La vuelta de Ramos frena la sangría

Madrid, AS
Cumplida la hora del último partido de Liga en el Bernabéu, contra el Levante, Zinedine Zidane sustituía a Sergio Ramos para dar entrada a Militao. El cambio respondía a la necesidad de que el brasileño se acoplara a formar en el eje de la zaga con Varane, pareja obligada de centrales para el envite contra el PSG ante las sanciones del de Camas y Nacho. En 120 minutos de juego sin su capitán el Real Madrid encajó cuatro goles: uno del Levante y tres del equipo parisino en Champions.


Frente al Sevilla, con Ramos de nuevo como mariscal de la zaga, el equipo no solo logró mantener la portería a cero por primera en vez partido oficial esta temporada, sino que el conjunto de Lopetegui, que venía como líder de LaLiga, no rematara entre los tres palos. El Madrid echó en falta en París la jerarquía de Sergio Ramos para dirigir la defensa y la seguridad que transmite a sus compañeros. En Sevilla recobró esa consistencia como equipo, en la que participaron otros jugadores como Bale y James. "Lo que salta a los ojos es la solidaridad defensiva. Ellos no tuvieron muchas ocasiones y eso es importante", destacó Zidane en sala de prensa.

La temporada pasada el Madrid recibió diez goles en Champions. Con el capitán sobre el césped sólo llegaron dos tantos: el que marcó el Plzen en el Bernabéu y el del Ajax en la ida de octavos. En París, entre Varane y Militao despejaron siete balones: cuatro el brasileño y tres el francés. En Sevilla, la cifra más que se duplicó hasta 15: nueve del galo y seis del internacional de La Roja. Los hispalenses no encontraron el camino para atacar al Madrid con el balón jugado y recurrieron a poner centros al área: colgaron 35 por 12 que pusieron los de Tuchel cuatro días antes.

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