Gasolina, vuelos más caros y otros efectos colaterales si el petróleo sigue subiendo
Tras el ataque a las refinerías saudíes, los países intentan amortiguar las repercusiones de una bajada en la producción mundial del petróleo
A. Ponce
Madrid, El País
El precio del petróleo se disparó después del ataque de este sábado a dos plantas petrolíferas de Arabia Saudí situadas al noreste de Riad, la capital del reino. Aunque el martes el precio del crudo volvió a relajarse (bajó cerca del 6%), el barril sigue cerca de los 65 dólares y si se alargaran las reparaciones de las instalaciones dañadas, podrían volver a las turbulencias. La ofensiva ha despertado la incertidumbre de los inversores y ha influido en las bolsas europeas, que llevan dos jornadas cerrando con pérdidas. ¿Cómo puede afectar esta crisis al bolsillo de los ciudadanos? Se espera que el desajuste del precio del crudo tenga un impacto en los precios de la gasolina y puede ser un golpe para las cuentas de las empresas que, como las aerolíneas o las fábricas, son muy dependientes de los precios energéticos, si bien los países han empezado a tomar medidas para amortiguar las repercusiones de una reducción de la producción global del petróleo.
¿Quién ha atacado las refinerías saudíes?
Los rebeldes Huthi, una guerrilla insurgente yemení que tomó el control de la capital, Saná, en 2015 y que expulsaron del país al presidente legítimo, Abdrabbo Mansur Hadi, han reclamado la responsabilidad del ataque. El portavoz militar Huthi, Yahya Sarea, confirmó el pasado sábado en un comunicado que su grupo atacó con 10 aviones no tripulados las dos refinerías saudíes afectadas. No obstante, tanto EE UU como Arabia Saudí han responsabilizado a Irán del atentado. El país persa ha estado apoyando a los insurgentes Huthi, con quienes comparte religión -el islam chií- y una animosidad contra Arabia Saudí, desde antes incluso que empezara la guerra civil hace cuatro años. No obstante, Teherán ha negado su participación en el atentado.
¿Por qué han atacado esas refinerías sauditas?
Los Huthi ya habían lanzado incursiones en el pasado contra territorio saudí y afirmaron que este nuevo ataque fue una respuesta “legítima” por el respaldo que Riad ha ofrecido presidente Mansur Hadi durante la guerra civil.
En esta ocasión, el ataque a la refinería de petróleo Abqaiq, la más grande del mundo, y a la refinería de Khurais, otra de las más grandes del país, ha supuesto un impacto colosal en la economía saudita. La empresa saudí Aramco, la petrolífera propietaria de las dos refinerías, había anunciado además una salida a bolsa inminente. El príncipe heredero saudí, Mohamed Bin Salmán, había propuesto usar la privatización parcial de la empresa más importante del país para modernizar la economía y reavivar la inversión. Las dos refinerías son, por tanto, objetivos estratégicos vitales para la economía de Arabia Saudí.
¿Cómo afecta al precio del petróleo?
Arabia Saudí, el tercer productor de petróleo crudo del mundo, ha perdido una producción de más de 5 millones barriles al día por culpa del ataque. Esto supone el 5% del suministro mundial. Aunque tanto Riad como la mayoría de países tienen reservas para paliar la reducción de la oferta, el precio de esta materia prima se disparó en bolsa tras el ataque.
El domingo el crudo llegó a costar más de un 20%, algo que solo se veía desde la Guerra del Golfo en 1991, cuando EE UU invadió Irak. El lunes, alcanzó un máximo de casi 72 euros por barril, frente a los 60 que marcó el viernes pasado y durante casi todo agosto. No obstante, antes del ataque el precio del barril estaba más bajo que el año anterior debido a la desaceleración de la economía mundial, por lo que subida no llegó a tocar los 85 dólares que se vieron en octubre de 2018. Este martes, el precio del petróleo Brent —petróleo del Mar del Norte que se usa como referencia en Europa— se ha suavizado en los 64,86 dólares por barril, lo que sigue siendo 4,86 dólares más que el viernes.
¿La subida del petróleo se trasladará a la gasolina?
