River no se perdió en el Bosque y superó a Gimnasia
El Millonario no jugó un gran partido, pero le alcanzó para ganarle al flojo equipo de Diego Maradona. Fue 2-0, y ahora se viene Boca por la Copa.
Nicolás Mirelman
As
Con la mente puesta en la Copa Libertadores, pero también con la obligación de ganar para no alejarse del lote superior de la tabla de posiciones en la Superliga, River viajó a La Plata para enfrentar a Gimnasia y logró su objetivo en la tarde del sábado con un sobrio 2-0.
El equipo de Diego Armando Maradona cumplió en el primer tiempo con una actuación muy similar a las de sus compromisos anteriores: propuso un juego intenso, pero lo actitudinal no le bastó para compensar las limitaciones que lo llevaron al último puesto en el torneo.
Mientras el Lobo buscaba con sus armas, el Millonario golpeó en la primera que tuvo. Un movimiento de Ignacio Scocco propio de su categoría le alcanzó para dejar a contrapierna a dos rivales y luego asistir de cachetada a Jorge Carrascal, quien cruzó un remate de derecha ante la salida de Alexis Martín Arias y puso en ventaja a la visita.
La reacción de los dueños de casa no tardó en llegar y fue con el recurso de la pelota parada como principal aliado. Primero un balón perdido que encontró Horacio Tijanovich dentro del área y demoró en la definición. Más tarde, un cabezazo de Manuel Guanini que forzó una gran atajada de Enrique Bologna.
Al once alternativo del campeón de América le costaba sostener la posesión, abusaba de las faltas en campo propio y tenía serias dificultades para generar fútbol, pero su poder de fuego en ofensiva le resultó suficiente para irse al descanso ganando.
En el complemento, Gimnasia se quedó sin nafta y River ya casi no sufrió. Más allá de algún tramo en el que los platenses se lanzaron al ataque empujados por su público y sin claridad, los de Marcelo Gallardo sostuvieron la diferencia mínima sin inconvenientes.
En otra acción aislada, llegó el segundo tanto: Scocco inició por derecha una jugada de la que participaron Julián Álvarez y Carrascal y, tras un rebote fortuito en Guanini, el propio Nacho quedó mano a mano y liquidó el pleito.
Desde entonces el dominio visitante fue absoluto y el elenco del Muñeco sólo se dedicó a ver pasar el tiempo para confirmar su victoria en el Bosque. Llegó el momento de pasar de página: desde el instante del pitazo final, en Núñez ya piensan en el Superclásico del próximo martes.
Nicolás Mirelman
As
Con la mente puesta en la Copa Libertadores, pero también con la obligación de ganar para no alejarse del lote superior de la tabla de posiciones en la Superliga, River viajó a La Plata para enfrentar a Gimnasia y logró su objetivo en la tarde del sábado con un sobrio 2-0.
El equipo de Diego Armando Maradona cumplió en el primer tiempo con una actuación muy similar a las de sus compromisos anteriores: propuso un juego intenso, pero lo actitudinal no le bastó para compensar las limitaciones que lo llevaron al último puesto en el torneo.
Mientras el Lobo buscaba con sus armas, el Millonario golpeó en la primera que tuvo. Un movimiento de Ignacio Scocco propio de su categoría le alcanzó para dejar a contrapierna a dos rivales y luego asistir de cachetada a Jorge Carrascal, quien cruzó un remate de derecha ante la salida de Alexis Martín Arias y puso en ventaja a la visita.
La reacción de los dueños de casa no tardó en llegar y fue con el recurso de la pelota parada como principal aliado. Primero un balón perdido que encontró Horacio Tijanovich dentro del área y demoró en la definición. Más tarde, un cabezazo de Manuel Guanini que forzó una gran atajada de Enrique Bologna.
Al once alternativo del campeón de América le costaba sostener la posesión, abusaba de las faltas en campo propio y tenía serias dificultades para generar fútbol, pero su poder de fuego en ofensiva le resultó suficiente para irse al descanso ganando.
En el complemento, Gimnasia se quedó sin nafta y River ya casi no sufrió. Más allá de algún tramo en el que los platenses se lanzaron al ataque empujados por su público y sin claridad, los de Marcelo Gallardo sostuvieron la diferencia mínima sin inconvenientes.
En otra acción aislada, llegó el segundo tanto: Scocco inició por derecha una jugada de la que participaron Julián Álvarez y Carrascal y, tras un rebote fortuito en Guanini, el propio Nacho quedó mano a mano y liquidó el pleito.
Desde entonces el dominio visitante fue absoluto y el elenco del Muñeco sólo se dedicó a ver pasar el tiempo para confirmar su victoria en el Bosque. Llegó el momento de pasar de página: desde el instante del pitazo final, en Núñez ya piensan en el Superclásico del próximo martes.