El presidente israelí, Reuven Rivlin, encargó al primer ministro Benjamin Netanyahu la formación de un nuevo gobierno

El actual premier propuso a su rival, Benny Gantz, la formación de una coalición

Infobae
El presidente israelí, Reuven Rivlin, encargó el miércoles al actual premier, Benjamin Netanyahu, la tarea de la formación de gobierno. El pedido llega después de que se conocieran los resultados oficiales de las elecciones de la semana pasada, que terminaron en un virtual empate técnico entre él y el partido Azul y Blanco, de Benny Gantz.


“El pueblo de Israel no quiere nuevas elecciones”, dijo Rivlin, después de entregar el mandato a Netanyahu. “Las partes deberán llegar a un acuerdo”, agregó.

Después del llamado del presidente, Netanyahu se comunicó con Gantz y le ofreció unirse en un gobierno de coalición para sacar al país de la crisis política en la que está inmerso. Con todo, ambas partes parecen bastante distanciadas, inclusive en el tema de quién es el que debería encabezar el gobierno de unidad.

“Se que la única forma de formar un gobierno es con la unidad”, dijo Netanyahu. “Necesitamos unidad para unificar a todos y reconciliar al pueblo”.

A partir de ahora, Netanyahu tiene 42 días para formar gobierno y, si no lo hace, la oportunidad podría pasar al próximo candidato que el presidente considere que tiene más posibilidades de lograrlo.

Los presidentes israelíes son responsables de elegir a los candidatos a primer ministro después de las elecciones. El proceso suele ser una formalidad, pero recientemente se ha vuelto mucho más complicado, ya que ni Netanyahu ni Benny Gantz, parecen ser capaces por sí solos de construir una mayoría parlamentaria estable.

El conteo final de los resultados de los comicios, publicado el miércoles, dio que el partido Likud -de Netanyahu- se quedó con 32 de los 120 escaños, uno por detrás de los 33 del partido Azul y Blanco de Gantz. El actual primer ministro podría reunir los apoyos de unos 55 legisladores, en comparación con los 54 que apoyan a Gantz.

Para formar gobierno en Israel, un candidato necesita 61 de los 120 escaños de la Knesset.

Las de la semana pasada fueron las segundas elecciones en las que Netanyahu no logra una clara victoria electoral. Ahora, no está claro qué ofrecerá a los legisladores para que apoyen a su coalición y alcancen los 61 escaños.

Después de fracasar con la formación de gobierno en mayo pasado, el primer ministro disolvió el Parlamento, lo que provocó la elección de la semana pasada.

Por su parte, la Lista Unida de los partidos árabes rompió el domingo con la actitud que mantuvieron en el último cuarto de siglo y decidió apoyar a un candidato a primer ministro; en este caso, a Benny Gantz. Al anunciar su decisión, la alianza árabe quiso recalcar que lo hacían para ayudar a expulsar a Netanyahu del poder, y no porque vayan a apoyar necesariamente las políticas de Gantz.

La Lista Unida de partidos árabes obtuvo 13 diputados en la última elección y se convirtió en la tercera fuerza política en el Parlamento.

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