El Partido Demócrata reducirá a la mitad sus candidatos en el tercer debate de la interna para enfrentar a Donald Trump

La lista de 20 contendientes que participaron en las discusiones anteriores fue reducida a 10, en base los requisitos de aportantes de campaña y el rendimiento en las encuestas

Infobae
Joe Biden, quien lidera los sondeos hacerse con la nominación del partido demócrata en Estados Unidos se enfrenta este jueves en un debate a sus contendientes más firmes, Elizabeth Warren y Bernie Sanders, un encuentro muy esperado tras una serie de traspiés del ex vicepresidente. Por su parte, Kamala Harris, quien tuvo una destacada participación en la ronda previa, espera tener otro momento viral que le permita crecer en las encuestas.


Será la primera vez en la campaña que los favoritos estarán en el mismo escenario, ya que los debates previos tuvieron que dividirse en dos jornadas por la abundancia de participantes.

En este encuentro en Houston, Texas, "sólo" habrá 10 candidatos. Otros 10 aspirantes que siguen en carrera no alcanzaron el requisito mínimo de aportantes de campaña y el umbral de 2% en las encuestas nacionales.

En esta maratón televisiva de tres horas que comenzará a las 23 GMT del jueves, Biden estará en el centro del escenario, como un símbolo de las diferentes corrientes dentro del partido que ansía negarle al presidente estadounidense Donald Trump un segundo mandato. A su lado estarán Warren y Sanders, que escoltan a Biden en las encuestas con posturas más izquierdistas.

Con un 29,8% de las preferencias, Biden parece cómodo en los sondeos. El impulso de otras campañas no lo ha golpeado significativamente. Sin embargo, a cinco meses del comienzo de las primarias, en Iowa el 3 de febrero, todavía todo puede cambiar.

Si bien en el debate anterior Sanders y Warren guardaron distancias y evitaron confrontarse, ahora que la senadora está en el segundo lugar de las encuestas con 18% (con empate técnico), ambos podrían adoptar una estrategia ofensiva para desmarcarse.

Sanders (17,7%) se define como socialista y está a favor de un mayor rol del Estado en la economía con reformas como una cobertura de salud universal y la cancelación de la deuda universitaria, mientras que Warren ha centrado su campaña en la defensa de los ciudadanos frente a los grandes monopolios defendiendo mayores regulaciones frente a los excesos de Wall Street.

En el portal de su campaña, esta ex profesora de Derecho de Harvard se define como una persona que defiende que las promesas del sueño americano se cumplan ya que denuncia que "la clase media está asediada". Un factor poco científico, pero que llama la atención, es que Warren es la favorita en la página de apuestas Betfair, por encima de Biden.

"Si Warren logra otro debate bueno y sigue ganando en las encuestas (…) podríamos tener una carrera relativamente clara entre ella y Biden", escribió en la página FiveThirtyEight.com el experto en estadística y en campañas Nate Silver. "Pero probablemente la realidad va a ser mucho más caótica", advirtió.

El choque de pretendientes presidenciales llega cuando el debate político Estados Unidos se ha visto sacudido por una serie de tiroteos, entre ellos la masacre de El Paso y la de Dayton. Esta semana Biden, Warren, Sanders y otros cinco candidatos se unieron con una voz en un video para pedir un mayor control de las armas.

Si en el anterior encuentro la reforma al sistema de salud estadounidense fue el gran tema, con el retorno del Congreso tras el receso estival el debate en torno a las armas se proyecta como un eje central de las discusiones.

Dudas sobre Biden

Biden, conocido por su talante afable a veces proclive a los chascarros, enfrenta este debate lastrado por una serie de lapsus del habla que han planteado dudas sobre su idoneidad para ser presidente cuando ya cumplió los 76 años.

El veterano senador con 35 años en el Congreso y dos periodos como vicepresidente de Barack Obama (2009-2017), ha intentado desestimar la controversia admitiendo que es una "maquina de gafes" pero que eso es algo maravilloso en "comparación con un tipo que no dice la verdad", en relación a Trump.

Otra de sus grandes bazas es que se presenta como el candidato con más experiencia y con más posibilidades de ganarle a Trump (según los sondeos, aunque la mayoría aparece por encima del mandatario), un argumento que seduce a muchos votantes demócratas.

Según un sondeo difundido el martes por la cadena Univisión, un 22% de los hispanos apoya a Biden, mientras que un 20% se decanta por Sanders, un porcentaje que se ha mantenido estable desde antes de los debates.

A Harris, con 7% de apoyo en los sondeos (y un considerable número de adhesiones de líderes demócratas), la escolta el joven alcalde de South Bend, Pete Buttigieg con 4,3% de las preferencias (y una cifra proporcionalmente alta de recaudación de campaña), el empresario Andrew Yang con 2,7% y el senador Cory Booker con 2,5% de intención de voto.

Como colistas llegan al debate el ex representante de Texas en el Congreso Beto O'Rourke con 2,3%, la senadora Amy Klobuchar con 1% y el exsecretario de Vivienda de Obama, Julian Castro con 0,8%.

Sin embargo, también hay que contar al multimillonario Tom Steyer, quien no estará presente este jueves, pero en los últimos días cumplió con los requisitos para participar en el cuarto debate, que deberá volver a dividirse en dos jornadas.

Silver tiene una predicción sombría para los candidatos estancados en los últimos lugares, que buscan un momento estelar para llamar la atención de los votantes. "A menos que den vuelta la situación pronto, probablemente estén acabados", advirtió.

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