Sin fichajes, reciclaje
El indulto de Zidane a Bale y James recuperó ante el Valladolid un ataque que no se utilizaba desde 2016. Solo se vio a un recién llegado, Jovic, y ni siquiera fue titular...
Carlos Forjanes
As
El 16 de abril de 2016, Zidane apenas cumplía su cuarto mes como entrenador del Madrid y se paseó por Getafe (1-5) con Benzema, Bale, Isco y James en el once titular. Los cuatro marcaron. No volvieron a jugar juntos de inicio... hasta este sábado ante el Valladolid. Sobre el papel casi todos los equipos ilusionan en agosto y triunfan o se estrellan en mayo. El Madrid, sin ningún fichaje en el once titular y sólo uno entre los tres cambios (Jovic), es el único que parece caminar hacia atrás en el tiempo.
Un Madrid involucionista es lo último que se esperaba en este verano de situaciones impredecibles. De ese 3-7 en el derbi de Nueva Jersey al indulto de Zidane a Bale y James, parias que han mutado en titulares. De contar con cuatro porteros hace mes y medio a verse, quizá, teniendo que fichar uno nuevo si es que el despechado Keylor se va a París. Igual ahora echa de menos a Lunin, cedido precisamente al Valladolid, donde ayer fue suplente. Una entidad, en resumen, que quiere a Mbappé en 2020 pero flirtea con Neymar en 2019...
El efecto mariposa aletea también sobre el césped. Como en el 1-1. Vinicius recibió un impresionante caño (el mundo al revés) de Guardiola y tres jugadas más tarde sería el propio Guardiola quién batió, entre las piernas (por dónde si no), a Courtois...
Zidane, en medio del caos
En medio de todo está Zidane. No tuvo empacho en soltar talento (Marcos Llorente y Ceballos) sin haber cazado el oso que ansiaba (Pogba) y ahora está intentando armonizar, como si fuese Marie Kondo, una plantilla muy justa de recursos en el centro del campo. Con el equipo sufriendo de vértigo por no romper el 0-0, Zizou terminó de estrangularlo. Se abrazó a un 1-4-2-4 sin James, el equipo se fracturó y el gol pucelano se generó en un error de Kroos, que vuelve a las andadas. Ese empate noqueó al técnico francés, que decidió mantener un cambio (Lucas por Benzema) que había planeado para sostener la ventaja. Aún seguía bajo ese shock tras el partido. “Marcas en el minuto 82... y te empatan, había que mandar el balón a tomar por saco, no estábamos colocados”, se quejó.
Sin fichajes desde el 7 de junio (Hazard), Zidane ha reciclado software que ya no le valía (Bale y James) pero el ordenador se le sigue quedando colgado. Su equipo monopolizó la pelota (66% de la posesión) pero hizo más faltas que el rival (12 a 11) y casi perdió más balones (108 a 110). Un Madrid, en resumen, que recuerda de manera inquietante al del año pasado.
Carlos Forjanes
As
El 16 de abril de 2016, Zidane apenas cumplía su cuarto mes como entrenador del Madrid y se paseó por Getafe (1-5) con Benzema, Bale, Isco y James en el once titular. Los cuatro marcaron. No volvieron a jugar juntos de inicio... hasta este sábado ante el Valladolid. Sobre el papel casi todos los equipos ilusionan en agosto y triunfan o se estrellan en mayo. El Madrid, sin ningún fichaje en el once titular y sólo uno entre los tres cambios (Jovic), es el único que parece caminar hacia atrás en el tiempo.
Un Madrid involucionista es lo último que se esperaba en este verano de situaciones impredecibles. De ese 3-7 en el derbi de Nueva Jersey al indulto de Zidane a Bale y James, parias que han mutado en titulares. De contar con cuatro porteros hace mes y medio a verse, quizá, teniendo que fichar uno nuevo si es que el despechado Keylor se va a París. Igual ahora echa de menos a Lunin, cedido precisamente al Valladolid, donde ayer fue suplente. Una entidad, en resumen, que quiere a Mbappé en 2020 pero flirtea con Neymar en 2019...
El efecto mariposa aletea también sobre el césped. Como en el 1-1. Vinicius recibió un impresionante caño (el mundo al revés) de Guardiola y tres jugadas más tarde sería el propio Guardiola quién batió, entre las piernas (por dónde si no), a Courtois...
Zidane, en medio del caos
En medio de todo está Zidane. No tuvo empacho en soltar talento (Marcos Llorente y Ceballos) sin haber cazado el oso que ansiaba (Pogba) y ahora está intentando armonizar, como si fuese Marie Kondo, una plantilla muy justa de recursos en el centro del campo. Con el equipo sufriendo de vértigo por no romper el 0-0, Zizou terminó de estrangularlo. Se abrazó a un 1-4-2-4 sin James, el equipo se fracturó y el gol pucelano se generó en un error de Kroos, que vuelve a las andadas. Ese empate noqueó al técnico francés, que decidió mantener un cambio (Lucas por Benzema) que había planeado para sostener la ventaja. Aún seguía bajo ese shock tras el partido. “Marcas en el minuto 82... y te empatan, había que mandar el balón a tomar por saco, no estábamos colocados”, se quejó.
Sin fichajes desde el 7 de junio (Hazard), Zidane ha reciclado software que ya no le valía (Bale y James) pero el ordenador se le sigue quedando colgado. Su equipo monopolizó la pelota (66% de la posesión) pero hizo más faltas que el rival (12 a 11) y casi perdió más balones (108 a 110). Un Madrid, en resumen, que recuerda de manera inquietante al del año pasado.