Sí, pero es difícil estimar el efecto concreto. Si el petróleo sube un 10%, esa subida no se traslada directamente y con la misma fuerza al precio del litro de combustible. La Asociación de Operadores Petrolíferos (AOP), patronal de empresas energéticas como Repsol, Cepsa o BP, asegura que el petróleo —la materia prima— supone solo una tercera parte del coste final de la gasolina o los gasóleos. El resto son los costes de distribución, los impuestos y los márgenes de las empresas. Además, el precio de la materia prima varía según muchos factores, no solo según la cotización del barril Brent, que es un único tipo de petróleo, el de referencia en Europa. La calidad de cada tipo de crudo, los costes logísticos y de transporte, la eficiencia de las refinerías o la cotización de los productos que se refinan con petróleo influyen en esa tercera parte del precio final de la gasolina que metemos en el depósito del coche. Se espera, además, que las consecuencias tarden algunas semanas en llegar a los precios de las gasolineras.
¿Qué otros sectores salen perjudicados?
Casi toda la economía, ya debilitada por la guerra económica entre China y EE UU, el posible Brexit y la recesión global, notó el impacto, en parte, porque añade más incertidumbre en un momento de menor crecimiento mundial. Aun así, las pérdidas en la Bolsa española del lunes y el martes (del 0,94% y el 0,53%, respectivamente) fueron menores que las registradas en julio y en agosto. Las bajadas han sido parecidas en el resto de países europeos.
El sector de las aerolíneas, bastante dependiente del precio del crudo, cayó en la Bolsa de este lunes un 0,59%. En España, el grupo de aerolíneas IAG, del que forma parte Iberia y British Airways, vio bajar el precio de sus acciones un 2,14% el lunes y otro 1% el martes, lo que supone un descenso total de casi 28% en este año. Siguiendo esta lógica, las empresas de aeronáutica padecieron también la resaca en su cotización el lunes (Airbus cayó un 1,33%), aunque amortiguaron el golpe con leves subidas el martes.
¿Qué sectores salen beneficiados?
Precisamente, el sector de la energía fue el lunes el más beneficiado por la subida repentina del crudo. Las petroleras europeas subieron el lunes un 2,78%, debido a que su margen de beneficios aumenta conforme sube el precio de cada barril. Cuando el martes volvió cierta calma al mercado del petróleo, retrocedieron. Por ejemplo, Repsol sobresalió en el Ibex 35 con un crecimiento de más del 1% y el martes se desinfló un 0,85%. Si el petróleo se encarece porque la crisis se alarga en el tiempo, será un respiro para una industria muy golpeada por la desaceleración económica, ya que la bajada del PIB de los países hace prever a los inversores un menor consumo de crudo.
¿Qué países se pueden ver más afectados?
Si los costes por barril suben, los países importadores de petróleo, como España, serán los que más sufrirán las consecuencias, frente a los exportadores de petróleo, como EE UU, que se pueden ver beneficiados con más mercado. Por otra parte, los estados con monedas estrechamente vinculadas al precio del crudo viven los vaivenes con más intensidad, porque las subidas y bajadas contagian al mercado de divisas.
¿Puede mitigarse la subida del petróleo y su impacto?
Sí. Casi todos los países cuentan con reservas de petróleo para amortiguar la bajada de la producción mundial. Es el caso de España, que importa un 12% de su crudo de Arabia Saudí, según el director general de la AOP, Andreu Puñet las reservas suelen ser suficientes como para abastecer al país durante 90 días. EE UU, ya ha empezado a usar las suyas para reducir el impacto en su economía. Además, Arabia Saudí ha anunciado que espera terminar la reparación de sus refinerías en cuestión de semanas.
Aun así, una posible reacción militar de Arabia Saudí o EE UU contra Irán por el ataque del sábado podría disparar incluso más aún el precio del petróleo. Del mismo modo, Riad ha demostrado que es incapaz de proteger su industria energética, que podría volver a ser atacada. Y además, el estrecho de Ormuz, a medio camino entre Irán y el reino saudita y por el que pasa casi el 20% mundial del crudo, podría cerrarse si crece la tensión en el Mar Rojo, tal y como ha estado sucediendo en los últimos meses.
