Los usan y luego los desechan: niños y jóvenes que son carne de cañón del narco
La muerte o enjuiciamiento de los "niños sicarios" no importa a los grupos criminales porque no los reclutan para formar criminales profesionales, sino solo para usarlos por corto tiempo y luego desecharlos
Infobae
Hay varios motivos por los que grupos del crimen organizado reclutan a jóvenes. La falta de apego, la desintegración familiar y las ausencias en las leyes para castigar a los menores de edad son las principales razones.
El empleo de menores de edad para actividades vinculadas al narcotráfico se puede rastrear en las cifras de asesinatos en el país. Por ejemplo, entre enero de 2015 y a julio de 2019 se registraron 4,664 niños y adolescentes víctimas de homicidio doloso, donde 8 de cada 10 eran varones, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad (SESNSP).
Además, 8 de cada 10 víctimas de homicidio menores de 18 años fueron asesinadas con arma de fuego, esto quiere decir que fueron ejecutados o murieron en un enfrentamiento.
El Comité de Derechos del Niño de la ONU recomendó en 2011 y reiteró en 2015 al Estado mexicano revisar la estrategia de seguridad debido al impacto negativo para millones de niños y adolescentes, así como reconocer el reclutamiento forzado que realizan grupo criminales sin que hasta el momento sea atendido, de acuerdo con la Red por lo Derechos de la Infancia en México (Redim).
Quienes son reclutados para matar se les conoce como "niños sicarios", sus muertes no tienen valor para las diferentes cabezas de los grupos criminales, pues son reclutados como elementos desechables, explicó Juan Martín Pérez García, director de Redim, al diario Excelsior.
Cuando los alistan para formar parte de una organización criminal, los líderes no piensan en formar criminales profesionales, sino que aprovechan su vulnerabilidad y si los detienen o asesinan no hacen nada por ellos porque saben que hay miles más para ser usados, profundizó Pérez García.
En México, hay 38.3 millones de personas de 0 a 17 años de edad, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Los menores de 11 años son considerados como grupo vulnerable porque todavía no desarrollan completamente la capacidad de decidir y esto los coloca en una situación indefensa frente a tentaciones o amenazas.
Los niños criados por madres solteras, abuelos y pasan mucho tiempo solos durante el día presentan falta de apego y ausencia de una figura de autoridad. Esto también lleva a algunos a convertirse en asesinos a sangre fría.
Alejandra Calixto Sánchez, psicóloga social que da atención a víctimas en la Procuraduría General de Justicia (PGJ), explicó a Excelsior que los niños con trastorno de apego se alteran fácilmente, pierden el control de sus impulsos y no generan empatía. Este tipo de personas son capaces de cometer homicidios crueles.
Entre los grupos criminales que reclutan a niños están el Cártel del Sinaloa, Cártel del Noreste, Cártel Jalisco Nueva Generación, Los Ardillos, Guerreros Unidos, Los Panchillos Huevos, Los Mazatlecos, La Nueva Familia Michoacan y La Empresa.
De acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el Cártel de Sinaloa reclutan sólo en Durango a jóvenes que tienen entre 14 y 17 años para actividades delictivas. Lo saben porque en esa entidad han detenido alrededor de 29 menores de ese rango de edad que se dedicaban al trasiego de droga, cobro de piso, extorsión y matar a personas, todo en complicidad con autoridades estatales.
Las modificaciones en 2005 del Artículo 18 Constitucional y la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal de Adolescentes impiden a los jueces dar prisión a jóvenes de entre 12 y 14 años, de acuerdo con Azucena Pineda Guillermo, Juez de Control especializada en justicia para adolescentes en Guerrero.
La experta comentó que los niños y adolescentes deben tener un tratamiento especial por ser parte de un grupo vulnerable. Además, en México no hay jueces federales capacitados para atenderlos. Esta situación hace difícil juzgarlos cuando cometen un delito federal.
