El Inter sigue ganando: es su mejor racha en 53 años
Los de Conte encadenaron su sexto triunfo seguido ante la Sampdoria: Alexis estrenó titularidad con gol y expulsión. También marcaron Sensi y Gagliardini.
Mirko Calemme
As
No soñar se ha hecho imposible para este Inter: en su visita a la Sampdoria, el conjunto de Milán encadenó su sexto triunfo en seis jornadas de liga y llevaba 53 años, cuando en el banquillo estaba Helenio Herrera, sin comenzar un campeonato con este ritmo. Un equipo sólido y efectivo que hasta ahora apenas encajó dos goles en la Serie A y que agrandó la crisis de los de Di Francesco, cada vez más en el fondo de la clasificación.
Antonio Conte, pensando en el Barcelona, le dio descanso a varios titulares: Godín, Barella, y Lukaku empezaron en el banquillo, y en la delantera fue titular por primera vez Alexis Sánchez. El chileno, en lo bueno y en lo malo, fue el gran protagonista de la tarde nerazzurra y en tres minutos, entre el 20' y el 23', pareció haber sentenciado el partido. Primero desvió involuntariamente en la portería un disparo de Sensi (el gol fue asignado al italiano), y luego empujó entre palos otro remate del mediocampista, celebrando su primera diana desde su regreso a Italia.
El líder de la Serie A barrió del campo a su rival en la primera parte y antes del descanso marcó también el tercero con Candreva, aunque el tanto, con la ayuda del VAR, fue anulado por fuera de juego. Sin embargo, inesperadamente, los de Di Francesco volvieron a meterse en la pelea nada más comenzar la reanudación.
Tras un error de Lautaro en un mano a mano con Audero, Alexis se tiró al suelo buscando el contacto con un defensa rival: el árbitro no tuvo dudas y le mostró su segunda amarilla. En el 55’, además, los doriani recortaron distancias con un chut raso de Jankto desviado por Skriniar, y en aquel momento el enfrentamiento pareció haber cambiado de cara definitivamente.
Conte se puso manos a la obra y sustituyó a Lautaro y Candreva con D’Ambrosio y Lukaku: los suyos reaccionaron enseguida y apagaron el intento de remontada del colista. Un genial pase entre líneas de Brozovic llegó a Gagliardini, que remató dos veces, aprovechando el rechace de Audero, firmando la sentencia.
El gol tranquilizó el partido, cuyas últimas emociones llegaron en el descuento, cuando Lukaku, Quagliarella y Vieira tuvieron más ocasiones para mover el marcador. Con este triunfo, el Inter se acerca de la mejor manera a una semana que marcará un antes y un después en su temporada: Barcelona y Juventus nos dirán hasta dónde pueden llegar los chicos de Conte.
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No soñar se ha hecho imposible para este Inter: en su visita a la Sampdoria, el conjunto de Milán encadenó su sexto triunfo en seis jornadas de liga y llevaba 53 años, cuando en el banquillo estaba Helenio Herrera, sin comenzar un campeonato con este ritmo. Un equipo sólido y efectivo que hasta ahora apenas encajó dos goles en la Serie A y que agrandó la crisis de los de Di Francesco, cada vez más en el fondo de la clasificación.
Antonio Conte, pensando en el Barcelona, le dio descanso a varios titulares: Godín, Barella, y Lukaku empezaron en el banquillo, y en la delantera fue titular por primera vez Alexis Sánchez. El chileno, en lo bueno y en lo malo, fue el gran protagonista de la tarde nerazzurra y en tres minutos, entre el 20' y el 23', pareció haber sentenciado el partido. Primero desvió involuntariamente en la portería un disparo de Sensi (el gol fue asignado al italiano), y luego empujó entre palos otro remate del mediocampista, celebrando su primera diana desde su regreso a Italia.
El líder de la Serie A barrió del campo a su rival en la primera parte y antes del descanso marcó también el tercero con Candreva, aunque el tanto, con la ayuda del VAR, fue anulado por fuera de juego. Sin embargo, inesperadamente, los de Di Francesco volvieron a meterse en la pelea nada más comenzar la reanudación.
Tras un error de Lautaro en un mano a mano con Audero, Alexis se tiró al suelo buscando el contacto con un defensa rival: el árbitro no tuvo dudas y le mostró su segunda amarilla. En el 55’, además, los doriani recortaron distancias con un chut raso de Jankto desviado por Skriniar, y en aquel momento el enfrentamiento pareció haber cambiado de cara definitivamente.
Conte se puso manos a la obra y sustituyó a Lautaro y Candreva con D’Ambrosio y Lukaku: los suyos reaccionaron enseguida y apagaron el intento de remontada del colista. Un genial pase entre líneas de Brozovic llegó a Gagliardini, que remató dos veces, aprovechando el rechace de Audero, firmando la sentencia.
El gol tranquilizó el partido, cuyas últimas emociones llegaron en el descuento, cuando Lukaku, Quagliarella y Vieira tuvieron más ocasiones para mover el marcador. Con este triunfo, el Inter se acerca de la mejor manera a una semana que marcará un antes y un después en su temporada: Barcelona y Juventus nos dirán hasta dónde pueden llegar los chicos de Conte.