A. Ponce
Madrid, El País
El precio del petróleo se disparó después del ataque de este sábado a dos plantas petrolíferas de Arabia Saudí situadas al noreste de Riad, la capital del reino. Aunque el martes el precio del crudo volvió a relajarse (bajó cerca del 6%), el barril sigue cerca de los 65 dólares y si se alargaran las reparaciones de las instalaciones dañadas, podrían volver a las turbulencias. La ofensiva ha despertado la incertidumbre de los inversores y ha influido en las bolsas europeas, que llevan dos jornadas cerrando con pérdidas. ¿Cómo puede afectar esta crisis al bolsillo de los ciudadanos? Se espera que el desajuste del precio del crudo tenga un impacto en los precios de la gasolina y puede ser un golpe para las cuentas de las empresas que, como las aerolíneas o las fábricas, son muy dependientes de los precios energéticos, si bien los países han empezado a tomar medidas para amortiguar las repercusiones de una reducción de la producción global del petróleo.
¿Quién ha atacado las refinerías saudíes?
Los rebeldes Huthi, una guerrilla insurgente yemení que tomó el control de la capital, Saná, en 2015 y que expulsaron del país al presidente legítimo, Abdrabbo Mansur Hadi, han reclamado la responsabilidad del ataque. El portavoz militar Huthi, Yahya Sarea, confirmó el pasado sábado en un comunicado que su grupo atacó con 10 aviones no tripulados las dos refinerías saudíes afectadas. No obstante, tanto EE UU como Arabia Saudí han responsabilizado a Irán del atentado. El país persa ha estado apoyando a los insurgentes Huthi, con quienes comparte religión -el islam chií- y una animosidad contra Arabia Saudí, desde antes incluso que empezara la guerra civil hace cuatro años. No obstante, Teherán ha negado su participación en el atentado.
¿Por qué han atacado esas refinerías sauditas?
Los Huthi ya habían lanzado incursiones en el pasado contra territorio saudí y afirmaron que este nuevo ataque fue una respuesta “legítima” por el respaldo que Riad ha ofrecido presidente Mansur Hadi durante la guerra civil.
En esta ocasión, el ataque a la refinería de petróleo Abqaiq, la más grande del mundo, y a la refinería de Khurais, otra de las más grandes del país, ha supuesto un impacto colosal en la economía saudita. La empresa saudí Aramco, la petrolífera propietaria de las dos refinerías, había anunciado además una salida a bolsa inminente. El príncipe heredero saudí, Mohamed Bin Salmán, había propuesto usar la privatización parcial de la empresa más importante del país para modernizar la economía y reavivar la inversión. Las dos refinerías son, por tanto, objetivos estratégicos vitales para la economía de Arabia Saudí.
¿Cómo afecta al precio del petróleo?
Arabia Saudí, el tercer productor de petróleo crudo del mundo, ha perdido una producción de más de 5 millones barriles al día por culpa del ataque. Esto supone el 5% del suministro mundial. Aunque tanto Riad como la mayoría de países tienen reservas para paliar la reducción de la oferta, el precio de esta materia prima se disparó en bolsa tras el ataque.
El domingo el crudo llegó a costar más de un 20%, algo que solo se veía desde la Guerra del Golfo en 1991, cuando EE UU invadió Irak. El lunes, alcanzó un máximo de casi 72 euros por barril, frente a los 60 que marcó el viernes pasado y durante casi todo agosto. No obstante, antes del ataque el precio del barril estaba más bajo que el año anterior debido a la desaceleración de la economía mundial, por lo que subida no llegó a tocar los 85 dólares que se vieron en octubre de 2018. Este martes, el precio del petróleo Brent —petróleo del Mar del Norte que se usa como referencia en Europa— se ha suavizado en los 64,86 dólares por barril, lo que sigue siendo 4,86 dólares más que el viernes.
¿La subida del petróleo se trasladará a la gasolina?
