El Marsella no puede con el Rennes y suma su tercer empate seguido

Caleta-Car igualó en la segunda mitad el tanto en propia puerta de su compañera Sakai. Los de Villas-Boas no terminan de arrancar.

Andrés Onrubia
As
El Olympique de Marsella y Rennes cerraron la jornada 8 de la Ligue 1 con un empate a uno que no deja satisfechos a ninguno de los dos equipos. Los bretones se adelantaron por medio de Niang, pero la reacción del OM en la segunda parte puso las tablas en el marcador. Mandanda realizó una de las paradas de la temporada para evitar la victoria del equipo de Stephan.


Villas-Boas se vio obligado a repetir la defensa que empató ante el Dijon el martes debido a las ausencias de Kamará y Álvaro en defensa. El joven Perrin, que no disgustó en su debut en la Ligue 1, volvió a actuar en el eje de la zaga junto a Ćaleta-Car. La principal novedad del OM fue la primera titularidad de Valentin Rongier en el centro del campo, tras varios partidos en los que el técnico portugués apenas le había dado protagonismo.

El OM volvió a mostrar muchas carencias en la primera mitad ante el Rennes. Sin Payet ni Thauvin, el ataque de los de Villas-Boas se basó en individualidades de Sanson y alguna recepción de Benedetto. Bouna Sarr y Germain apenas generaron ventajas partiendo desde las bandas y al Rennes le bastó con colocar un 5-3-2 muy bien asentado en campo propio que dejó inadvertido al OM en la primera mitad. No disparó a puerta, y no solo eso, sino que en defensa concedió muchos espacios.

El Rennes tuvo ocasiones para haberse adelantado antes del gol de Niang. Stephan es un entrenador al que le gusta tener la pelota, y por ello Camavinga se hizo pronto con el timón del centro de campo en el partido. Precisamente, el mediocentro de 16 años habilitó a Da Silva, central del Rennes, que sorprendió con una internada que recordó al mejor Lucio en su época. El ex del Caen asistió a Niang y el Rennes se adelantó en el Velódrome.

Villas-Boas se vio obligado a cambiar de sistema al descanso. Ingresó Radonjić por Amavi y Bouna Sarr se colocó en el lateral derecho. Con el serbio en el campo, el OM ganó metros y tuvo más espacios que con Germain en la banda izquierda en la primera mitad. Precisamente, Radonjić forzó el córner que precedió al gol de Ćaleta-Car, que con un salto imperial se anticipó a su marca y puso las tablas en el marcador.

A pesar de que hubo mejoría en el Marsella, el equipo siguió notando las bajas de sus dos mejores jugadores. El Rennes, que ya suma tres partidos en la Ligue 1 en los que se ha dejado puntos tras adelantarse en el marcador, siguió pecando del conservadurismo de Stephan cuando el equipo está por delante. Es un entrenador que practica un fútbol muy interesante pero que se convierte en conservador cuando tiene una ligera ventaja. Aún así, el Rennes pudo marcar a falta de cinco minutos para el final. Un tacón de genio de Tait dejó solo a Hunou, que se encontró en dos ocasiones a un Mandanda que ha comenzado la temporada recordando al de sus mejores años. Debutó el joven Ake e ingresó el inadvertido Khaoui, que descendió con el Caen la temporada pasada y mostró las carencias del Marsella en cuanto a profundidad de plantilla se refiere. Un empate que no beneficia a ninguno de los dos equipos.
Resto de la jornada

La jornada del domingo en la Ligue 1 se abrió con la victoria del Strasbourg ante el Montpellier. Un solitario gol de Ajorque dio la victoria a los de Laurey contra un rival que falló un penalti tras una gran parada de Sels a Skuletic.

Por su parte, el Saint-Étienne consiguió una victoria balsámica en Nîmes tras seis encuentros sin conocer la victoria. El gol de Debuchy en la segunda parte le da alas a Printant en el banquillo antes de afrontar el derbi de Ródano el próximo domingo ante el Lyon.

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