Boris Johnson sufrió un revés en el Parlamento Británico, que le arrebató el control de la agenda sobre el Brexit

Ahora, los diputados votarán para evitar una salida de la Unión Europea sin acuerdo. El premier anunció que presentará una moción para pedir elecciones generales

Infobae
Boris Johnson sufrió un revés en el Parlamento Británico el martes, al ser derrotado en una votación por 328 votos contra 301. Así, los diputados británicos tomaron el control parlamentario de la agenda del Brexit con el objetivo de evitar una salida de la Unión Europea sin acuerdo.


La victoria fue posible gracias a los votos de la oposición al gobierno, sumado a los de veintiún "tories rebeldes", que no querían habilitar la posibilidad de una salida abrupta del bloque europeo.

Ahora, los legisladores votarán una ley que obligue al premier a pedir un aplazamiento del Brexit, en el caso de que no haya acuerdo antes del 31 de octubre.

Inmediatamente después de la derrota, Johnson anunció que presentará una moción para pedir comicios generales, y el Tesoro británico anunció que destinará 2.000 millones más de libras al Brexit.

"Vamos a presentar la moción esta noche", aseguró el premier.

Johnson afirmó que no aceptará el proyecto de ley y que tampoco desea una nueva elección, pero que si los parlamentarios votan dicho este proyecto de ley mañana, el público tendrá que elegir quién irá a Bruselas el 17 de octubre.

Además, agregó que si el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, va a Bruselas, hará lo que quiere la UE, mientras que si va él, obtendrá un acuerdo.

Horas antes, su ejecutivo había perdido su estrecha mayoría parlamentaria, de un solo escaño, con la defección del ex ministro Phillip Lee, quien literalmente se levantó y cruzó la cámara para sentarse en la bancada del centrista Partido Liberal-Demócrata.

El episodio del martes fue posible tras la indignación provocada por Johnson la semana pasada cuando anunció que suspendería las labores parlamentarias desde mediados de septiembre hasta el 14 de octubre, lo que sus opositores denunciaron como una estrategia para impedirles actuar.

"Esta Cámara tiene una última oportunidad de evitar que este gobierno pisotee los derechos constitucionales y democráticos del país", había afirmado antes de la votación Corbyn.

Con pancartas que decían "Paren el golpe de Estado" y "Defiendan nuestro parlamento", cientos de personas se manifestaron hasta bien entrada la noche frente al Palacio de Westminster.

"Es bastante asqueroso lo que está haciendo el gobierno. No creo que estén escuchando a la gente", dijo Rachel Power, que protestaba con sus dos perros, uno cubierto con una bandera europea y el otro con la británica.

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