Petrolero británico seguirá detenido en Irán a la espera de orden judicial
Teherán, EFE
El Gobierno iraní aseguró este lunes que el barco británico «Stena Impero» continuará retenido en Irán mientras dure el proceso judicial, al tiempo que advirtió a Estados Unidos contra intentar detener al superpetrolero iraní recién liberado en Gibraltar.
El portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Abas Musaví, dijo en rueda de prensa que no hay relación entre la incautación de estos dos barcos, pese a que el «Stena Impero» fue capturado por la Guardia Revolucionaria dos semanas después de que la Marina británica apresara al iraní.
«Para la liberación del barco infractor británico, que cometió tres violaciones marítimas tenemos que esperar la orden judicial», señaló Musaví, preguntado por Efe.
El «Stena Impero», cuya captura agravó la crisis diplomática entre Teherán y Londres, se encuentra desde el 19 de julio en el puerto de Bandar Abas acusado de no respetar las normas de navegación, algo que su naviera niega.
Por su parte, el «Grace 1», que ha cambiado su nombre por el de «Adrian Darya», abandonó anoche las aguas del Peñón para dirigirse hacia el puerto griego de Kalamata.
El petrolero iraní fue detenido por Gibraltar a principios de julio acusado de violar las sanciones de la Unión Europea (UE) contra Siria, al transportar supuestamente 2,1 millones de barriles de crudo al país árabe, lo que Teherán siempre rechazó.
«La acción del Gobierno británico y del Gobierno de Gibraltar de incautar el ‘Grace 1’ fue ilegal y ya declaramos que ese acto es piratería y ninguna ley internacional da semejante permiso», dijo el portavoz de Exteriores.
Respecto a la petición del viernes de Estados Unidos al Gobierno de Gibraltar de volver a detener al petrolero iraní, indicó que «el rechazo» de la colonia británica demuestra que ya no sigue las órdenes de Washington.
El Gobierno estadounidense acusó al «Grace 1» de haber violado las sanciones contra Irán al haber asistido a la Guardia Revolucionaria -considerada un grupo terrorista por Washington- en el transporte de crudo a Siria.
Sin embargo, las autoridades gibraltareñas respondieron ayer que no pueden atender esta orden porque las sanciones estadounidenses sobre Irán no se aplican en la legislación del Reino Unido y el resto de la UE, que tampoco consideran grupo terrorista a la Guardia Revolucionaria.
Ante otras posibles maniobras de EE. UU., Musaví detalló que la República Islámica «a través de sus canales oficiales y especialmente la Embajada suiza (que representa los intereses de Washington en Teherán), ha dado las advertencias necesarias a las autoridades estadounidenses para que no cometan ningún error».
El portavoz adelantó que si intentan incautar de nuevo el superpetrolero «se enfrentarán a graves consecuencias».
La tensión entre Irán y EE. UU. es elevada desde que el presidente estadounidense, Donald Trump, retirara a su país del acuerdo nuclear de 2015 y volviera a imponer sanciones a Teherán.
A esto se ha sumado una serie de incidentes en el golfo Pérsico, donde se han registrado desde mayo ataques a petroleros, cargueros y derribo de drones.
El Gobierno iraní aseguró este lunes que el barco británico «Stena Impero» continuará retenido en Irán mientras dure el proceso judicial, al tiempo que advirtió a Estados Unidos contra intentar detener al superpetrolero iraní recién liberado en Gibraltar.
El portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Abas Musaví, dijo en rueda de prensa que no hay relación entre la incautación de estos dos barcos, pese a que el «Stena Impero» fue capturado por la Guardia Revolucionaria dos semanas después de que la Marina británica apresara al iraní.
«Para la liberación del barco infractor británico, que cometió tres violaciones marítimas tenemos que esperar la orden judicial», señaló Musaví, preguntado por Efe.
El «Stena Impero», cuya captura agravó la crisis diplomática entre Teherán y Londres, se encuentra desde el 19 de julio en el puerto de Bandar Abas acusado de no respetar las normas de navegación, algo que su naviera niega.
Por su parte, el «Grace 1», que ha cambiado su nombre por el de «Adrian Darya», abandonó anoche las aguas del Peñón para dirigirse hacia el puerto griego de Kalamata.
El petrolero iraní fue detenido por Gibraltar a principios de julio acusado de violar las sanciones de la Unión Europea (UE) contra Siria, al transportar supuestamente 2,1 millones de barriles de crudo al país árabe, lo que Teherán siempre rechazó.
«La acción del Gobierno británico y del Gobierno de Gibraltar de incautar el ‘Grace 1’ fue ilegal y ya declaramos que ese acto es piratería y ninguna ley internacional da semejante permiso», dijo el portavoz de Exteriores.
Respecto a la petición del viernes de Estados Unidos al Gobierno de Gibraltar de volver a detener al petrolero iraní, indicó que «el rechazo» de la colonia británica demuestra que ya no sigue las órdenes de Washington.
El Gobierno estadounidense acusó al «Grace 1» de haber violado las sanciones contra Irán al haber asistido a la Guardia Revolucionaria -considerada un grupo terrorista por Washington- en el transporte de crudo a Siria.
Sin embargo, las autoridades gibraltareñas respondieron ayer que no pueden atender esta orden porque las sanciones estadounidenses sobre Irán no se aplican en la legislación del Reino Unido y el resto de la UE, que tampoco consideran grupo terrorista a la Guardia Revolucionaria.
Ante otras posibles maniobras de EE. UU., Musaví detalló que la República Islámica «a través de sus canales oficiales y especialmente la Embajada suiza (que representa los intereses de Washington en Teherán), ha dado las advertencias necesarias a las autoridades estadounidenses para que no cometan ningún error».
El portavoz adelantó que si intentan incautar de nuevo el superpetrolero «se enfrentarán a graves consecuencias».
La tensión entre Irán y EE. UU. es elevada desde que el presidente estadounidense, Donald Trump, retirara a su país del acuerdo nuclear de 2015 y volviera a imponer sanciones a Teherán.
A esto se ha sumado una serie de incidentes en el golfo Pérsico, donde se han registrado desde mayo ataques a petroleros, cargueros y derribo de drones.