La muerte de una niña por una bala perdida generó una ola de indignación en una favela de Río de Janeiro
Los vecinos le reclamaron al gobernador Wilson Witzel por el fin de la violencia tras el fallecimiento de Ágatha Sales Félix, de ocho años, en un enfrentamiento entre policías y presuntos delincuentes
Infobae
Cientos de vecinos del Complexo do Alemao, uno de los complejos de favelas más grandes de la ciudad, marcharon el sábado para pedir al gobierno que ponga un freno a la violencia, desbordados de indignación por la muerte de una niña de ocho años víctima de una bala perdida.
Ágatha Sales Félix, de ocho años, fue herida de bala el viernes por la noche durante un enfrentamiento a tiros entre policías que se encontraban en la comunidad y presuntos delincuentes.
La niña llegó a ser atendida en un hospital de la zona norte de la ciudad, pero no resistió a las heridas y falleció el mismo viernes. Los vecinos de Alemao culpan a la policía por la muerte. La fuerza, en tanto, confirmó a The Associated Press el fallecimiento luego de un tiroteo y dijo que se ha abierto una investigación.
Según la versión oficial, los agentes estaban parados en una esquina de la favela cuando fueron atacados desde varias direcciones y respondieron el ataque. No se informó de otros heridos ni tampoco hubo detenidos por el episodio.
"Justicia, justicia!", gritaban cientos de vecinos durante una caminata por los barrios.
"No había tiroteo cuando Ágatha fue baleada. Nosotros sabemos todas las atrocidades que suceden aquí, no podemos morir por culpa del estado. Tenemos que luchar para poder vivir", reclamó Renata Trajana, vecina de Alemao.
Los vecinos responsabilizan al gobernador Wilson Witzel por el incremento de las muertes en favelas durante operaciones y patrullaje de la policía. Según datos oficiales, en los primeros ocho meses del año han muerto 1.249 personas a manos de la policía, la mayor cifra desde 1998, cuando comenzaron los registros.
"No tenemos connivencia con el tráfico, no plantamos marihuana ni tenemos fábricas de fusiles dentro de la favela. No podemos morir por culpa de la complicidad del estado con el crimen", dijo Trajano.
Algunos agitaban pañuelos blancos desde las ventanas, como si se tratase de una guerra en la que piden alto al fuego.
Witzel, al igual que el presidente Jair Bolsonaro, alienta una política de "tolerancia cero" contra el crimen y defiende mayor inmunidad para los agentes de policía que maten por error.
En un balance por sus primeros meses de gestión, ha dicho que es natural que durante su mandato continúen aumentando las muertes en incursiones de la policía como síntoma de que se está "golpeando fuerte" a la criminalidad.
El miércoles otras seis personas habían fallecido en Alemao luego de una operación policial en la que se secuestraron armas y drogas. La fuerza de seguridad dijo que actuaba en la comunidad para reprimir el tráfico de drogas y que había sido recibida a tiros cuando ingresó.
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Cientos de vecinos del Complexo do Alemao, uno de los complejos de favelas más grandes de la ciudad, marcharon el sábado para pedir al gobierno que ponga un freno a la violencia, desbordados de indignación por la muerte de una niña de ocho años víctima de una bala perdida.
Ágatha Sales Félix, de ocho años, fue herida de bala el viernes por la noche durante un enfrentamiento a tiros entre policías que se encontraban en la comunidad y presuntos delincuentes.
La niña llegó a ser atendida en un hospital de la zona norte de la ciudad, pero no resistió a las heridas y falleció el mismo viernes. Los vecinos de Alemao culpan a la policía por la muerte. La fuerza, en tanto, confirmó a The Associated Press el fallecimiento luego de un tiroteo y dijo que se ha abierto una investigación.
Según la versión oficial, los agentes estaban parados en una esquina de la favela cuando fueron atacados desde varias direcciones y respondieron el ataque. No se informó de otros heridos ni tampoco hubo detenidos por el episodio.
"Justicia, justicia!", gritaban cientos de vecinos durante una caminata por los barrios.
"No había tiroteo cuando Ágatha fue baleada. Nosotros sabemos todas las atrocidades que suceden aquí, no podemos morir por culpa del estado. Tenemos que luchar para poder vivir", reclamó Renata Trajana, vecina de Alemao.
Los vecinos responsabilizan al gobernador Wilson Witzel por el incremento de las muertes en favelas durante operaciones y patrullaje de la policía. Según datos oficiales, en los primeros ocho meses del año han muerto 1.249 personas a manos de la policía, la mayor cifra desde 1998, cuando comenzaron los registros.
"No tenemos connivencia con el tráfico, no plantamos marihuana ni tenemos fábricas de fusiles dentro de la favela. No podemos morir por culpa de la complicidad del estado con el crimen", dijo Trajano.
Algunos agitaban pañuelos blancos desde las ventanas, como si se tratase de una guerra en la que piden alto al fuego.
Witzel, al igual que el presidente Jair Bolsonaro, alienta una política de "tolerancia cero" contra el crimen y defiende mayor inmunidad para los agentes de policía que maten por error.
En un balance por sus primeros meses de gestión, ha dicho que es natural que durante su mandato continúen aumentando las muertes en incursiones de la policía como síntoma de que se está "golpeando fuerte" a la criminalidad.
El miércoles otras seis personas habían fallecido en Alemao luego de una operación policial en la que se secuestraron armas y drogas. La fuerza de seguridad dijo que actuaba en la comunidad para reprimir el tráfico de drogas y que había sido recibida a tiros cuando ingresó.