River se lució en Parque Patricios y goleó a Huracán
El Millonario aplastó a un Globo que le dio muchas ventajas en el retroceso y retomó la senda del triunfo para prenderse en la Superliga.
Nicolás Mirelman
As
Después de una derrota ante Talleres y un empate contra Boca en el Monumental, River volvía a jugar por la Superliga para intentar sumar de a tres y escalar posiciones en la tabla. Y contra Huracán, en Parque Patricios, lo logró gracias a una buena producción colectiva y a su indiscutible poder de fuego en ataque.
En el inicio, sin embargo, el Globo no se lo puso fácil. Los primeros minutos fueron de asedio para el fondo y el mediocampo visitantes, con buena presión por parte de los dirigidos por Juan Pablo Vojvoda y muchas dificultades para los generadores de fútbol del campeón de América para hacerse con la pelota.
Más allá de algún envío cruzado al área que no llegó a buen puerto, los dueños de casa no inquietaron a Franco Armani en su mejor tramo del encuentro. Por el contrario, en el primer acercamiento los de Núñez no perdonaron y se pusieron en ventaja.
Corría el minuto 18 cuando Ignacio Fernández tuvo su primera intervención determinante. El volante ex Gimnasia desarmó a la defensa con un caño y un pase filtrado para Matías Suárez, quien cedió atrás para Milton Casco que entró por el segundo palo y definió con comodidad.
La apertura del marcador desnudó por completo a un conjunto quemero que, cuando se complicaron sus planes, mostró todas sus falencias a la hora del retroceso. Cada recuperación del Millonario parecía destinada a terminar dentro del arco de Antony Silva.
En uno de los tantos contragolpes, Mariano Bareiro detuvo con su brazo extendido un remate de Fernández, Nicolás Lamolina sancionó penal y el propio Nacho lo ejecutó fuerte al medio y amplió la diferencia.
River se lucía y Huracán, con la guardia ya absolutamente baja, lo sufría. Exequiel Palacios comenzó a darle forma a la goleada justo antes del descanso, con un disparo dirigido desde afuera del área que se metió contra el parante interno.
En el complemento, tras una buena jugada construida por Milton Casco, Rafael Borré asistió a Nicolás De La Cruz para que el uruguayo la empuje a la red. El resto de la noche fue un espectáculo del equipo de Gallardo, casi sin oposición del rival.
De no haber sido por la impericia en los metros finales de Borré y del ingresado Ignacio Scocco y porque los del Muñeco bajaron un poco la intensidad por piedad, la distancia en el resultado hubiera sido aún mayor.
En definitiva, River liquidó rápido el trámite y luego se dedicó a profundizar un estilo que le viene dando grandes resultados en este semestre. Como contra Racing, no hubo equivalencias. El Millonario fue demasiado para el Globo.
As
Después de una derrota ante Talleres y un empate contra Boca en el Monumental, River volvía a jugar por la Superliga para intentar sumar de a tres y escalar posiciones en la tabla. Y contra Huracán, en Parque Patricios, lo logró gracias a una buena producción colectiva y a su indiscutible poder de fuego en ataque.
En el inicio, sin embargo, el Globo no se lo puso fácil. Los primeros minutos fueron de asedio para el fondo y el mediocampo visitantes, con buena presión por parte de los dirigidos por Juan Pablo Vojvoda y muchas dificultades para los generadores de fútbol del campeón de América para hacerse con la pelota.
Más allá de algún envío cruzado al área que no llegó a buen puerto, los dueños de casa no inquietaron a Franco Armani en su mejor tramo del encuentro. Por el contrario, en el primer acercamiento los de Núñez no perdonaron y se pusieron en ventaja.
Corría el minuto 18 cuando Ignacio Fernández tuvo su primera intervención determinante. El volante ex Gimnasia desarmó a la defensa con un caño y un pase filtrado para Matías Suárez, quien cedió atrás para Milton Casco que entró por el segundo palo y definió con comodidad.
La apertura del marcador desnudó por completo a un conjunto quemero que, cuando se complicaron sus planes, mostró todas sus falencias a la hora del retroceso. Cada recuperación del Millonario parecía destinada a terminar dentro del arco de Antony Silva.
En uno de los tantos contragolpes, Mariano Bareiro detuvo con su brazo extendido un remate de Fernández, Nicolás Lamolina sancionó penal y el propio Nacho lo ejecutó fuerte al medio y amplió la diferencia.
River se lucía y Huracán, con la guardia ya absolutamente baja, lo sufría. Exequiel Palacios comenzó a darle forma a la goleada justo antes del descanso, con un disparo dirigido desde afuera del área que se metió contra el parante interno.
En el complemento, tras una buena jugada construida por Milton Casco, Rafael Borré asistió a Nicolás De La Cruz para que el uruguayo la empuje a la red. El resto de la noche fue un espectáculo del equipo de Gallardo, casi sin oposición del rival.
De no haber sido por la impericia en los metros finales de Borré y del ingresado Ignacio Scocco y porque los del Muñeco bajaron un poco la intensidad por piedad, la distancia en el resultado hubiera sido aún mayor.
En definitiva, River liquidó rápido el trámite y luego se dedicó a profundizar un estilo que le viene dando grandes resultados en este semestre. Como contra Racing, no hubo equivalencias. El Millonario fue demasiado para el Globo.
