En señal de protesta, delegados de varios países se retiraron de la Asamblea General de la ONU cuando hablaba la vicepresidente chavista Delcy Rodríguez
El discurso de la representante del régimen de Nicolás Maduro provocó una simbólica reacción de varios diplomáticos en el recinto
Infobae
Una peculiar escena se vivió este viernes en la Asamblea General de la ONU cuando tomó la palabra la vicepresidente de Venezuela, Delcy Rodríguez. Un grupo de de delegados de diversos países abandonó el recinto en señal de protesta por las violaciones a derechos humanos a cargo del régimen de Nicolás Maduro.
“A los Estados Unidos le pedimos menos arrogancia y más tolerancia”, declaró Rodríguez en su intervención en la ONU en representación de la dictadura en Venezuela y, además, presentó coordenadas de “campos de entrenamiento de terroristas” en Colombia que presuntamente buscan atentar contra Maduro. “Estados Unidos y sus satélites regionales preparan desde Colombia una agresión contra Venezuela, poniendo en riesgo la seguridad y la estabilidad de este continente”, dijo la vicepresidenta chavista.
Dos delegaciones de Venezuela enfrentadas recorrieron los corredores de las Naciones Unidas durante la Asamblea General, cruzando ataques e intentando sumar adeptos a su causa.
Ni Maduro ni el jefe parlamentario Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por Estados Unidos y otra cincuentena de países, acudieron a la mayor cita diplomática mundial.
Pero delegaciones de ambas partes se enfrascaron en una intensa lucha diplomática: por un lado, la chavista, liderada por el canciller Jorge Arreaza y la vicepresidenta Delcy Rodríguez, y del otro, la delegación de Guaidó, encabezada por su encargado de relaciones exteriores, Julio Borges.
A Arreaza y Rodríguez “nadie quiso recibirlos”, dijo Borges el viernes en una conferencia de prensa en el consulado de Venezuela en Nueva York, administrado por el equipo de Guaidó.
“Incluso en los pasillos donde se encontraba a cancilleres o a presidentes, Arreaza hacia el triste papel de perseguirlos a ver si se podía tomar una foto escondido con ellos”, denunció mientras una decena de manifestantes pro-Maduro gritaban frente al consulado.
"Y muchas de las fotos que publicaron (en redes sociales) son de países que son tóxicos" o que fueron "emboscados" para lograr la imagen, añadió.
Arreaza colgó en su cuenta de Twitter fotos o videos con los presidentes de Irán y Turquía y con el primer ministro de Pakistán, así como con los cancilleres de España, Países Bajos, Uruguay, Belize, Sudán del Sur o Nepal.
“A Maduro no le queda otra cosa que irse a esconder a Rusia, a Diosdado Cabello nada más y nada menos que irse a Corea del Norte y traer aquí a una representación mediocre”, lanzó Borges.
Maduro viajó esta semana a Moscú, donde fue recibido por el presidente Vladimir Putin, que tampoco acudió a la ONU.
El chavista Diosdado Cabello, presidente de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente, viajó a Corea del Norte donde entregó a Kim Jong-un “una carta personal y un regalo” de Maduro, informó la agencia oficial norcoreana KCNA.
El gobierno de Maduro no permite a Guaidó salir de Venezuela.
Borrell, más sensible al tema venezolano
Este viernes la Unión Europea sancionó a siete miembros de las fuerzas de seguridad venezolanas por "torturas" y por la muerte del militar Rafael Acosta, y dijo estar dispuesta a adoptar más medidas para fomentar una "transición negociada" en el país latinoamericano.
Borges, que también se reunió con el ministro español de Exteriores Josep Borrell, se congratuló de que éste reemplace próximamente a Federica Mogherini como jefe de la diplomacia europea.
"Mogherini nunca comprendió bien el tema venezolano", aseguró. "Borrel, por ser español, tiene una sensibilidad en conocer la región, los actores, muy afilada" y está "humanamente comprometido con el tema" de Venezuela.
"No es posible que España sea el paraíso de los testaferros de Maduro. No es posible que Europa sea el santuario donde se acoge a los familiares de quienes torturan o roban a 35 millones de venezolanos. Se necesita más presión", afirmó.
