Reserva natural de Paquió arde por el fuego del chaqueo ilegal

Entre la ramas de cientos de árboles aún humeante, hay cuerpos carbonizados de animales. Hacen falta mochilas para incendios forestales, linternas y mascarillas.

Carolina Méndez /Enviada especial a Roboré
Alrededor de 25 hectáreas están devastadas dentro de la Reserva Ecológica Municipal Paquió en la comunidad Santa Rosa del municipio Roboré. El fuego, que empezó con un chaqueo ilegal, persiste pese a los esfuerzos y desesperación de los voluntarios locales.


A la vista, sólo quedan los troncos de centenares de árboles caídos. Carbonizados y aún humeantes, esconden entre sus ramas los cuerpos de animales que no lograron escapar de las llamas devastadoras.

Ayer, 200 bomberos ingresaron a la zona pero la situación se torna incontrolable. Dos personas fueron notificadas por haber iniciado el fuego con un chaqueo y desmonte ilegal.

El lugar afectado está ubicado a 50 kilómetros del pueblo de Roboré y es parte de la comunidad Santa Rosa que está dentro de la Reserva Ecológica Municipal Paquió. El fuego fue ocasionado por una pareja de vecinos que desmontó su predio y le prendió fuego el día sábado pese al desastre ambiental que invade a la Chiquitania.

El cansancio se apodera de los que pelean con las llamas.

Foto:Gaston Brito / Página Siete
“Estos vecinos ya fueron notificados por las autoridades competentes. Estimo que deben recibir la sanción que corresponde. Además hay que dejar ejemplo a los demás comunarios para que no sean irresponsables e imprudentes”, señala el alcalde de Roboré, Iván Quezada.


Las 25 hectáreas quemadas ahora son un mar de cenizas y hollín que tiñen los pies de negro al caminar por la zona. Desde allí el olor de la aniquilación se expande por varios kilómetros.

Y es que el fuego devora sin cesar lo que encuentra a su paso y desde hace cinco días avanza por el Paquió sin que nadie pueda hacerle frente. Bomberos voluntarios, soldados del Ejército, guardaparques y comunarios batallan sin cesar y a pesar de que el domingo por la noche parecía extinto, horas después volvió a tomar cuerpo y a crecer.

La Autoridad de Bosques y Tierras (ABT) prefiere no hablar del caso. Sin embargo, explica que corresponde dos demandas para la pareja, la primera por desmonte ilegal y la segunda por chaqueo sin autorización.

Ambas estarían siendo ejecutadas por la ABT. Entretanto, los comunarios responsables del chaqueo salieron de sus predios sin responder por sus acciones.

Agua, el bien más preciado para las tareas de control.
Foto:Gastón Brito / Página Siete
Una lucha interminable


“Apagamos en el día y en la noche se reaviva por el viento. Una pequeña brasita hace que todo nuevamente arda. La gente está muy cansada pero el compromiso nos hace seguir”, cuenta Juanito Cuéllar, guía turístico de Santiago de Chiquitos quien ha dejado su actividad para combatir la amenaza.

Pese a la conformación del Gabinete de Emergencia Ambiental y a los refuerzos aéreos del Plan Tajibo para frenar el fuego en la Chiquitania, las condiciones para los bomberos, voluntarios y soldados que enfrentan las llamas no han cambiado. Continúan apagando el fuego con botellas de agua y bidones. Les hace falta mochilas forestales especiales para tal labor.

A 500 metros de la zona crítica -donde se han reavivado las llamas- está ubicado el camión cisterna que por falta de acceso debe esperar en el camino. Todos deben retornar hasta el vehículo constantemente para poder recargar sus botellas. La jornada se torna dura y el trajín inacabable.


Precisan insumos para los trabajos

“Hacen falta guantes, linternas, mochilas, botas y equipo de protección personal para mucha gente que está aquí intentando apagar el fuego”, explica Juanito Cuéllar canalizando las quejas de los voluntarios.

El modo en el que operan consiste en aislar las llamas a través de una barrera o cordón que se abre con machetes para marcar un límite para que el fuego no avance. Posterior a ello se realiza un contrafuego y la extinción con agua.


Los comunarios de zonas vecinas han dejado sus actividades y se han concentrado en Santa Rosa. Sin embargo, al pasar los días ven que sus esfuerzos no consiguen controlar el incendio, por ello increparon sin rubor -el lunes pasado- al ministro de Defensa, Javier Zavaleta, asegurando estar “abandonados en la lucha por el Paquió”.

Entradas populares