Debido a la restricción del Artículo 18, a los adolescentes entre 12 y 14 años se les imponen medidas de sanción, orientación, protección y tratamiento. A los que tienen más de 14 y menos de 18 se les puede dar prisión preventiva sin pasar de los cinco años.
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Hay varios motivos por los que grupos del crimen organizado reclutan a jóvenes. La falta de apego, la desintegración familiar y las ausencias en las leyes para castigar a los menores de edad son las principales razones.
El empleo de menores de edad para actividades vinculadas al narcotráfico se puede rastrear en las cifras de asesinatos en el país. Por ejemplo, entre enero de 2015 y a julio de 2019 se registraron 4,664 niños y adolescentes víctimas de homicidio doloso, donde 8 de cada 10 eran varones, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad (SESNSP).
Además, 8 de cada 10 víctimas de homicidio menores de 18 años fueron asesinadas con arma de fuego, esto quiere decir que fueron ejecutados o murieron en un enfrentamiento.
El Comité de Derechos del Niño de la ONU recomendó en 2011 y reiteró en 2015 al Estado mexicano revisar la estrategia de seguridad debido al impacto negativo para millones de niños y adolescentes, así como reconocer el reclutamiento forzado que realizan grupo criminales sin que hasta el momento sea atendido, de acuerdo con la Red por lo Derechos de la Infancia en México (Redim).
Quienes son reclutados para matar se les conoce como "niños sicarios", sus muertes no tienen valor para las diferentes cabezas de los grupos criminales, pues son reclutados como elementos desechables, explicó Juan Martín Pérez García, director de Redim, al diario Excelsior.
Cuando los alistan para formar parte de una organización criminal, los líderes no piensan en formar criminales profesionales, sino que aprovechan su vulnerabilidad y si los detienen o asesinan no hacen nada por ellos porque saben que hay miles más para ser usados, profundizó Pérez García.
En México, hay 38.3 millones de personas de 0 a 17 años de edad, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Los menores de 11 años son considerados como grupo vulnerable porque todavía no desarrollan completamente la capacidad de decidir y esto los coloca en una situación indefensa frente a tentaciones o amenazas.
Los niños criados por madres solteras, abuelos y pasan mucho tiempo solos durante el día presentan falta de apego y ausencia de una figura de autoridad. Esto también lleva a algunos a convertirse en asesinos a sangre fría.
Alejandra Calixto Sánchez, psicóloga social que da atención a víctimas en la Procuraduría General de Justicia (PGJ), explicó a Excelsior que los niños con trastorno de apego se alteran fácilmente, pierden el control de sus impulsos y no generan empatía. Este tipo de personas son capaces de cometer homicidios crueles.
Entre los grupos criminales que reclutan a niños están el Cártel del Sinaloa, Cártel del Noreste, Cártel Jalisco Nueva Generación, Los Ardillos, Guerreros Unidos, Los Panchillos Huevos, Los Mazatlecos, La Nueva Familia Michoacan y La Empresa.
De acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el Cártel de Sinaloa reclutan sólo en Durango a jóvenes que tienen entre 14 y 17 años para actividades delictivas. Lo saben porque en esa entidad han detenido alrededor de 29 menores de ese rango de edad que se dedicaban al trasiego de droga, cobro de piso, extorsión y matar a personas, todo en complicidad con autoridades estatales.
Las modificaciones en 2005 del Artículo 18 Constitucional y la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal de Adolescentes impiden a los jueces dar prisión a jóvenes de entre 12 y 14 años, de acuerdo con Azucena Pineda Guillermo, Juez de Control especializada en justicia para adolescentes en Guerrero.
La experta comentó que los niños y adolescentes deben tener un tratamiento especial por ser parte de un grupo vulnerable. Además, en México no hay jueces federales capacitados para atenderlos. Esta situación hace difícil juzgarlos cuando cometen un delito federal.
Debido a la restricción del Artículo 18, a los adolescentes entre 12 y 14 años se les imponen medidas de sanción, orientación, protección y tratamiento. A los que tienen más de 14 y menos de 18 se les puede dar prisión preventiva sin pasar de los cinco años.