En Ginebra, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU decidió este viernes crear “una misión internacional independiente” encargada de investigar las presuntas violaciones de los derechos humanos en Venezuela.
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Una peculiar escena se vivió este viernes en la Asamblea General de la ONU cuando tomó la palabra la vicepresidente de Venezuela, Delcy Rodríguez. Un grupo de de delegados de diversos países abandonó el recinto en señal de protesta por las violaciones a derechos humanos a cargo del régimen de Nicolás Maduro.
“A los Estados Unidos le pedimos menos arrogancia y más tolerancia”, declaró Rodríguez en su intervención en la ONU en representación de la dictadura en Venezuela y, además, presentó coordenadas de “campos de entrenamiento de terroristas” en Colombia que presuntamente buscan atentar contra Maduro. “Estados Unidos y sus satélites regionales preparan desde Colombia una agresión contra Venezuela, poniendo en riesgo la seguridad y la estabilidad de este continente”, dijo la vicepresidenta chavista.
Dos delegaciones de Venezuela enfrentadas recorrieron los corredores de las Naciones Unidas durante la Asamblea General, cruzando ataques e intentando sumar adeptos a su causa.
Ni Maduro ni el jefe parlamentario Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por Estados Unidos y otra cincuentena de países, acudieron a la mayor cita diplomática mundial.
Pero delegaciones de ambas partes se enfrascaron en una intensa lucha diplomática: por un lado, la chavista, liderada por el canciller Jorge Arreaza y la vicepresidenta Delcy Rodríguez, y del otro, la delegación de Guaidó, encabezada por su encargado de relaciones exteriores, Julio Borges.
A Arreaza y Rodríguez “nadie quiso recibirlos”, dijo Borges el viernes en una conferencia de prensa en el consulado de Venezuela en Nueva York, administrado por el equipo de Guaidó.
“Incluso en los pasillos donde se encontraba a cancilleres o a presidentes, Arreaza hacia el triste papel de perseguirlos a ver si se podía tomar una foto escondido con ellos”, denunció mientras una decena de manifestantes pro-Maduro gritaban frente al consulado.
"Y muchas de las fotos que publicaron (en redes sociales) son de países que son tóxicos" o que fueron "emboscados" para lograr la imagen, añadió.
Arreaza colgó en su cuenta de Twitter fotos o videos con los presidentes de Irán y Turquía y con el primer ministro de Pakistán, así como con los cancilleres de España, Países Bajos, Uruguay, Belize, Sudán del Sur o Nepal.
“A Maduro no le queda otra cosa que irse a esconder a Rusia, a Diosdado Cabello nada más y nada menos que irse a Corea del Norte y traer aquí a una representación mediocre”, lanzó Borges.
Maduro viajó esta semana a Moscú, donde fue recibido por el presidente Vladimir Putin, que tampoco acudió a la ONU.
El chavista Diosdado Cabello, presidente de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente, viajó a Corea del Norte donde entregó a Kim Jong-un “una carta personal y un regalo” de Maduro, informó la agencia oficial norcoreana KCNA.
El gobierno de Maduro no permite a Guaidó salir de Venezuela.
Borrell, más sensible al tema venezolano
Este viernes la Unión Europea sancionó a siete miembros de las fuerzas de seguridad venezolanas por "torturas" y por la muerte del militar Rafael Acosta, y dijo estar dispuesta a adoptar más medidas para fomentar una "transición negociada" en el país latinoamericano.
Borges, que también se reunió con el ministro español de Exteriores Josep Borrell, se congratuló de que éste reemplace próximamente a Federica Mogherini como jefe de la diplomacia europea.
"Mogherini nunca comprendió bien el tema venezolano", aseguró. "Borrel, por ser español, tiene una sensibilidad en conocer la región, los actores, muy afilada" y está "humanamente comprometido con el tema" de Venezuela.
"No es posible que España sea el paraíso de los testaferros de Maduro. No es posible que Europa sea el santuario donde se acoge a los familiares de quienes torturan o roban a 35 millones de venezolanos. Se necesita más presión", afirmó.
En Ginebra, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU decidió este viernes crear “una misión internacional independiente” encargada de investigar las presuntas violaciones de los derechos humanos en Venezuela.