corley. “La pasión hace que el trabajo sea divertido. La pasión nos da la energía, la persistencia y la concentración necesarias para sobreponernos a los fracasos, los errores y el rechazo”.
El 70% de los millonarios se propone un objetivo de importancia al comenzar el año (sólo 3% de los que no tienen dinero lo hacen): eso equivale a tener un sueño o un propósito.
“Créase o no, hallar un propósito es fácil", presentó Corley el proceso:
"Haga una lista de todo lo que puede recordar que lo hizo feliz.
Subraye aquellos factores de felicidad que involucren una habilidad, e identifíquela.
Ordene los 10 factores principales subrayados según la alegría que le dieron y póngales puntos (el que lo hizo más feliz obtiene el máximo de 10 puntos)
Luego ordene los 10 factores principales subrayados según su potencial de ingresos y póngales puntos (el más lucrativo obtiene el máximo de 10 puntos)
Sume los puntos de las dos columnas por cada factor: el puntaje más alto representa un propósito potencial principal para su vida."
Tienen mentores y practican el voluntariado
“Encontrar un mentor acelera la acumulación de riqueza”, escribió Corley. “Los mentores exitosos hacen más simplemente influir sobre nuestras vidas de manera positiva. Participan regular y activamente en nuestro éxito al enseñarnos qué hacer y qué no hacer. Comparten con nosotros valiosas lecciones de vida que aprendieron de sus propios mentores o de los golpes que les dio la vida”.
El 93% de los millonarios que tuvieron mentores le atribuyó su éxito a esa persona. “Encontrar un maestro así es una de las mejores maneras, y de las menos dolorosas, de volverse rico. Si conocemos nuestros objetivos, debemos buscar a alguien que ya los haya logrado".
Los ricos dedican cinco horas al mes al voluntariado, y hacen que sus hijos dediquen el doble.
Los ricos dedican cinco horas al mes al voluntariado, y hacen que sus hijos dediquen el doble.
También practican el voluntariado: “Casi tres cuartas partes de la gente adinerada es voluntaria durante cinco horas al mes. Entre los que tiene problemas financieros, sólo uno de cada 10 lo hace”.
Además del voluntariado en sí, una ventaja extra es la compañía que se encuentra en los comités de las organizaciones sin fines de lucro: en general, personas exitosas y con recursos. “Desarrollar relaciones personales con esta gente suele dar como resultado relaciones de negocios para el futuro”, agregó. Por eso, también, el 70% de los millonarios hace que sus hijos sean voluntarios 10 horas o más cada mes, algo que sólo sucede con el 3% de los hijos de quienes tienen problemas financieros.
Buscan distintas fuentes de ingreso
Aquellos que nacieron en las clases media o baja y se convirtieron en millonarios no se limitaron a una única fuente de ingresos. “Desarrollaron corrientes múltiples”, escribió Corley. “Tres parece ser el número mágico, según mi estudio: el 65% tenía al menos tres corrientes de ingresos que habían creado antes de llegar al primer millón de dólares”.
Ejemplos de esas fuentes de ingresos adicionales son renta de propiedades, inversiones en la bolsa y propiedad compartida de un negocio secundario.
También los ahorros resultaron un marcador de importancia: los ricos ahorran el 20% de sus ingresos netos.
No participan de juegos de azar
“Todas las semanas, el 77% de los que tienen dificultades financieras juegan a la lotería. Casi nadie que tenga dinero apuesta. La gente rica no confía su patrimonio a la buena suerte: crea su propia buena suerte”, enfatizó el autor de Rich Habits.
Nunca se dan por vencidos
Las personas que obtuvieron éxito financiero comparten tres características, según el estudio de Corley: “Concentración, persistencia y paciencia”. Nunca dejan de perseguir sus objetivos, aunque sufran reveses: “Aquellos que se convirtieron en millonarios son persistentes. Nunca renuncian a su sueño. Prefieren ahogarse mientras el barco se hunde antes que darse por vencidos”, escribió.
Más de la cuarta parte de sus encuestados dijo que fracasó al menos una vez en su negocio, y se levantó y siguió adelante. “Si queremos tener éxito en la vida, tenemos que resistir ante la adversidad aunque parezca interminable”, concluyó.