Cepal: Bolivia y Brasil, donde más creció la pobreza extrema

Según el análisis de ese organismo, en 2014 el país registraba 14,9% de pobreza extrema, porcentaje que subió a 16,4% en 2017. El Gobierno señala que a 2018 bajó.

Página Siete / La Paz
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) señaló que Bolivia, Brasil y Ecuador están entre los países donde más creció la pobreza extrema, dado principalmente por un “ajuste fiscal”.


“La pobreza extrema aumentó principalmente en Brasil, Bolivia y Ecuador. Una de las razones que explican este aumento es que se produjo un ajuste fiscal, un recorte de recursos para los hogares más pobres”, señaló a BBC Mundo la secretaria ejecutiva de la organización, Alicia Bárcena.

Según la nota que publicó la cadena internacional el viernes 4, la información que maneja la Cepal está actualizada por país hasta 2017.

En su gráfica por ejemplo, cita que en 2014, el país registraba 14,9%, porcentaje que subió a 16,4% en 2017 (ver gráfica), mientras que Brasil subió de 3,3% a 5,5% y Ecuador de 5,4% a 6,2%, en el periodo mencionado anteriormente.

En los últimos cinco años en América Latina se sumaron a la pobreza extrema 17 millones de personas. En 2014, había 46 millones de ciudadanos en esta situación, y en 2018 subieron a 63 millones, según datos del organismo internacional.

En criterio de Bárcena, como muchos de los países de la región han hecho recortes del gasto social, esto afectó directamente a las familias más vulnerables, que viven de sus ingresos y de los subsidios que entrega el Estado.

“La extrema pobreza depende en gran medida de los programas sociales”, indicó la ejecutiva, pero cuando los recursos asignados disminuyen, ésta sube inmediatamente, publicó la BBC.

La mayor alza de la extrema pobreza se produjo entre 2015 y 2016, mientras que el último incremento fue de un millón de personas entre 2017 y 2018.

La Cepal enfatiza que una de cada 10 personas en la región vive hoy en condiciones extremadamente pobres, es decir que sus ingresos no les permiten subsistir.

Por eso, el organismo argumenta que la capacidad de los Estados para proveer garantías universales de protección social sigue siendo limitada.

Por lo tanto, la exclusión golpea con más fuerza a quienes no realizaron cotizaciones para la vejez en el mercado formal de trabajo, y a quienes, por distintas circunstancias, quedan en una situación de vulnerabilidad, la misma que depende principalmente del empleo, los beneficios públicos y otro tipo de ingresos complementarios, como pueden ser las remesas.

“La mayor parte de las personas con escasos recursos vive del trabajo informal, lo que no les permite ahorrar para la jubilación ni tener un mínimo de estabilidad para enfrentar eventos como la enfermedad de un miembro de la familia o el nacimiento de nuevos hijos”, señala el informe.

La posición del Gobierno

Sin embargo, con datos actualizados hasta el pasado año, el Ministerio de Economía enfatizó que la pobreza extrema descendió en más de la mitad, de 38,2% registrado en 2005 a 15,2% en 2018, lo que demuestra que hubo una reducción de 23 puntos porcentuales en 13 años.

“Las transferencias condicionadas en efectivo como el bono Juancito Pinto, Renta Dignidad y bono Juana Azurduy, los incrementos sostenidos del salario mínimo nacional y el salario básico por encima de la tasa de inflación, las subvenciones cruzadas, entre otros, han permitido disminuir de forma significativa la pobreza extrema en el país”, señala una nota de prensa del ministerio publicado en febrero pasado.

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