Jair Bolsonaro prorrogó por otros 30 días la presencia de las Fuerzas Armadas en el Amazonas para combatir los incendios
El nuevo decreto autoriza a los militares a actuar en las áreas de frontera, en las tierras indígenas, en las reservas ambientales y en las áreas de los estados de la Amazonía Legal en que sean requeridos para combatir crímenes ambientales
Infobae
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, firmó este viernes un decreto por el que prorrogó por otros 30 días la autorización para que las Fuerzas Armadas participen en el combate a los miles de incendios forestales registrados este año en la Amazonía.
El envío de miles de militares a la mayor selva tropical del mundo para ayudar a los bomberos y policías que luchan contra los focos de incendio ha sido hasta ahora la principal medida adoptada por el líder ultraderechista para combatir los incendios, pero la medida tenía vigor tan sólo un mes y vencía el 24 de septiembre.
El nuevo decreto prorroga la autorización por otro mes, hasta el 24 de octubre, para cuando se prevé una reducción de los incendios debido a que la tradicional temporada de sequía en la región habrá pasado.
La decisión de mantener a las Fuerzas Armadas frente a las tareas de combate a los incendios se produjo en medio de las movilizaciones este viernes en cerca de 150 países de jóvenes que exigen una acción más contundente de los Gobiernos contra los cambios climáticos.
Igualmente fue adoptada a sólo cuatro días de que Bolsonaro pronuncie un discurso en la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, en el que pretende defender la soberanía de Brasil sobre la Amazonía y dar su visión sobre los incendios.
Fuentes del Gobierno han manifestado el temor de que el pronunciamiento de Bolsonaro pueda ser blanco de algún tipo de sabotaje en la ONU por parte de grupos ecologistas, o incluso algunos líderes mundiales, que acusan al ultraderechista brasileño de incentivar la destrucción de la mayor selva tropical del mundo por su retórica antiambientalista.
El nuevo decreto, publicado en una edición extraordinaria del Diario Oficial, autoriza a los militares a actuar en las áreas de frontera, en las tierras indígenas, en las reservas ambientales y en las áreas de los estados de la Amazonía Legal en que sean requeridos para combatir incendios y crímenes ambientales.
El ministro de Defensa de Brasil, Fernando Azevedo e Silva, ya había dicho este viernes que consideraba conveniente mantener a las Fuerzas Armadas participante en el combate a los incendios.
De acuerdo con Azevedo, los expertos proyectan que el mes de septiembre será igual o más seco que agosto por lo que señaló que "tal vez la permanencia de las Fuerzas Armadas sea conveniente".
Durante los 29 días de presencia de las Fuerzas Armadas en la Amazonía, los militares, según el ministro, combatieron más de 500 focos de incendios e incautaron más de 50.000 metros cúbicos de madera extraída ilegalmente.
Igualmente apoyaron operaciones en que fiscales impusieron multas por unos 25 millones de reales (unos 6 millones de dólares) por irregularidades ambientales y se incautaron de vehículos, embarcaciones y equipos usados por madereros y garimpeiros (mineros artesanales).
La Amazonía brasileña registró en agosto pasado 30.901 focos de incendios, cifra que prácticamente triplica la del mismo mes del año pasado y es la peor de la última década, según el estatal Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales.
En el acumulado entre enero y agosto de este año se registraron en total 46.825 focos de incendio, un 11 % más respecto al mismo período del año anterior, debido a la sequía, las altas temperaturas y en gran parte por la deforestación causada por el hombre.
Las imágenes de los incendios calcinando enormes extensiones de cobertura vegetal dieron la vuelta al mundo y generaron una ola de indignación en la comunidad internacional y las ONG, que acusaron del desastre a Bolsonaro por su retórica antiambientalista.
El líder ultraderechista defiende la explotación de los recursos naturales del mayor bosque tropical del mundo y ha condenado en repetidas ocasiones el ecologismo "chiíta" de las ONG, a las que culpó en un principio de los fuegos en la Amazonía.
El presidente brasileño anticipó que en su discurso en la ONU explicará que los incendios forestales son habituales en esta época del año por la sequía y que los de 2019 están por debajo del promedio de los últimos 15 años, así como defenderá la soberanía de Brasil sobre la Amazonía.