Sí, pero es difícil estimar el efecto concreto. Si el petróleo sube un 10%, esa subida no se traslada directamente y con la misma fuerza al precio del litro de combustible. La Asociación de Operadores Petrolíferos (AOP), patronal de empresas energéticas como Repsol, Cepsa o BP, asegura que el petróleo —la materia prima— supone solo una tercera parte del coste final de la gasolina o los gasóleos. El resto son los costes de distribución, los impuestos y los márgenes de las empresas. Además, el precio de la materia prima varía según muchos factores, no solo según la cotización del barril Brent, que es un único tipo de petróleo, el de referencia en Europa. La calidad de cada tipo de crudo, los costes logísticos y de transporte, la eficiencia de las refinerías o la cotización de los productos que se refinan con petróleo influyen en esa tercera parte del precio final de la gasolina que metemos en el depósito del coche. Se espera, además, que las consecuencias tarden algunas semanas en llegar a los precios de las gasolineras.
¿Qué otros sectores salen perjudicados?
Casi toda la economía, ya debilitada por la guerra económica entre China y EE UU, el posible Brexit y la recesión global, notó el impacto, en parte, porque añade más incertidumbre en un momento de menor crecimiento mundial. Aun así, las pérdidas en la Bolsa española del lunes y el martes (del 0,94% y el 0,53%, respectivamente) fueron menores que las registradas en julio y en agosto. Las bajadas han sido parecidas en el resto de países europeos.
El sector de las aerolíneas, bastante dependiente del precio del crudo, cayó en la Bolsa de este lunes un 0,59%. En España, el grupo de aerolíneas IAG, del que forma parte Iberia y British Airways, vio bajar el precio de sus acciones un 2,14% el lunes y otro 1% el martes, lo que supone un descenso total de casi 28% en este año. Siguiendo esta lógica, las empresas de aeronáutica padecieron también la resaca en su cotización el lunes (Airbus cayó un 1,33%), aunque amortiguaron el golpe con leves subidas el martes.
¿Qué sectores salen beneficiados?
Precisamente, el sector de la energía fue el lunes el más beneficiado por la subida repentina del crudo. Las petroleras europeas subieron el lunes un 2,78%, debido a que su margen de beneficios aumenta conforme sube el precio de cada barril. Cuando el martes volvió cierta calma al mercado del petróleo, retrocedieron. Por ejemplo, Repsol sobresalió en el Ibex 35 con un crecimiento de más del 1% y el martes se desinfló un 0,85%. Si el petróleo se encarece porque la crisis se alarga en el tiempo, será un respiro para una industria muy golpeada por la desaceleración económica, ya que la bajada del PIB de los países hace prever a los inversores un menor consumo de crudo.
¿Qué países se pueden ver más afectados?
Si los costes por barril suben, los países importadores de petróleo, como España, serán los que más sufrirán las consecuencias, frente a los exportadores de petróleo, como EE UU, que se pueden ver beneficiados con más mercado. Por otra parte, los estados con monedas estrechamente vinculadas al precio del crudo viven los vaivenes con más intensidad, porque las subidas y bajadas contagian al mercado de divisas.
¿Puede mitigarse la subida del petróleo y su impacto?
Sí. Casi todos los países cuentan con reservas de petróleo para amortiguar la bajada de la producción mundial. Es el caso de España, que importa un 12% de su crudo de Arabia Saudí, según el director general de la AOP, Andreu Puñet las reservas suelen ser suficientes como para abastecer al país durante 90 días. EE UU, ya ha empezado a usar las suyas para reducir el impacto en su economía. Además, Arabia Saudí ha anunciado que espera terminar la reparación de sus refinerías en cuestión de semanas.
Aun así, una posible reacción militar de Arabia Saudí o EE UU contra Irán por el ataque del sábado podría disparar incluso más aún el precio del petróleo. Del mismo modo, Riad ha demostrado que es incapaz de proteger su industria energética, que podría volver a ser atacada. Y además, el estrecho de Ormuz, a medio camino entre Irán y el reino saudita y por el que pasa casi el 20% mundial del crudo, podría cerrarse si crece la tensión en el Mar Rojo, tal y como ha estado sucediendo en los últimos meses.