Rusia desafía a Occidente con un imponente ejercicio naval en el Báltico: participan 49 buques, 58 aeronaves y 10.634 militares
En las maniobras "Escudo Oceánico-2019" participan las mismas unidades que estuvieron en el desfile por el Día de la Armada en San Petersburgo, evento en el cual el presidente Vladimir Putin afirmó que la marina era capaz de "responder sólidamente a cualquier agresor"
Infobae
La marina de Rusia inició este jueves una serie de ejercicios navales de gran envergadura en el mar Báltico, que se prolongarán hasta el próximo día 9, según ha informado el Ministerio de Defensa de la Federación de Rusia.
En los ejercicios, llamados "Escudo Oceánico-2019", participan 49 buques y lanchas de guerra, 20 barcos de apoyo, 58 aeronaves y un total de 10.634 militares.
"Se planea verificar la disposición de las fuerzas de la Armada para la defensa de los intereses nacionales de la Federación de Rusia y ejercitar las capacidades de mando de la flota", señala el comunicado de Defensa.
El núcleo de la agrupación involucrada en los ejercicios "Escudo Oceánico-2019" lo conforman los buques que participaron desfile naval celebrado el pasado domingo en San Petersburgo con motivo del Día de la Armada.
En esa celebración, el presidente ruso, Vladimir Putin, recalcó que la Marina de Guerra de Rusia "garantiza la seguridad del país, sus intereses nacionales y es capaz de responder sólidamente a cualquier agresor".
El jefe del Kremlin destacó que Rusia seguirá construyendo "una flota de capacidades únicas, una flota propia de una potencia soberana y fuerte".
El desfile naval y ahora esta ronda de ejercicios llegan apenas una semana después de que las fuerzas de seguridad reprimieran una manifestación en su contra dejando un saldo de de más de 1.000 detenidos y en medio de un aumento de las tensiones militares con la OTAN, que se prepara para lanzar este mes sus propias maniobras navales Dynamic Mongoose en el norte de Noruega.
Mientras tanto la armada rusa aún se está recuperando del incendio sufrido por uno de sus submarinos en los primeros días de julio, un hecho que dejó un saldo de al menos 14 marineros muertos por inhalación de humo.
Los detalles que transcendieron sobre el incidente son escasos. El Ministerio de Defensa confirmó que hubo sobrevivientes, pero no ha indicado cuántos ni tampoco el número de tripulantes a bordo.
Pero más allá de este incidente, la marina rusa se encuentra en los últimos años encarando un rol cada vez más importante en la proyección de poder de Rusia.
Desde el Mar Negro, donde buques rusos detuvieron e incautaron a naves ucranianas el año pasado, pasando por el Báltico, frente de choque con los países de la OTAN, hasta el Mediterráneo, donde la base naval en Tartus, Siria, ha sido instrumental para el apoyo de Moscú al dictador Bashar al Assad en la guerra civil que asola al país.
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La marina de Rusia inició este jueves una serie de ejercicios navales de gran envergadura en el mar Báltico, que se prolongarán hasta el próximo día 9, según ha informado el Ministerio de Defensa de la Federación de Rusia.
En los ejercicios, llamados "Escudo Oceánico-2019", participan 49 buques y lanchas de guerra, 20 barcos de apoyo, 58 aeronaves y un total de 10.634 militares.
"Se planea verificar la disposición de las fuerzas de la Armada para la defensa de los intereses nacionales de la Federación de Rusia y ejercitar las capacidades de mando de la flota", señala el comunicado de Defensa.
El núcleo de la agrupación involucrada en los ejercicios "Escudo Oceánico-2019" lo conforman los buques que participaron desfile naval celebrado el pasado domingo en San Petersburgo con motivo del Día de la Armada.
En esa celebración, el presidente ruso, Vladimir Putin, recalcó que la Marina de Guerra de Rusia "garantiza la seguridad del país, sus intereses nacionales y es capaz de responder sólidamente a cualquier agresor".
El jefe del Kremlin destacó que Rusia seguirá construyendo "una flota de capacidades únicas, una flota propia de una potencia soberana y fuerte".
El desfile naval y ahora esta ronda de ejercicios llegan apenas una semana después de que las fuerzas de seguridad reprimieran una manifestación en su contra dejando un saldo de de más de 1.000 detenidos y en medio de un aumento de las tensiones militares con la OTAN, que se prepara para lanzar este mes sus propias maniobras navales Dynamic Mongoose en el norte de Noruega.
Mientras tanto la armada rusa aún se está recuperando del incendio sufrido por uno de sus submarinos en los primeros días de julio, un hecho que dejó un saldo de al menos 14 marineros muertos por inhalación de humo.
Los detalles que transcendieron sobre el incidente son escasos. El Ministerio de Defensa confirmó que hubo sobrevivientes, pero no ha indicado cuántos ni tampoco el número de tripulantes a bordo.
Pero más allá de este incidente, la marina rusa se encuentra en los últimos años encarando un rol cada vez más importante en la proyección de poder de Rusia.
Desde el Mar Negro, donde buques rusos detuvieron e incautaron a naves ucranianas el año pasado, pasando por el Báltico, frente de choque con los países de la OTAN, hasta el Mediterráneo, donde la base naval en Tartus, Siria, ha sido instrumental para el apoyo de Moscú al dictador Bashar al Assad en la guerra civil que asola al país.