Donald Trump despidió a su asesor de Seguridad Nacional, John Bolton: "Estaba en desacuerdo con muchos de sus consejos"
El funcionario, considerado como uno de los mayores exponentes del "ala dura" de Washington, tenía un papel preponderante en la política exterior de la Casa Blanca, especialmente sobre Venezuela, Irán y Corea del Norte
Infobae
El presidente estadounidense anunció el despido de su asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, y mencionó fuertes desacuerdos sobre sus recomendaciones.
"Anoche informé a John Bolton que sus servicios ya no eran necesitados en la Casa Blanca", anunció Trump este martes en Twitter.
"Estaba en fuerte desacuerdo con varias de sus sugerencias, así como otros en la Administración, y por lo tanto le pedí su renuncia, que me fue entregada esta mañana", añadió Trump.
Hasta ahora, en la mayoría de las numerosas salidas de funcionarios, había evitado entrar en detalles y mantenía un tono cordial. De todas formas, le agradeció por su servicio y dijo que nombraría a un nuevo asesor la próxima semana.
Por su parte, Bolton ofreció una versión ligeramente diferente. "Ofrecí anoche mi renuncia al presidente Trump y dijo 'hablemos mañana'", escribió.
Si bien el gobierno no ha ofrecido detalles sobre los desacuerdos a los que se refiere Trump, la prensa estadounidense publicó versiones sobre opiniones encontradas con respecto a las negociaciones con los talibanes. Según medios locales, tanto Bolton como el vicepresidente Mike Pence estaban en desacuerdo con la visita de los líderes insurgentes a Camp David, la residencia secundaria de los mandatarios estadounidenses, escenario de varios acuerdos históricos. Finalmente, la reunión fue cancelada, bajo el argumento de los recientes atentados en Afganistán. Dichos rumores fueron desmentidos por el propio Trump, que acusó a los periodistas de inventar noticias. "Están tristes por lo bien que le va al país bajo MI liderazgo", comentó.
En paralelo, el asesor tenía un destacado rol sobre la crisis en Venezuela, siendo uno de los mayores críticos del régimen de Nicolás Maduro. Además, también son frecuentes sus condenas hacia Irán, y fue uno de los impulsores del retiro de EEUU al Acuerdo Nuclear, anunciado dos meses después de su llegada a la Casa Blanca.
La noticia fue sorpresiva incluso para empleados de la Casa Blanca. Solo una hora antes, la oficina de prensa mantenía en agenda una conferencia en la que Bolton planeaba aparecer junto al secretario de Estado, Mike Pomepo, y el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin.
Bolton ocupaba el puesto desde marzo de 2018, cuando reemplazó al general H. R. McMaster en un momento de alta tensión con Corea del Norte. De ideología ultraconservadora, se ha manifestado a favor de realizar ataques preventivos y no esperar a que regímenes amenazantes como el de Kim Jong-un inicien un conflicto militar.
Habitualmente descrito como un neoconservador, él suele rechazar esa etiqueta y se ha descrito como un "libertario", que prefiere "la libertad sobre la democracia".
Para ser nombrado asesor, no necesitó la aprobación del Senado, una instancia que en el pasado le fue esquiva. Tras promover la invasión a Irak en 2003, fue nombrado embajador de EEUU ante la ONU (un organismo que mira con desdén), pero tuvo que dejar del cargo luego de que la Cámara Alta rechazara su confirmación.
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El presidente estadounidense anunció el despido de su asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, y mencionó fuertes desacuerdos sobre sus recomendaciones.
"Anoche informé a John Bolton que sus servicios ya no eran necesitados en la Casa Blanca", anunció Trump este martes en Twitter.
"Estaba en fuerte desacuerdo con varias de sus sugerencias, así como otros en la Administración, y por lo tanto le pedí su renuncia, que me fue entregada esta mañana", añadió Trump.
Hasta ahora, en la mayoría de las numerosas salidas de funcionarios, había evitado entrar en detalles y mantenía un tono cordial. De todas formas, le agradeció por su servicio y dijo que nombraría a un nuevo asesor la próxima semana.
Por su parte, Bolton ofreció una versión ligeramente diferente. "Ofrecí anoche mi renuncia al presidente Trump y dijo 'hablemos mañana'", escribió.
Si bien el gobierno no ha ofrecido detalles sobre los desacuerdos a los que se refiere Trump, la prensa estadounidense publicó versiones sobre opiniones encontradas con respecto a las negociaciones con los talibanes. Según medios locales, tanto Bolton como el vicepresidente Mike Pence estaban en desacuerdo con la visita de los líderes insurgentes a Camp David, la residencia secundaria de los mandatarios estadounidenses, escenario de varios acuerdos históricos. Finalmente, la reunión fue cancelada, bajo el argumento de los recientes atentados en Afganistán. Dichos rumores fueron desmentidos por el propio Trump, que acusó a los periodistas de inventar noticias. "Están tristes por lo bien que le va al país bajo MI liderazgo", comentó.
En paralelo, el asesor tenía un destacado rol sobre la crisis en Venezuela, siendo uno de los mayores críticos del régimen de Nicolás Maduro. Además, también son frecuentes sus condenas hacia Irán, y fue uno de los impulsores del retiro de EEUU al Acuerdo Nuclear, anunciado dos meses después de su llegada a la Casa Blanca.
La noticia fue sorpresiva incluso para empleados de la Casa Blanca. Solo una hora antes, la oficina de prensa mantenía en agenda una conferencia en la que Bolton planeaba aparecer junto al secretario de Estado, Mike Pomepo, y el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin.
Bolton ocupaba el puesto desde marzo de 2018, cuando reemplazó al general H. R. McMaster en un momento de alta tensión con Corea del Norte. De ideología ultraconservadora, se ha manifestado a favor de realizar ataques preventivos y no esperar a que regímenes amenazantes como el de Kim Jong-un inicien un conflicto militar.
Habitualmente descrito como un neoconservador, él suele rechazar esa etiqueta y se ha descrito como un "libertario", que prefiere "la libertad sobre la democracia".
Para ser nombrado asesor, no necesitó la aprobación del Senado, una instancia que en el pasado le fue esquiva. Tras promover la invasión a Irak en 2003, fue nombrado embajador de EEUU ante la ONU (un organismo que mira con desdén), pero tuvo que dejar del cargo luego de que la Cámara Alta rechazara su confirmación.