Bolsonaro viaja a la ONU para "dar el combate" por la soberanía de Brasil
Brasil, EFE
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, viajó hoy hacia Nueva York, donde pronunciará el primero de los discursos de la Asamblea General de las Naciones Unidas y hará una firme defensa de la soberanía de su país en la región amazónica.
Como es tradición en Naciones Unidas desde 1947, el presidente de Brasil pronuncia el primero de los discursos de la Asamblea General, que este martes escuchará a un Bolsonaro que se propone exponer lo que considera la "verdad" sobre la Amazonía, que fue objeto de polémicas globales por unos recientes y vastos incendios.
El mandatario, el primer líder de ultraderecha que llega al poder en Brasil, ha adelantado que en su discurso presentará las medidas que ha adoptado su Gobierno para preservar el mayor pulmón vegetal del planeta, pero también sus planes para permitir la explotación económica y comercial de buena parte de su riqueza mineral.
Esas intenciones, junto con decisiones que redujeron presupuestos volcados a la fiscalización y el cuidado de la Amazonía convirtieron a Bolsonaro en uno de los objetos centrales de las críticas de los movimientos ecologistas, que subieron de tono con los incendios en esa región, considerados los peores de la última década.
Por esas medidas y luego por las llamas en la región amazónica, Bolsonaro se ha enzarzado en polémicas con los Gobiernos de Alemania y Noruega, que fueron especialmente duras con el presidente francés, Emmanuel Macron.
El líder galo llegó a plantear su preocupación por los incendios en la Amazonía ante el G7, al que incluso pidió actuar para salvar a esa región de la "destrucción", y encontró una enconada respuesta de Bolsonaro, quien le tildó de "colonialista" y exigió unas disculpas que aún espera.
En medio de esas polémicas, el presidente brasileño llegó a burlarse de la primera dama francesa, Brigitte Macron, y hasta le dedicó al mandatario galo uno de sus "insultos" más habituales: "Macron es socialista", declaró.
Bolsonaro ha viajado consciente de que grupos ecologistas que se han desplazado a Nueva York para una cumbre climática paralela a la Asamblea General planifican protestas contra sus políticas.
"Sabemos que podremos tener problemas allá", adelantó la semana pasada el gobernante y capitán de la reserva del Ejército brasileño, quien en su habitual lenguaje castrense aseguró que está "listo para dar el combate".
Más allá de la cuestión amazónica, fuentes oficiales dijeron que Bolsonaro usará la tribuna de la ONU para presentar a un Brasil que "se abre al mundo", que busca un comercio "sin ideologías", con una mayor apertura y opuesto al proteccionismo.
También se propone subrayar el papel político regional de Brasil, sobre todo en la defensa de los valores democráticos, un punto en el que deberá hacer una mención a Venezuela, que Bolsonaro considera que está bajo una "dictadura" que debe ser combatida.
Brasil es uno de los cerca de sesenta países que reconocen como presidente "legítimo" de Venezuela al jefe de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, y aunque promueve la salida del gobernante Nicolás Maduro, ha dejado claro que no apoya ningún tipo de intervención militar con ese objetivo.
Bolsonaro, quien hace quince días fue sometido una operación en el abdomen que llegó a poner en duda su viaje, llegará a Nueva York esta misma noche y, hasta ahora, su único compromiso oficial es su participación en la Asamblea General de la ONU, tras la cual tiene previsto regresar a Brasil.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, viajó hoy hacia Nueva York, donde pronunciará el primero de los discursos de la Asamblea General de las Naciones Unidas y hará una firme defensa de la soberanía de su país en la región amazónica.
Como es tradición en Naciones Unidas desde 1947, el presidente de Brasil pronuncia el primero de los discursos de la Asamblea General, que este martes escuchará a un Bolsonaro que se propone exponer lo que considera la "verdad" sobre la Amazonía, que fue objeto de polémicas globales por unos recientes y vastos incendios.
El mandatario, el primer líder de ultraderecha que llega al poder en Brasil, ha adelantado que en su discurso presentará las medidas que ha adoptado su Gobierno para preservar el mayor pulmón vegetal del planeta, pero también sus planes para permitir la explotación económica y comercial de buena parte de su riqueza mineral.
Esas intenciones, junto con decisiones que redujeron presupuestos volcados a la fiscalización y el cuidado de la Amazonía convirtieron a Bolsonaro en uno de los objetos centrales de las críticas de los movimientos ecologistas, que subieron de tono con los incendios en esa región, considerados los peores de la última década.
Por esas medidas y luego por las llamas en la región amazónica, Bolsonaro se ha enzarzado en polémicas con los Gobiernos de Alemania y Noruega, que fueron especialmente duras con el presidente francés, Emmanuel Macron.
El líder galo llegó a plantear su preocupación por los incendios en la Amazonía ante el G7, al que incluso pidió actuar para salvar a esa región de la "destrucción", y encontró una enconada respuesta de Bolsonaro, quien le tildó de "colonialista" y exigió unas disculpas que aún espera.
En medio de esas polémicas, el presidente brasileño llegó a burlarse de la primera dama francesa, Brigitte Macron, y hasta le dedicó al mandatario galo uno de sus "insultos" más habituales: "Macron es socialista", declaró.
Bolsonaro ha viajado consciente de que grupos ecologistas que se han desplazado a Nueva York para una cumbre climática paralela a la Asamblea General planifican protestas contra sus políticas.
"Sabemos que podremos tener problemas allá", adelantó la semana pasada el gobernante y capitán de la reserva del Ejército brasileño, quien en su habitual lenguaje castrense aseguró que está "listo para dar el combate".
Más allá de la cuestión amazónica, fuentes oficiales dijeron que Bolsonaro usará la tribuna de la ONU para presentar a un Brasil que "se abre al mundo", que busca un comercio "sin ideologías", con una mayor apertura y opuesto al proteccionismo.
También se propone subrayar el papel político regional de Brasil, sobre todo en la defensa de los valores democráticos, un punto en el que deberá hacer una mención a Venezuela, que Bolsonaro considera que está bajo una "dictadura" que debe ser combatida.
Brasil es uno de los cerca de sesenta países que reconocen como presidente "legítimo" de Venezuela al jefe de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, y aunque promueve la salida del gobernante Nicolás Maduro, ha dejado claro que no apoya ningún tipo de intervención militar con ese objetivo.
Bolsonaro, quien hace quince días fue sometido una operación en el abdomen que llegó a poner en duda su viaje, llegará a Nueva York esta misma noche y, hasta ahora, su único compromiso oficial es su participación en la Asamblea General de la ONU, tras la cual tiene previsto regresar a Brasil.