Calentamiento global: Groenlandia será un factor importante en el aumento del nivel de las aguas
Con una superficie de dos millones de kilómetros cuadrados y rodeada en tres cuartas partes por las aguas del océano Ártico, el inmenso territorio se encuentra en una zona de conflicto climático dado que podría aumentar siete metros el nivel del agua y sumergir islas y regiones costeras por distintas partes del planeta.
Las regiones afectadas son muchas. Pero hay una que por sobre todo corre peligro. Y es que el hielo de Groenlandia se está derritiendo más rápido de lo que los científicos estimaban y, de hecho, el ritmo de pérdida de hielo se cuadriplicó desde 2003, lo que aceleraría la subida del nivel del mar, según una investigación publicada en enero.
El estudio, que arroja nueva luz sobre los efectos del cambio climático, fue publicado por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, conocida por sus siglas PNAS y que divulga semanalmente la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU.
Hasta ahora, los científicos habían mostrado preocupación por la desaparición de hielo en el sureste y noreste de Groenlandia, donde se ubican grandes glaciares de los que se desprenden trozos de hielo del tamaño de un iceberg y, luego, se sumergen en el océano Atlántico para derretirse.
Ahora, sin embargo, los investigadores han descubierto que, entre 2003 y 2013, la mayor parte del hielo de Groenlandia se perdió no en el sureste y noreste de la isla, sino en el suroeste, donde prácticamente no hay glaciares.
Este hallazgo demuestra, según el estudio, que el hielo de la superficie de Groenlandia se está fundiendo a medida que las temperaturas globales aumentan, lo que provoca que fluyan ríos de agua derretida hasta el océano y, como consecuencia, crezca el nivel del mar.
De esa forma, el suroeste de Groenlandia probablemente se convertirá en el futuro en un factor importante en el aumento del nivel de las aguas.
La consecuencia más importante del calentamiento global en el Ártico
Groenlandia, una isla de dos millones de kilómetros cuadrados rodeada en tres cuartas partes por las aguas del océano Ártico, está cubierta de hielo en un 85%.
Este inmenso territorio se encuentra en la línea de frente del deshielo del Ártico, una región cuya temperatura aumenta el doble de rápido que en el resto del planeta. Si la banquisa y el hielo que cubren la base continental desaparecieran, el nivel de los océanos podría aumentar siete metros y sumergir islas y regiones costeras por todas partes del planeta.
"Estos datos son preciosos porque, por primera vez, nos permiten vincular cuantitativamente los cambios de temperatura del océano con el deshielo", explicó Ian McCubbin, científico de OMG, quien junto con su equipo compara los datos recopilados durante el invierno con los recabados a lo largo del verano, con el objetivo de afinar las predicciones de elevación del nivel del mar.
Las peores consecuencias
Este deshielo abre al tráfico marítimo las grandes vías del Norte, que permiten unir el océano Pacífico con el Atlántico, lo que aviva el apetito económico y geoestratégico de las grandes potencias, con Estados Unidos, China y Rusia a la cabeza.
Tanto es así que el presidente estadounidense, Donald Trump, propuso a Dinamarca comprarle Groenlandia, una oferta rechazada que provocó una minicrisis diplomática con su aliado en la OTAN.