"Verán a un presidente que hablará con el corazón, con patriotismo, y que abordará la soberanía nacional, que fue la que siempre estuvo amenazada", afirmó Bolsonaro al referirse al supuesto interés de algunos países ricos de declarar la Amazonía como asunto de interés internacional para poder quedarse con sus riquezas.
Infobae
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, firmó este viernes un decreto por el que prorrogó por otros 30 días la autorización para que las Fuerzas Armadas participen en el combate a los miles de incendios forestales registrados este año en la Amazonía.
El envío de miles de militares a la mayor selva tropical del mundo para ayudar a los bomberos y policías que luchan contra los focos de incendio ha sido hasta ahora la principal medida adoptada por el líder ultraderechista para combatir los incendios, pero la medida tenía vigor tan sólo un mes y vencía el 24 de septiembre.
El nuevo decreto prorroga la autorización por otro mes, hasta el 24 de octubre, para cuando se prevé una reducción de los incendios debido a que la tradicional temporada de sequía en la región habrá pasado.
La decisión de mantener a las Fuerzas Armadas frente a las tareas de combate a los incendios se produjo en medio de las movilizaciones este viernes en cerca de 150 países de jóvenes que exigen una acción más contundente de los Gobiernos contra los cambios climáticos.
Igualmente fue adoptada a sólo cuatro días de que Bolsonaro pronuncie un discurso en la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, en el que pretende defender la soberanía de Brasil sobre la Amazonía y dar su visión sobre los incendios.
Fuentes del Gobierno han manifestado el temor de que el pronunciamiento de Bolsonaro pueda ser blanco de algún tipo de sabotaje en la ONU por parte de grupos ecologistas, o incluso algunos líderes mundiales, que acusan al ultraderechista brasileño de incentivar la destrucción de la mayor selva tropical del mundo por su retórica antiambientalista.
El nuevo decreto, publicado en una edición extraordinaria del Diario Oficial, autoriza a los militares a actuar en las áreas de frontera, en las tierras indígenas, en las reservas ambientales y en las áreas de los estados de la Amazonía Legal en que sean requeridos para combatir incendios y crímenes ambientales.
El ministro de Defensa de Brasil, Fernando Azevedo e Silva, ya había dicho este viernes que consideraba conveniente mantener a las Fuerzas Armadas participante en el combate a los incendios.
De acuerdo con Azevedo, los expertos proyectan que el mes de septiembre será igual o más seco que agosto por lo que señaló que "tal vez la permanencia de las Fuerzas Armadas sea conveniente".
Durante los 29 días de presencia de las Fuerzas Armadas en la Amazonía, los militares, según el ministro, combatieron más de 500 focos de incendios e incautaron más de 50.000 metros cúbicos de madera extraída ilegalmente.
Igualmente apoyaron operaciones en que fiscales impusieron multas por unos 25 millones de reales (unos 6 millones de dólares) por irregularidades ambientales y se incautaron de vehículos, embarcaciones y equipos usados por madereros y garimpeiros (mineros artesanales).
La Amazonía brasileña registró en agosto pasado 30.901 focos de incendios, cifra que prácticamente triplica la del mismo mes del año pasado y es la peor de la última década, según el estatal Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales.
En el acumulado entre enero y agosto de este año se registraron en total 46.825 focos de incendio, un 11 % más respecto al mismo período del año anterior, debido a la sequía, las altas temperaturas y en gran parte por la deforestación causada por el hombre.
Las imágenes de los incendios calcinando enormes extensiones de cobertura vegetal dieron la vuelta al mundo y generaron una ola de indignación en la comunidad internacional y las ONG, que acusaron del desastre a Bolsonaro por su retórica antiambientalista.
El líder ultraderechista defiende la explotación de los recursos naturales del mayor bosque tropical del mundo y ha condenado en repetidas ocasiones el ecologismo "chiíta" de las ONG, a las que culpó en un principio de los fuegos en la Amazonía.
El presidente brasileño anticipó que en su discurso en la ONU explicará que los incendios forestales son habituales en esta época del año por la sequía y que los de 2019 están por debajo del promedio de los últimos 15 años, así como defenderá la soberanía de Brasil sobre la Amazonía.
"Verán a un presidente que hablará con el corazón, con patriotismo, y que abordará la soberanía nacional, que fue la que siempre estuvo amenazada", afirmó Bolsonaro al referirse al supuesto interés de algunos países ricos de declarar la Amazonía como asunto de interés internacional para poder quedarse con sus riquezas.