El Mónaco vence al Niza en el derbi de la Costa Azul

Con dos goles y una asistencia de Golovin, los de Jardim consiguieron al séptimo encuentro la primera victoria en la Ligue 1. Siguen al borde del descenso.

Andrés Onrubia
As
Tras una pesadilla que ha durado seis jornadas, el Mónaco de Leonardo Jardim ha vuelto a recuperar por fin la sonrisa al conseguir la primera victoria de la temporada. Los monegascos vencieron por 3 a 1 en uno de los partidos más importantes de la temporada, el Derbi de la Costa Azul ante el Niza. El doblete de Golovin y el gol de Ben Yedder fueron suficientes para doblegar a un rival que fue inferior durante los 90 minutos.


Jardim volvió a la defensa de tres centrales que le había dado buen resultado durante varios tramos ante el Strasbourg. Con Bakayoko fijando en el centro del campo, la movilidad de Golovin en la izquierda y Cesc en la derecha fue clave para aprovecharse de Slimani, que realizó una primera parte fabulosa castigando el sector izquierdo del Niza formado por Sarr y Nsoki, superados durante el primer acto.

La recompensa no tardó en llegar para el Mónaco. Cesc asistió a Golovin en una jugada ensayada y el ruso confirmó su buen momento de forma con un zurdazo inapelable a la escuadra. El ex del CSKA fue decisivo no solo con la pelota, sino que cuando el Mónaco presionaba la salida de balón del rival, Golovin se pegó a Ounas, al que dejó inadvertido para que no pudiera conectar con Atal o Maurice. De hecho, en otra gran jugada de Cesc y Golovin aprovechándose de Slimani llegaría el 2-0 del Mónaco anotado por el argelino, aunque anulado por fuera de juego de Gelson Martins antes de la asistencia.

El Mónaco comenzó la segunda parte de la peor manera posible. El Niza no había generado peligro en la primera salvo en las internadas de Atal, pero en otro error defensivo de los de Jardim, Burner marcaba un gol de bella factura y ponía las tablas en el marcador. No fue merecido, pero hubo varios minutos de incertidumbre en los que parecía que el Niza podía adelantarse en el marcador.

Pero el Mónaco sabía que el Niza arriesgaba mucho con la pelota y Jardim intensificó la presión para que los de Vieira no pudieran salir jugado. Precisamente, en un ataque no terminado por el rival, Cesc asistió en largo de forma espectacular a Slimani, que, con un gran movimiento, arrastró a los defensas y asistió a Golovin, pletórico en un partido que le salió todo con balón y sin él. Cinco minutos después, el internacional ruso le robó una pelota a Atal -17 pérdidas, récord negativo para él- cerca del área y asistió a Ben Yedder para que hiciera el 3-1 y definitivo gol del partido. Golovin fue sin duda la figura del encuentro de un Mónaco que consigue la primera victoria de la temporada en el séptimo partido y que por fin parece que carbura tras sumar cuatro de los últimos seis puntos en juego.

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